Día Viernes, 26 de Septiembre de 2025
Con el 31 de octubre marcado en el calendario como fecha de salida del Reino Unido de la Unión Europea, que cada vez se ve como más probable sea sin acuerdo, analizamos las primeras consecuencias que el Brexit está teniendo en la economía española.
La decisión del primer ministro británico, Boris Johnson, de suspender la actividad en el Parlamento de Westminster hasta el 14 de octubre, ha supuesto una nueva vuelta de tuerca al ya de por si complicado panorama político en el Reino Unido. Con esta maniobra, el líder conservador pretende evitar que la Cámara de los Comunes legisle para evitar un Brexit sin acuerdo en la fecha prevista o solicite una nueva prórroga a Bruselas. Por lo pronto, la decisión del primer ministro ya ha sido impugnada en los tribunales.
Paralelamente, la oposición valora la posibilidad de una moción de censura que, de prosperar, puede avocar a unas elecciones cuya fecha quedaría en manos del propio Johnson, quien podría retrasarlas hasta después de que el Brexit fuese ya efectivo.
En todo caso, pase lo que pase el 31 de octubre, lo cierto es que las primeras consecuencias de la salida del Reino Unido de la Unión ya se están notando en España. Comercio exterior, inversiones o turismo son los principales campos que se ven afectados por el Brexit.
Impacto en el turismo
El británico es el principal mercado emisor de turistas a nuestro país. Según datos de la encuesta Frontur, hasta junio España recibió 38,1 millones de turistas extranjeros, de los cuales 8,3 millones procedían del Reino Unido.
Pero mientras que el número de turistas internacionales creció en el periodo, un 2,7% más que en el primer semestre de 2018, los viajeros ingleses disminuyeron en un 1,4%. El descenso fue más acusado en el mes de junio, que abre la temporada alta: España recibió en ese mes algo más de dos millones de turistas británicos, un 5,3% menos que el mismo mes del año pasado, lo que contrasta con la cifra global de turistas, que creció un 3,2%.
Cae la compra de vivienda por ciudadanos británicos
Otro indicador de la fuerte relación económica que existe entre España y Reino Unido es el mercado inmobiliario. Tradicionalmente nuestro país ha sido un destino elegido para vivir por muchos ciudadanos británicos, sobre todo jubilados, que decidían comprar una segunda vivienda aquí.
Los últimos datos conocidos sobre la compra de vivienda por extranjeros, de la Estadística Inmobiliaria del Colegio de Registradores, y que corresponden al primer trimestre de 2019, señalan que la demanda británica cayó con respecto al trimestre anterior y registró el porcentaje más bajo de toda la serie histórica por los efectos derivados del Brexit. Aunque Reino Unido sigue manteniendo el primer puesto, con un 13,8% del total de compras de vivienda por extranjeros, experimentó un intenso descenso con respecto al trimestre precedente (-16,6%) y su peso porcentual marcó el mínimo de toda la serie histórica. En términos absolutos también bajó el número de compraventas realizadas por ciudadanos británicos, pasando de las cerca de 2.500 del cuarto trimestre de 2018, a poco más de 2.200 en el primer trimestre del año.
Se reducen las exportaciones
Tal vez porque las empresas están acumulando stock ante lo que pueda pasar tras el 31 de octubre, pero todavía no se está notando demasiado los posibles efectos del Brexit en el comercio exterior. Si bien es cierto que en 2018 las exportaciones españolas a Reino Unido, que es nuestro quinto cliente, apenas crecieron un 0,1%, en el acumulado de 2019 (hasta junio, último dato disponible), esta cifra ha mejorado, con un crecimiento del 1,5%. Eso sí, desde el mes de mayo las tornas se han invertido, con una caída de las exportaciones españolas hacia ese país del 7,4% en mayo y del 3,2% en junio. Habrá que ver si la tendencia decreciente continúa en estos meses.
