Del Jueves, 27 de Noviembre de 2025 al Viernes, 28 de Noviembre de 2025
La secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez, analiza para Empresa Exterior las claves del éxito del sector exterior en estas dos décadas de siglo y los retos a los que se enfrenta en el momento actual.
![[Img #48250]](https://empresaexterior.com/upload/images/06_2022/8147_hoy-exportar-esta-instaurado-en-el-adn-de-muchas-empresas-espanolas.jpg)
Desde el punto de vista de la Secretaría de Estado de Comercio ¿qué hitos han marcado la evolución del sector exterior español en estas dos décadas? Además, en este año de 2022 se cumplen 20 años de la puesta en circulación del euro, ¿cómo de trascendente ha sido esta decisión para facilitar los negocios internacionales de las empresas españolas?
Xiana Méndez: “El balance de nuestro sector exterior no deja lugar a dudas: en los últimos 40 años, España ha multiplicado sus exportaciones de mercancías por 24, convirtiéndose así en uno de los países desarrollados que más ha aumentado sus exportaciones en dicho periodo.
Hay dos fechas clave que han sido determinantes para el éxito del sector exterior español: en primer lugar, la Constitución Española de 1978, que estableció los principios y normas para nuestro sistema económico y sentó las bases del progreso económico y social. En segundo lugar, la entrada de España en las Comunidades Europeas; pasamos de una economía con una apertura incipiente a formar parte del área de comercio liberalizado más importante del mundo.
En ese contexto, y en mayor medida con la puesta en circulación del euro, las empresas tuvieron que adaptarse a mercados mucho más amplios y más competitivos lo que redundó en la modernización de nuestra economía. Como resultado, el sector exterior español empezó a cobrar una importancia creciente en nuestro tejido empresarial.
Otro gran salto en la internacionalización de las empresas españolas viene marcado con la crisis del 2008. Ante un mercado interior deprimido, las empresas españolas buscaron el camino de la internacionalización como vía que garantizase su futuro.
Podemos afirmar que, desde entonces, nuestro patrón de crecimiento ha cambiado y hoy exportar no es un elemento coyuntural que obliga a las empresas a salir al exterior en un momento en el que la demanda interna está débil, sino que se trata de un comportamiento estructural y que está instaurado en el ADN de muchas empresas españolas siendo la dinámica habitual de su actividad.
Este nuevo modelo de crecimiento permite que las empresas diversifiquen los mercados y, por lo tanto, que sus negocios sean más sólidos y sostenibles”.
¿Cuáles considera que son las fortalezas y debilidades del sector exterior español en la actualidad?
X.M: “Desde la Secretaría de Estado de Comercio consideramos que hay cuatro factores y fortalezas claves. El primero de ellos es la consolidación y el buen posicionamiento de nuestro sector exterior que ha logrado superar eventualidades como el cese de los flujos comerciales originado por la pandemia, no solo recuperándose sino logrando cifras récord en 2021.
De hecho, las exportaciones españolas de bienes en el conjunto del 2021 alcanzaron los 316.000 millones de euros. Esto supone un crecimiento del 21% respecto a 2020 y, lo que es aún más importante, un aumento de más del 9% frente a 2019.
Esta dinámica se sigue manteniendo en esta primera parte del 2022, ya que las exportaciones españolas continúan creciendo un 23,2% en los primeros cuatro meses, de enero a abril, respecto al mismo periodo de 2021.
En segundo lugar, la actividad exportadora española mostró mayor dinamismo que la del conjunto de las economías europeas. Podemos destacar que las exportaciones españolas de bienes aumentaron más que alguno de nuestros socios europeos, como Alemania, Francia, o el Reino Unido, y experimentaron un incremento similar a las de las grandes potencias exportadoras no europeas, como las de los Estados Unidos, China y Japón.
El tercer factor a tener en cuenta es el continuo aumento de los exportadores regulares -aquellos operadores que han exportado ininterrumpidamente en los últimos 4 años- y que ha aumentado más de un 7% en 2021, hasta superar los 59.000 operadores, alcanzando un nuevo récord histórico en este año.
Por último, también son excelentes las cifras de crecimiento de las exportaciones de servicios a precios corrientes que se incrementaron un 22% interanual durante 2021 hasta superar los 96.000 millones de euros.
Todos estos datos muestran que las empresas españolas internacionalizadas son más resistentes frente a las fluctuaciones del ciclo económico gracias fundamentalmente a que tienen más diversificados geográficamente sus mercados, además de generar empleo más estable y cualificado.
