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Sábado, 13 de Diciembre de 2025

Actualizada Sábado, 13 de Diciembre de 2025 a las 13:31:52 horas

Claves y Protagonistas que nos han llevado hasta aquí y tendencias del futuro

SIGLO XXI, 21 AÑOS DE ÉXITO DEL NEGOCIO EXTERIOR DE ESPAÑA

Redacción Empresa Exterior Jueves, 30 de Junio de 2022 Tiempo de lectura:

Los 21 años que llevamos de Siglo XXI han supuesto un éxito sin parangón para el sector exterior español.

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Los 21 años que llevamos de Siglo XXI han supuesto un éxito sin parangón para el sector exterior español. Los datos así lo confirman. Uno de los principales indicadores, las exportaciones, han crecido sostenidamente desde principios de siglo, siendo, curiosamente, una crisis económica, la de 2008, lo que ha servido de impulso para que cada vez más, más empresas se atrevieran a dar el salto a los mercados internacionales. 

 

La crisis de 2020 fue una prueba de fuego para la fortaleza de nuestro sector exterior. Tras el lógico parón provocado por una pandemia global, las compañías recuperaron el ritmo exportador en 2021, y aunque el futuro es incierto, nuestras empresas han demostrado una resiliencia que las capacita para afrontar con solvencia los retos que se les presenten.

 

En este informe repasamos los datos de exportaciones e importaciones de estas dos décadas, prestando atención a sectores, mercados y comunidades autónomas; analizaremos qué peso tiene el sector exterior en la economía española, cuáles son sus fortalezas y debilidades y qué podemos esperar del futuro.

 

 

>> Edición impresa disponible en julio 2022 con el informe completo

>> Edición digital disponible haciendo click aquí

 

 

España arrancaba el Siglo XXI con un Producto Interior Bruto (PIB) de 700.993 millones de euros, lo que la situaba como la 10ª economía entre 195 países. Nuestro PIB per cápita ascendía entonces a 17.200 euros, lo que nos situaba en el puesto 31 del ranking.

 

En aquel momento, Estados Unidos lideraba la economía mundial, seguido de Japón y Alemania, y China “solo” era la sexta economía. 20 años después, en 2021, EEUU sigue siendo el país con el mayor PIB (19.444.914 millones de euros), pero China se ha colocado en segunda posición (con 12.901.901 millones de euros; datos, en este caso de 2020), y la Zona Euro en su conjunto se sitúa como la tercera economía (con 12.255.526 millones de euros de PIB).

 

Por lo que respecta a España, nuestro PIB ascendió a 1.202.994 millones de euros en 2021, colocándose la economía española en el número 14 del ranking de países por volumen de PIB, y en el puesto 33 en función del PIB per cápita (que es ya de 25.410 euros por habitante).

 

 

Tras el parón provocado por la pandemia, las compañías recuperaron el ritmo exportador en 2021, y aunque el futuro es incierto, nuestras empresas han demostrado resiliencia

 

 

El papel de sector exterior en la economía española

 

A este crecimiento económico de España en estas dos décadas de Siglo XXI ha contribuido, sin duda, el sector exterior. En 2001, las empresas españolas exportaron bienes y servicios por valor de 129.771 millones de euros; en 2021, según datos del informe que elabora mensualmente la Secretaría de Estado de Comercio, las exportaciones españolas sumaron más de 316.609 millones de euros, es decir, fueron 2,4 veces mayores. Este incremento ha hecho que la aportación de las exportaciones al PIB del país pase del 18,58% que representaba en 2001 al 27,04% que supuso el año pasado.

 

En cuanto a las importaciones, en este periodo de 20 años se han duplicado, lo que ha permitido mejorar la balanza comercial. En 2001 España importaba bienes y servicios por valor de 172.677 millones de euros; en 2021 las importaciones sumaban 342.787 millones de euros.

 

De esta forma, aunque el saldo de la balanza comercial (la diferencia entre importaciones y exportaciones) sigue siendo negativo -en 2021 registró un déficit de 28.906,6 millones de euros-, algo que se debe principalmente a la dependencia energética de España de otros países, es mucho menor de lo que lo era en 2001 (entonces -42.419 millones de euros). Así, la tasa de cobertura (el porcentaje de las exportaciones que pueden pagarse con las importaciones registradas en el mismo periodo de tiempo) ha subido del 75,43% a comienzos de siglo al 94,46% de 2020.

