Acuerdo de Tierras Raras sella la alianza estratégica entre Japón y EE. UU.

La histórica rúbrica tuvo lugar en Tokio, con la presencia del presidente estadounidense, Donald Trump, y la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi. Ambos líderes enfatizaron la trascendencia estratégica y económica del pacto, especialmente en el contexto de las crecientes tensiones con China, país que ejerce un dominio casi total sobre estos valiosos recursos a nivel mundial.

Objetivo: Blindar las Cadenas de Suministro

El acuerdo está diseñado para "asistir a ambos países en lograr la resiliencia y la seguridad de las cadenas de suministro de minerales críticos y tierras raras". Esto incluye la identificación conjunta de proyectos que buscan cerrar las brechas existentes en la extracción, procesamiento y producción de derivados esenciales como imanes permanentes, baterías y catalizadores.

Además de la coordinación de políticas económicas en la minería y procesamiento, el pacto movilizará el apoyo tanto gubernamental como del sector privado para acelerar inversiones en estas áreas clave dentro de ambas naciones. Japón, en un firme compromiso con la reindustrialización y la seguridad material, ha prometido una significativa inversión de 550 mil millones de dólares.

Este pacto representa un paso estratégico de Washington para reducir drásticamente la dependencia de China, que actualmente controla el 69% de la minería y el 87% del refinamiento global de tierras raras

Elogios Bilaterales y Perspectiva Geopolítica

La Casa Blanca comunicó que ambos líderes "confirmaron su firme compromiso de implementar este gran acuerdo", destacando su potencial para "fortalecer la seguridad económica, promover el crecimiento económico y conducir continuamente a la prosperidad mundial".

El presidente Trump expresó su satisfacción por la reunión, señalando estar "con buen sabor de boca" y confirmando que Japón incrementará sus compras de armamento estadounidense, "porque saben que fabricamos el mejor equipo militar del mundo".

Por su parte, la primera ministra Takaichi no solo reforzó los lazos de cooperación, sino que también anunció su intención de nominar al presidente Trump para el Premio Nobel de la Paz, en reconocimiento a su papel en la resolución de conflictos recientes y el fortalecimiento de la cooperación bilateral.

Este pacto representa un paso estratégico de Washington para reducir drásticamente la dependencia de China, que actualmente controla el 69% de la minería y el 87% del refinamiento global de tierras raras. La alianza Japón-Estados Unidos se consolida así en los ámbitos de comercio, seguridad y tecnología, marcando un hito en la geopolítica de los recursos minerales críticos para el futuro global.