La saturación de la red eléctrica frena las inversiones en el sector logístico español

La Asociación de Operadores Logísticos (UNO) ha hecho sonar la alarma sobre la escasez de capacidad en la red eléctrica de distribución, un problema que considera "alarmante". Según los mapas oficiales de acceso a la demanda eléctrica, un 83,4% de los nodos de la red están saturados, una situación que, según su presidente Francisco Aranda, “compromete la viabilidad de nuevas conexiones eléctricas para plataformas logísticas, proyectos de electrificación de flotas, instalaciones de frío industrial y desarrollos vinculados a la automatización de la cadena de suministro”.

Aranda ha destacado que la saturación es especialmente “pronunciada en polígonos industriales, centros logísticos y corredores de transporte”, precisamente las áreas clave para el desarrollo económico del país. Esta situación se percibe como un freno directo al crecimiento y la competitividad, amenazando la materialización de proyectos vitales para la modernización de la logística y el transporte.

El presidente de UNO ha recordado que el sector logístico, que representa alrededor del 7% del PIB español, se encuentra en una fase de transformación hacia un modelo más sostenible y digital. Sin embargo, “sin capacidad de conexión a la red eléctrica muchas de las inversiones quedarán paralizadas o se trasladarán a otros países con mayor solvencia energética”. El riesgo, según sus palabras, es que España pierda su posición como hub logístico e industrial. “Con una red de distribución saturada, insisto en que cada día que pasa se paralizan inversiones, se retrasa la creación de empleo y se dificulta la descarbonización real del transporte y la logística”, ha sentenciado.

Ante esta coyuntura, UNO ha solicitado un plan extraordinario y urgente para reforzar y digitalizar la red de distribución en los principales nodos logísticos. La patronal también reclama un “marco retributivo estable que acelere la inversión en infraestructuras y eleve los límites de inversión allí donde sea necesario”, dando prioridad a los proyectos alineados con los objetivos europeos de descarbonización.

Como medida adicional, Aranda ha propuesto la creación de una mesa de trabajo público-privada, que incluya al sector logístico y del transporte, con el objetivo de “coordinar prioridades y acortar plazos en aquellos enclaves saturados con alto impacto económico y de empleo”. El mensaje es claro: “La transición energética en logística no puede quedarse en papel mojado por falta de previsión en la red. Necesitamos un compromiso firme y medidas inmediatas para que España siga siendo un hub logístico competitivo en Europa”.

Aranda ha finalizado con una advertencia contundente: “España no puede perder esta carrera. Sin capacidad eléctrica no hay electrificación, ni atracción de inversiones, ni creación de empleo en el sector logístico”. Su petición no es de privilegios, sino de “certidumbre y una red que acompañe nuestro crecimiento para seguir siendo competitivos”.