Bajan las inversiones
La inversión extranjera juega un papel fundamental en la economía española. Según datos del ICEX, en 2018, Reino Unido fue el sexto país en inversiones realizadas en España, cuatro puestos por debajo respecto a 2017, con una caída del flujo de inversión del 61%. Según los expertos, esta posición se explica más por el repunte en la IED (inversión extranjera directa) de otros países, que por una caída de la IED británica. Por su parte, los flujos entrantes de IED de España hacia Reino Unido disminuyeron el año pasado en un 88,7%, porcentaje “particularmente inusual” para el ICEX tras los crecimientos del 127,7% en 2016 y del 75 % en
2017.
Antecedentes
El 23 de junio de 2016, el 52% de los votantes británicos contestaron sí a la pregunta de si el Reino Unido debería dejar la UE. Atendiendo al resultado del referéndum del Brexit, el Gobierno británico activó el artículo 50 del Tratado de la UE –el que regula la retirada de uno de sus miembros- el 29 de marzo de 2017, iniciándose una cuenta atrás de dos años para alcanzar un acuerdo con la Unión.
El 14 de noviembre de 2018, la Unión Europea y Reino Unido alcanzaron un acuerdo de retirada que establecía las condiciones de una salida ordenada, acuerdo que fue ratificado por el Consejo europeo y el Parlamento europeo, pero no por el Parlamento británico.
Los principales elementos de este acuerdo versan sobre los derechos de los ciudadanos europeos que residen en Reino Unido y de los ciudadanos británicos, el equilibrio de los compromisos financieros hasta final de 2020; un mecanismo de resolución de disputas y una solución legal para evitar una frontera física entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte.
La primera fecha prevista para hacer efectivo el Brexit era el 30 de marzo, pero ante las dificultades de la anterior primera ministra, Theresa May, para conseguir que la Cámara de los Comunes apruebe el acuerdo de retirada, se negocian varias prórrogas y los dirigentes de la UE aceptan fijar la fecha de salida para finales de octubre.
Si se alcanza un acuerdo entre la Unión y el Reino Unido antes del 31 de octubre, se iniciará un periodo transitorio que durará hasta el 31 de diciembre de 2020 (prorrogable hasta el 31 de diciembre de 2021), durante el cual se negociará la futura relación comercial entre ambas partes. En este periodo, el Reino Unido seguiría cumpliendo con la normativa de la UE y no se produciría ningún cambio en las relaciones comerciales entre ambas partes.
Pero si no se alcanza un acuerdo, ni se aprueba una nueva prórroga, a partir de las 23h (GMT) del 31 de octubre, la normativa de la UE dejaría de aplicarse al Reino Unido y se produciría una salida desordenada. En este escenario, las repercusiones en las relaciones económicas y comerciales entre ambas partes serían mayores.
Estimación de los efectos del Brexit en la economía española
El propio Banco de España estimaba, en marzo pasado, los efectos del Brexit en la economía española. Así, un Brexit con acuerdo comercial reduciría el nivel del PIB español en 0,02 puntos porcentuales (pp) al cabo de cinco años, un efecto muy reducido porque la apreciación de la libra mitigaría, en parte, los efectos de la reducción de la demanda británica, en términos reales.
Por su parte, un Brexit sin acuerdo reduciría el nivel del PIB español en 0,5 pp, también en cinco años, si sucede de forma ordenada, y algo más de 0,8 pp si lo hace de forma desordenada.
De acuerdo con las simulaciones, en el peor de los casos considerados, el crecimiento medio anual del PIB se reduciría entre una y dos décimas. En los escenarios de Brexit sin acuerdo, señala el documento del Banco de España, aproximadamente un 70% del efecto total sobre nuestro PIB correspondería a las consecuencias directas que el Brexit tendría en el comercio bilateral con el Reino Unido, mientras que el resto vendría explicado por su efecto en el resto de nuestros socios comerciales de la UE.