 

 

Sin duda, el sector exterior ha contribuido al crecimiento económico de España en estas dos décadas de Siglo XXI

 

 

Dos crisis en 20 años

 

En estos 20 años, el crecimiento continuo del sector exterior español solo se ha visto interrumpido en dos ocasiones. La primera fue con motivo de la crisis financiera de 2008. Entonces las exportaciones cayeron un 15% en un año. De los 191.387 millones de 2008 a los 162.990 de 2009. Las importaciones aún sufrieron más, con un descenso del 26,5%: de 286.104 a 210.222 millones de euros.

 

Sin embargo, todos los expertos coinciden que en esta crisis actuó como un verdadero revulsivo para el sector exterior de nuestro país. Ante la caída de la demanda interna,  las empresas españolas empezaron a fijar su vista en otros mercados para tratar de diversificar geográficamente sus ventas. “Ante un mercado interior deprimido, las empresas españolas buscaron el camino de la internacionalización como vía que garantizase su futuro”, afirmaba la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez, en su entrevista para Empresa Exterior.

 

La recuperación fue inmediata: las exportaciones crecieron un 17%  en 2010 y un 14% en 2011, y continuaron incrementándose, sostenidamente, a lo largo de la década siguiente.

 

Para explicar este despegue internacional de nuestras empresas, diferentes estudios también ponen el foco “en la incidencia de la productividad y en la importancia del margen extensivo y de la creciente adecuación a la evolución de la demanda mundial, así como de los apreciables niveles de sofisticación y calidad de los productos españoles”. Así lo subraya el Plan de Acción para la Internacionalización de la Economía Española 2021-2022 en su diagnóstico de situación.

 

El mismo documento apunta que la evolución de la cuota de las exportaciones españolas en el mercado mundial refleja una mejora de competitividad de España en los últimos años. Así, la cuota de España en las exportaciones mundiales de bienes y servicios fue del 2,0% en 2019, cifra superior al 1,6% que España representa en el PIB mundial. Este incremento de la competitividad no se debe únicamente a cuestión de precios y costes, sino que se apoya también en “el aumento de la calidad de los bienes y servicios exportados, en la reputación adquirida y en una mejor adecuación a la demanda mundial”. De un modo similar lo valoraba Massimo Reale, director general de Solunion España: la competitividad en precios ha sido nuestra principal baza durante años, aunque, cada vez más, competimos en calidad, sobre todo en determinados sectores en los que contamos con un alto grado de especialización frente a otros países, como es el caso de las exportaciones relacionadas con rieles, máquinas, transporte, productos químicos y plásticos, y cauchos”. 

 

 

La crisis de 2008 actuó como un verdadero revulsivo para el sector exterior español. Ante la caída de la demanda interna,  las empresas españolas  fijaron su vista en otros mercados 

 

 

No parece que la pandemia de covid-19 haya supuesto un cambio en esa tendencia, aunque sí un tropiezo momentáneo - que por otra parte sufrieron en mayor o menor medida todas las economías debido al parón de la actividad económica y comercial a causa de los confinamientos-. En 2020 las exportaciones se contrajeron un 10% con respecto a 2019 y las importaciones lo hicieron un 14,7%. Ya en 2021 el dinamismo del sector exterior ha hecho que se recuperen -y, de hecho, superen- las cifras de 2019.

 

De hecho, si ponemos las cifras de España en contexto con las de países de su entorno, el crecimiento interanual de las exportaciones entre enero y diciembre (un 21,2%) fue mayor al registrado en la UE y en la zona euro (un 17,1% en ambos casos). 


 

Más empresas exportadoras

 

No es solo que las empresas españolas vendan más bienes y servicios fuera de nuestras fronteras, sino que cada vez son más las que lo hacen. En 2001 exportaban algo menos de 70.000 compañías, según datos de DATACOMEX, y poco más de 30.000 (dato de 2003) eran considerados exportadores regulares. En 2021 se registraron más de 235.000 compañías exportadoras, de las cuales 59.000 se consideran exportadores regulares, un 7% más que el año anterior y un nuevo récord histórico. 

 

Como explicaba la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez, al dar a conocer el informe de comercio exterior de 2021, “nuestro sector exportador ha demostrado ser resiliente y muy competitivo. En los últimos 10 años, el número de exportadores regulares ha aumentado cerca del 60%. España cuenta con una base exportadora sólida y en expansión, preparada para seguir aprovechando la recuperación internacional”. Incrementar la base exportadora es, de hecho, uno de los objetivos de la Estrategia de Internacionalización de la Economía Española 20017-2027 y del Plan de Acción para la Internacionalización de la Economía Española 2021-2022.

