Xi Jinping inicia gira clave por el Sudeste Asiático para afianzar alianzas frente a la presión arancelaria de EE.UU.

Desde Hanói, primera parada de su viaje, Xi Jinping marcó el tono de su visita en un artículo publicado en Nhan Dan, el diario oficial del Partido Comunista de Vietnam. En él, el mandatario chino afirmó que "no hay ganadores en las guerras comerciales y arancelarias, y el proteccionismo no va a funcionar". Subrayó además los lazos ideológicos, describiendo a China y Vietnam como "vecinos socialistas amistosos con ideales y creencias comunes", e hizo un llamado a intensificar la cooperación bilateral, especialmente en cadenas industriales y de suministro, así como en sectores emergentes como la inteligencia artificial y la economía verde.

La gira se produce en un momento crítico. Recientemente, el presidente estadounidense Donald Trump elevó significativamente los aranceles sobre productos chinos (hasta un 145%, según la fuente original), aunque ofreció una tregua temporal de 90 días a otros países asiáticos para negociar posibles concesiones. Vietnam, por ejemplo, se enfrenta a la amenaza de un arancel estadounidense del 46% a partir de julio, lo que ha intensificado sus esfuerzos por alcanzar acuerdos con Washington.

En este escenario, Xi Jinping busca posicionar a China como un socio comercial más predecible y estable frente a lo que se percibe como la volatilidad de las políticas estadounidenses bajo Trump.

"Es un intento de Xi para formar alianzas que le permitan contraatacar a Estados Unidos en la guerra comercial"

Impacto regional y proyectos estratégicos

Los países del Sudeste Asiático se encuentran en una encrucijada. Son rutas vitales para las exportaciones chinas que se dirigen, en parte, al mercado estadounidense, pero al mismo tiempo sienten la presión para diversificar sus vínculos comerciales y no depender excesivamente de Pekín o Washington.

Durante la visita de Xi a Vietnam, se espera la firma de cerca de 40 acuerdos bilaterales que abarcarán diversas áreas. Mientras tanto, Malasia y Camboya, que también enfrentan aranceles estadounidenses del 24% y 49% respectivamente, observan de cerca los movimientos diplomáticos y buscan vías para mitigar el impacto económico.

La infraestructura es otro pilar de la gira. Vietnam ya ha acordado preliminarmente utilizar préstamos chinos para desarrollar nuevas líneas ferroviarias que conecten ambos países, aunque los detalles financieros finales aún están por concretarse. Pekín también tiene interés en obtener la aprobación vietnamita para sus aviones comerciales COMAC y en reforzar su influencia en megaproyectos regionales como el potencial canal interoceánico de Tailandia y la ambiciosa red ferroviaria panasiática.

Análisis y reacciones internacionales

Expertos en política internacional interpretan esta gira como una pieza clave en la estrategia china para contrarrestar el intento de aislamiento promovido por Estados Unidos. "Es un intento de Xi para formar alianzas que le permitan contraatacar a Estados Unidos en la guerra comercial", señaló Lynette Ong, profesora de política china en la Universidad de Toronto.

Paralelamente, otras potencias como la Unión Europea también han intensificado sus contactos diplomáticos con China, con una cumbre bilateral prevista para el próximo mes de julio en Pekín.

La visita de Xi Jinping al Sudeste Asiático marca un momento crucial en la reconfiguración de las dinámicas comerciales globales y subraya el esfuerzo de China por fortalecer sus lazos con sus vecinos ante un panorama geopolítico cada vez más turbulento.