Fuerte respaldo a la Política Agrícola Común de la UE según el Eurobarómetro

El reciente estudio del Eurobarómetro ha puesto de manifiesto un respaldo histórico a la Política Agrícola Común (PAC) de la Unión Europea. Con una tasa de conocimiento público del 78%, el nivel más alto desde 2007, los ciudadanos europeos muestran una clara comprensión y aprecio por las políticas agrícolas comunitarias. El informe destaca que más del 70% está convencido de que la PAC cumple su función al proporcionar alimentos seguros, sanos y sostenibles.

La encuesta también resalta que ocho de cada diez encuestados creen en el papel crucial de la PAC para asegurar un suministro constante de alimentos. Asimismo, alrededor del 72% valora su contribución a la gestión sostenible de recursos naturales y al desarrollo tecnológico en los sectores agrícola y alimentario.

Un aspecto notable es el reconocimiento hacia los agricultores: el 92% considera vitales las zonas rurales para el futuro europeo, mientras que el 52% las califica como “muy importantes”. En términos financieros, más del 56% cree adecuado el nivel actual de ayudas económicas a los agricultores, reflejando un incremento significativo respecto al año anterior.

Además, casi nueve de cada diez personas apoyan las subvenciones destinadas a prácticas agrícolas beneficiosas para el clima y medio ambiente. Este sentimiento se refleja en declaraciones como “la agricultura ya ha hecho una contribución importante en la lucha contra el cambio climático”, compartida por el 62% de los encuestados.

En cuanto a prioridades futuras, garantizar precios razonables y sostenibilidad ambiental son temas predominantes para más del 90% de los participantes. Los acuerdos comerciales también son vistos positivamente; un amplio consenso sostiene que estos fomentan tanto las exportaciones agrícolas como las normas laborales y medioambientales europeas.

Finalmente, aunque hay un buen reconocimiento del logotipo ecológico europeo (56%), existe margen para mejorar en lo referente a otras etiquetas como IGP y DOP. Estos resultados subrayan no solo el éxito actual sino también áreas potenciales para fortalecer aún más esta política esencial para Europa.