 

Cierto que hay que tener en cuenta un detalle en esta cifra de 235.000 empresas exportadoras: el Brexit. El importante incremento en el número de exportadores en el último año se debe a que, al dejar de ser Reino Unido considerado un país intracomunitario, las empresas que realizan transacciones comerciales inferiores a 400.000 euros a ese mercado pasaron a computar como nuevas empresas exportadoras.

 

No obstante, las empresas internacionalizadas de nuestro país, en su mayoría, todavía exportan muy poco, algo que se entiende si tenemos en cuenta que España es un país en que las pymes representan el 95% del tejido empresarial. Según datos del ICEX, correspondientes a 2020, el 24% del total de exportadores (164.335 empresas) solo exportaron bienes por valor inferior a 5.000 euros, y el 17,7% (22.225 compañías) entre 5 y 25 mil euros. El siguiente tramo en importancia (el 16,4% del total) lo conforman 716 empresas exportadoras que exportaron entre 50 y 250 millones de euros.

 

 

Xiana Méndez ha destacado que "España cuenta con una base exportadora sólida y en expansión, preparada para seguir aprovechando la recuperación internacional”


 

 

¿A dónde exporta España?

 

Los países de Europa, y particularmente los de la Unión Europea, son los destinatarios principales de nuestras exportaciones. Era así en 2001 y lo sigue siendo en 2021.  El 61,8% de todo lo exportado el año pasado tuvo como destino otro país miembro de la Unión.

 

El mercado común -sin aduanas ni aranceles- y el euro, moneda que hoy comparten 19 de los 27 Estados miembros de la UE, explican que las pymes españolas se decanten por alguno de nuestros vecinos europeos como primer paso en su proceso exportador. Francia, Alemania e Italia componen el top-3 de nuestros destinos; Portugal ocupa la 4ª posición, mientras que Reino Unido, ahora ya fuera de la UE, es nuestro 5º socio comercial.

 

Hace 20 años la situación era similar: Francia, Alemania, Portugal, Reino Unido, e Italia, por este orden, eran los países a los que más bienes vendían las empresas españolas. 

 

En cuanto al resto de regiones, América recibe otro 10,1% de las exportaciones- principalmente Estados Unidos, con un 4,7% (el 6º mercado destino de nuestras exportaciones)-, mientras que solo vendemos a Asia un 8,9%. Diversificar los mercados de destino de exportación e inversión es otro de los retos que se marca el Plan de Acción para la Internacionalización  de la Economía Española. En esta línea, son muchos los expertos que llaman a potenciar las exportaciones hacia nuevos mercados, como los países asiáticos. “Está por hacer, en parte, la salida al exterior hacia Asia”, reconocía el presidente de la Cámara de España, José Luis Bonet.

 

Por lo que respecta a las importaciones, Alemania, China y Francia encabezaron el año pasado el ranking de países de los que más importamos. Sin embargo, hace dos décadas, nuestras empresas compraban bienes sobre todo a Francia y Alemania y China solo ocupaba la séptima posición. Las importaciones del gigante asiático han pasado de los 5.079 millones de euros en 2001 a 34.834 millones en 2021, casi 7 veces más. 

 

 

¿Cómo afrontar el nuevo escenario? Diversificar es una de las respuestas más citadas por los expertos

 

 

La automoción lidera nuestras exportaciones; los combustibles, las importaciones

 

¿Cómo ha cambiado la cesta de nuestras exportaciones en lo que llevamos de siglo XXI? Pues bien, atendiendo a la clasificación Taric de las mercancías, en 2001 los vehículos automóviles lideraban las exportaciones de nuestro país, generando ingresos por más de 29.800 millones de euros. El top-5 de exportaciones lo completaban en aquel momento los aparatos mecánicos, los aparatos eléctricos, los plásticos y sus manufacturas y las frutas. Hoy el sector automoción sigue liderando el ranking exportador (más de 45.700 millones en 2021), seguido de los aparatos mecánicos, los combustibles, los productos farmacéuticos y los plásticos.

 

En el periodo analizado destaca el crecimiento que han experimentado a las exportaciones agroalimentarias, que son ya (agrupadas en el sector económico alimentación, bebidas, y tabacos) el segundo sector más exportador, representando el 18% del total, con 56.977,9 millones de euros alcanzados el año pasado. “. El sector agroalimentario ha crecido a una tasa acumulativa media anual del 6%, los 21 años, mientras que en las exportaciones generales estamos creciendo un 4,6%”, subraya el economista de Cajamar David Uclés.