Estos resultados del sector exterior son especialmente destacables porque están teniendo lugar en un momento en el que el comercio mundial sigue afrontando retos importantes, como las tensiones en precios - principalmente de productos energéticos –, unido al aumento de las políticas proteccionistas y la necesidad de realizar ajustes en las cadenas globales de valor.
Ante este contexto mundial, es fundamental aprovechar mejor las oportunidades de negocio derivadas de la apertura de los mercados por la política comercial común y conseguir una mayor diversificación geográfica de las exportaciones españolas.
Resulta todavía mejorable la presencia española en determinados mercados y debemos reforzar la internacionalización de empresas españolas en zonas de gran influencia como África y Asia, así como incrementar las relaciones con los países latinoamericanos donde ya nos unen unos importantes lazos culturales, sociales y comerciales”.
¿Qué importancia tiene para el Gobierno actual la internacionalización de nuestras empresas? En este sentido, ¿cuáles son las prioridades y objetivos que recoge el Plan de Acción para la Internacionalización de la Economía Española 2021-2022?
X.M.: “En el escenario actual, el Gobierno de España está comprometido con la expansión internacional de la economía española como motor de recuperación. Y así queda plasmado en el ‘Plan de Acción para la Internacionalización de la Economía Española 2021-2022’ cuyo objetivo es ayudar a la transformación del sector exterior y que se pueda adaptar a las nuevas tendencias, siendo más competitivo y resiliente.
Una de las prioridades es conseguir que el sector exterior se mantenga como pilar de crecimiento y empleo. Para ello, se está trabajando fundamentalmente en dos líneas. Una de ellas es seguir favoreciendo la diversificación de las exportaciones y la implantación de nuestras empresas en sectores y destinos estratégicos, con atención a las oportunidades que puedan derivarse de la crisis.
En segundo lugar, se buscará atraer la inversión extranjera directa (IED) en sectores estratégicos, en línea con la política industrial y los planes sectoriales, así como las oportunidades que surjan en la reorganización de las Cadenas Globales de Valor, para lo cual se está reforzando el papel de ICEX-Invest in Spain, clave en la atracción de IED y detección de barreras.
Otro de los ejes prioritarios del ‘Plan de Acción 2021-2022’ es aumentar la resiliencia de nuestro sector exterior, con especial atención a las pymes, a través de instrumentos de internacionalización potentes y adaptados a sus necesidades específicas, con la coordinación de todos los niveles de la Administración y la complementariedad con el sector privado.
A esto debemos sumar también la necesidad de acompañar a las empresas internacionalizadas en el cambio que están acometiendo hacia la digitalización y obtener el mejor rendimiento del uso masivo de tecnologías para su actividad en el exterior. Y finalmente, un punto de suma importancia es consolidar la sostenibilidad como instrumento de resiliencia para las empresas.
En definitiva, el ‘Plan de Acción 2021-2022’ constituye una herramienta de gran relevancia para la economía de nuestro país, al configurarse como una de las principales medidas de impulso y coordinación de la política de internacionalización, debiendo ser ésta clave para reforzar la economía española en la era post pandemia”.
¿Cómo está afectando el contexto actual – guerra de Ucrania, alza de precios de la energía y materias primas, crisis en los suministros, etc. -a los objetivos previstos en el Plan de Acción? ¿Habrá que reformularlos?
X.M.: “Nos enfrentamos, ahora mismo, a un escenario inestable, con fuertes riesgos e incertidumbres. Todo lo que está sucediendo tiene implicaciones sobre el comercio internacional y las estructuras productivas y económicas de los países, en forma de disrupción en las cadenas de valor, problemas de suministro, alteraciones en el tráfico mercantil y alteración de los precios en el mercado de las materias primas y la energía.
A la hora de analizar el impacto de la situación sobre nuestra economía, y sobre nuestros sectores y empresas, es importante considerar la situación de partida de la exposición de la actividad empresarial española en Ucrania y Rusia. Desde ese punto de vista, la exposición económica directa de España a estos países es limitada, sobre todo si nos comparamos con otros socios europeos. En ese sentido, Rusia y Ucrania suponen solamente un 0,9% de nuestras exportaciones (0,7% Rusia y 0,2% Ucrania), mientras que las importaciones desde Rusia y Ucrania suponen el 2,3%.
