Día Lunes, 03 de Noviembre de 2025
Lo que llevamos de siglo XXI ha supuesto un desarrollo sin precedentes del sector exterior español. Si en 2001 las exportaciones alcanzaron los 130.258 millones de euros, en 2021 llegaron a los 325.263,6 millones de euros.
![[Img #47490]](https://empresaexterior.com/upload/images/05_2022/6706_delegado-de-la-zona-franca-de-vigo-david-regades_cr.jpg)
A principios de siglo las exportaciones suponían un 18,58% sobre el PIB, hoy representan el 27,04%. Hablamos sobre ello con el delegado del Estado en el Consorcio de la Zona Franca de Vigo, David Regades, quien pone de relieve el importante papel que cumplen las zonas francas como dinamizadores de la economía.
Desde el punto de vista del Consorcio de la Zona Franca de Vigo ¿cuáles han sido las claves y protagonistas que nos han llevado hasta estos buenos datos? ¿Hasta qué punto ha sido determinante la puesta en circulación del euro, que ahora cumple 20 años, para facilitar los negocios?
David Regades: “Para el desarrollo económico de España en lo que llevamos de siglo ha sido fundamental el hecho de poder comerciar internacionalmente con la garantía de hacerlo en euros, una moneda solvente y fiable. Ese despegue ha ido acompasado de un comercio más fluido con la misma zona euro ya que las exportaciones dirigidas a la Unión Europea han venido representando una media de más de un 50% del total. Si nos fijamos los últimos 25 años, en los que hemos sufrido grandes convulsiones como la crisis económica iniciada en 2007 en Estados Unidos y después la pandemia por covid, la aplicación de políticas adecuadas nos ha permitido que como explicaba la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, tener ‘datos positivos que confirman la gran capacidad de recuperación de nuestro sector exterior, especialmente de las exportaciones, que ya superan los niveles previos a la pandemia. La recuperación de la economía española está en marcha y este año esperamos una contribución positiva del sector exterior en el PIB. El plan de choque para proteger nuestro sector exportador que ha movilizado más de 2.600 millones de euros junto al Plan de Acción para la Internacionalización de la Economía Española 2021-2022 son instrumentos que van a permitir reforzar el comercio exterior en los próximos meses’".
¿Qué papel han jugado las zonas francas, y en concreto la de Vigo, en este crecimiento del comercio internacional de las empresas, gallegas en particular y españolas en general?
D.R.: “Si las zonas francas han sido un importante polo dinamizador del desarrollo económico mundial contemporáneo, en España tuvieron durante el siglo pasado un papel fundamental ya que nos permitieron sortear las trabas impuestas al comercio por un régimen autárquico. Estudios académicos han probado la existencia de una relación positiva entre los intercambios comerciales realizados desde las zonas francas y la expansión del Producto Interno Bruto. En el caso concreto de Vigo, poder importar y atraer a industrias que han sido decisivas en el desarrollo económico de la ciudad y de toda Galicia Sur. Obviamente estoy hablando de la instalación de Citroën que propició el florecimiento de un cluster de la automoción que hoy es reconocido internacionalmente, pero no solo del motor, ya que la industria conservera y el aprovisionamiento de buques también tuvieron en Zona Franca un pilar fundamental para su éxito comercial”.
La Zona Franca de Vigo cuenta con 75 años de historia. Con respecto a estas dos primeras décadas del siglo XXI, ¿qué hitos destacaría de su trayectoria? ¿Cómo ha cambiado su actividad/prioridades en este tiempo? ¿Cómo encara el futuro?
D.R.: “La figura de Zona Franca evoluciona gracias al surgimiento de nuevas condiciones democráticas y por las políticas establecidas para el comercio internacional como son los tratados de libre comercio (TLC), los acuerdos comerciales transregionales, e intercontinentales y la liberación y minimización de aranceles. Actualmente ya no competimos ofreciendo incentivos fiscales para atraer a inversores y empresarios. Es en la misma industria de los polígonos de Zona Franca donde se ha producido un cambio estructural a partir del cual desarrollan nuevas actividades que exigen mayores cualificaciones por parte de empresarios y trabajadores. Por eso hoy competimos ofreciendo infraestructuras de calidad dotadas de los mejores servicios de comunicaciones y con programas de desarrollo del I+D+i en el campo industrial, de la adquisición de mejores prácticas y habilidades para el comercio internacional, con exitosas aceleradoras de empresas que consiguen retener en Galicia el talento de nuestra juventud, y con el estudio y difusión de las mejores prácticas empresariales del tejido económico de la región. Esas son nuestras ventajas competitivas que hacen de Vigo un área atractiva para la inversión.
Todo eso nos ha llevado a que la Zona Franca de Vigo esté considerada como una fuerte dinamizadora de empleo directo ya que actualmente de cada cuatro personas que trabajan en el área, una lo hace en un polígono de Zona Franca y el impacto que eso tiene sobre el empleo indirecto es enorme”.
Dos décadas han significado muchos cambios a la hora de hacer negocios en el escenario internacional. A medio-largo plazo, ¿qué panorama nos espera? ¿Alguna tendencia que ya se pueda adelantar?
D.R.: “Según el Banco Mundial, esta es la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial y ello empujará a millones de personas a la pobreza extrema si bien la magnitud de esas perturbaciones variará en función de la región. Esto nos plantea desafíos muy complejos ya que como país tenemos que saber identificar nuestras fortalezas y debilidades para no volver a caer en la vulnerabilidad de la dependencia externa en productos básicos y también dentro de la comunidad mundial debemos unirnos para lograr una recuperación lo más sólida posible e impedir que más personas caigan en la pobreza y el desempleo.
Las proyecciones económicas a corto plazo están sujetas a un grado inusual de incertidumbre. Solamente me atrevo a decir que debemos desarrollar nuestra industria endógena y proveerla de los componentes necesarios fabricados internamente; buscar fuentes de energía limpia que nos den la autonomía necesaria y también debemos volver la mirada hacia nuestro sector primario al que hemos abandonado durante demasiado tiempo”.









