 

En cuanto a las importaciones, hace 20 años vehículos, máquinas y aparatos mecánicos y combustibles eran los tres tipos de mercancías que más adquiríamos fuera de nuestras fronteras. Hoy siguen siendo los mismos, aunque la compra de combustibles se ha multiplicado 2,4 veces, hasta los 46.500 millones de euros, siendo ya nuestra principal compra en el exterior. Esto explica, en buena parte, el déficit comercial de nuestro país, que alcanzó los 26.177 millones de euros en 2021, mientras que el saldo no energético arrojó un déficit de 852,2 millones de euros.

 

Con todo, tanto nuestra balanza comercial como nuestra tasa de cobertura (porcentaje de lo que se importa que puede pagarse con lo que se exporta) han mejorado desde principios de siglo. En 2001 el déficit comercial superaba los 42.400 millones y llegó a su récord en el año 2007, con más de 99.000 millones. A principios de siglo la tasa de cobertura era del 75,43% (en 2007 cayó hasta el 65,06%); el año pasado esta tasa estaba en el 92,4%. Algunos expertos citan 2008 como punto de inflexión: “a partir de ese momento se empezó a corregir uno de los desequilibrios fundamentales de nuestra economía, como era el déficit por cuenta corriente”, decía Marta Blanco, presidenta de CEOE Internacional.

 

El futuro de la internacionalización española

 

¿Y cuál será el futuro del sector exterior español? Nos encontramos en un momento de máxima incertidumbre y múltiples desafíos. No es la primera vez; las empresas españolas internacionalizadas ya han bregado con crisis con anterioridad y han demostrado su resiliencia. La última ocasión, muy reciente, la pandemia de covid-19, que superaron con suficiencia. 

 

Según la Encuesta de Coyuntura de la Exportación del primer trimestre de 2022, la percepción del comportamiento de la cartera de pedidos de exportación y las expectativas de las empresas presentan valores positivos y mejoran con respecto a 2021. El valor del Indicador Sintético de la Actividad Exportadora (ISAE) en el primer trimestre es de 15,8 puntos, 5 puntos más que en el cuarto trimestre de 2021.  

 

Entre los distintos factores con incidencia positiva, la evolución de la demanda externa sigue siendo el factor más mencionado (46,2%), seguido de la competencia en calidad (23,5%). En cuanto a incidencia negativa, el precio de las materias primas es el factor más mencionado (84,4%), seguido por el precio del petróleo (79,2% ).

 

De hecho, la guerra de Ucrania, el alza de los precios energéticos y de materias primas y los problemas en las cadenas de suministro están poniendo en un brete el crecimiento y la supervivencia de muchas compañías. Nos enfrentamos a un nuevo ciclo económico y probablemente a un nuevo orden mundial, con mayor polarización entre países y más restricciones al comercio. Lo aventuraba David Uclés, economista de Cajamar: “se puede dibujar un mundo en que probablemente haya menos globalización; probablemente nos encontremos con un mundo mucho más bipolar; con renacionalización de producciones que se consideren estratégicas, y barreras al comercio internacional en determinados tipos de bienes”. 

 

¿Cómo afrontar este nuevo escenario? Diversificar es una de las respuestas más citadas por los expertos. “Los momentos de crisis son un buen recordatorio de lo importante que es para las empresas estar diversificadas”, señalaba Fernando Salazar, presidente de Cesce. Lo recordaba también la secretaria de Estado de Comercio: “las empresas españolas internacionalizadas son más resistentes frente a las fluctuaciones del ciclo económico gracias fundamentalmente a que tienen más diversificados geográficamente sus mercados”. Y en eso insiste el Plan de Acción para la Internacionalización de la Economía Española: “se continuará favoreciendo la diversificación de las exportaciones y la implantación de nuestras empresas en sectores y destinos estratégicos, con atención a las oportunidades que puedan derivarse de la crisis”. 

 

Apostar por la autonomía estratégica puede ser otra vía. “Como país tenemos que saber identificar nuestras fortalezas y debilidades para no volver a caer en la vulnerabilidad de la dependencia externa en productos básicos”, apuntaba David Regades, delegado del Consorcio de la Zona Franca de Vigo.

 

De cómo seamos capaces de capear este entorno cambiante, superar nuestras debilidades y afrontar los retos pendientes (digitalización, sostenibilidad) dependerá el futuro. Pero ese es otro capítulo por escribir.


 

 

 

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