Si bien, el peso es reducido en términos relativos, hay determinados inputs que pueden afectar al proceso industrial europeo y también al español. Por una parte, el gas natural ruso supone entre el 8% y el 10% de nuestras importaciones de gas. También importamos insumos desde el mercado ruso para el sector aeronáutico, el químico o el sector de la automoción (como titanio, paladio, aluminio, acero y caucho). En el caso de Ucrania, es un proveedor fundamental en la industria agroalimentaria, particularmente por las importaciones de cereales (maíz y trigo) y aceites vegetales, así como de arcilla blanca para la industria del azulejo, cableado para el sector de automoción o hierro de calidad con distintas aplicaciones. Por eso, desde la Secretaría de Estado de Comercio se está haciendo un especial seguimiento a cómo está afectando este conflicto a nuestra actividad comercial, con un contacto muy estrecho con las empresas españolas que operan en estos mercados.
Al margen de este efecto directo, este conflicto tiene y tendrá cada vez más, en la medida en que se prolongue, un impacto indirecto muy relevante a través del encarecimiento de los combustibles y materias primas o con la disrupción de las cadenas de suministro europeas. Para afrontar esta situación, se ha impulsado un ‘Plan Nacional de Respuesta’ a las consecuencias económicas y sociales de la guerra en Ucrania.
A través de este Plan de Respuesta se está trabajando para promover una bajada de los precios de la energía para todos los ciudadanos y empresas, así como apoyar a los sectores más afectados. Es crucial evitar que las tensiones de liquidez asociadas al incremento del precio de la energía pongan en riesgo la supervivencia de empresas viables y generen presiones generalizadas en la estructura de costes y precios.
Adicionalmente, desde la Secretaría de Estado de Comercio estamos poniendo a disposición de las empresas todas nuestras herramientas al alcance, ofreciendo información actualizada y de valor añadido sobre la evolución del conflicto, su influencia en los flujos comerciales y el impacto de las sanciones que se están interponiendo a Rusia.
Además, les estamos ofreciendo soporte para buscar nuevas estrategias de diversificación de mercados, tanto para la exportación como para el aprovisionamiento de insumos fundamentales. Y ahí es dónde toda la Secretaría de Estado de Comercio, especialmente desde ICEX, está desempeñando un papel fundamental para ayudar al sector afectado a poder rehacer sus planes sectoriales donde el mercado ruso era prioritario”.
Este Plan de Acción 2021-2022 cuenta con líneas de ayudas de los fondos europeos Next Generation EU; ¿podría hablarnos de ellas?
X.M.: “Efectivamente una de las principales novedades del ‘Plan de Acción 2021-2022’ es que contamos adicionalmente con recursos de los fondos europeos Next Generation EU, lo que nos han permitido activar nuevos programas en torno a los ejes principales del Plan de Acción, reforzando así las políticas para el impulso de la internacionalización.
Así, a través de estas líneas de ayudas podemos hacer frente a retos como la digitalización, mejor acceso de las pymes a los mercados exteriores o la incorporación de la innovación y la captación de talento para la internacionalización.
Dentro de estas ayudas, se han aprobado ya 30 millones de euros para la línea no reembolsable para estudios de viabilidad, factibilidad, pre factibilidad y modernización sectorial e institucional del FIEM (Fondo para la Internacionalización de la Empresa).
Con cargo a estos recursos, el ICEX también ha lanzado una primera convocatoria del programa INNOVA Invest, con un presupuesto de 5 millones de euros para el impulso a la inversión extranjera en I+D en España.
Desde ICEX, además, se ha puesto en marcha una iniciativa para promover el fortalecimiento de empresas de rápido crecimiento para apoyar a las startups españolas financiando programas de inmersión en ecosistemas con alto contenido tecnológico y de innovación.
Ha tenido una gran acogida, contando con la participación de 14 startups españolas en la primera convocatoria de 2021, donde pudieron realizar programas en La Haya y Singapur. Ahora se está trabajando en nuevas ediciones en 2022 y 2023 y ampliarlo a otras partes del mundo, como San Francisco, Tel Aviv, Berlín, Londres y Nueva York.
En los próximos meses se pondrá en marcha el programa COFIDES IMPACT, que cuenta con una dotación de 1,7 millones de euros hasta 2023 y que servirá para conceder financiación a las operaciones en que participa COFIDES y que tengan un impacto positivo en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
También, con cargo a los fondos europeos, se han aprobado programas para la digitalización de Asociaciones y Federaciones de Exportadores y Cámaras de Comercio de España en el Exterior.
En definitiva, se trata de una serie de nuevos programas dirigidos a consolidar más aún nuestro potencial exportador y hacer de las empresas españolas modelos de referencia en materia de internacionalización”.










































