EEUU y la UE anuncian dos megaproyectos de infraestructuras para rivalizar con la Ruta de la Seda China

Estados Unidos y la Unión Europea anunciaron este sábado dos megaproyectos de infraestructuras para conectar por tren y por mar Europa con Oriente Próximo e India. Los proyectos, enmarcados dentro de la Asociación para las Infraestructuras y la Inversión Globales (IIIA), buscan contrarrestar la influencia de China en el mundo con inversiones en infraestructuras en regiones clave.

El primer proyecto, el Corredor Económico India-Medio Oriente-Europa, conectará India con Europa a través de Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Jordania e Israel. El proyecto incluye la construcción de nuevas líneas de ferrocarril, autopistas y redes de telecomunicaciones.

El segundo proyecto, el Corredor Transafricano, conectará el puerto occidental de Angola con el océano Índico a través de la República Democrática del Congo y Zambia. El proyecto incluye la construcción de una nueva vía férrea de 2.500 kilómetros.

Ambos proyectos tienen un presupuesto estimado de 20.000 millones de dólares.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó los proyectos de "históricos" y dijo que ayudarían a "impulsar el comercio, suministrar recursos energéticos y mejorar la conectividad digital".

"Estos proyectos son una inversión en el futuro de nuestras economías y de nuestros países", dijo Biden. "Nos ayudarán a crear empleos, impulsar el crecimiento y construir un mundo más próspero e integrado"

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, también calificó los proyectos de "importantes" y dijo que ayudarían a "fortalecer la cooperación entre Europa y los países de la región".

"Estos proyectos son un símbolo de nuestro compromiso con el desarrollo sostenible y el crecimiento económico", dijo von der Leyen. "Nos ayudarán a crear un mundo más justo y equitativo"

Los proyectos han sido criticados por algunos analistas, que los consideran una mera respuesta a la iniciativa china de la Nueva Ruta de la Seda. Sin embargo, los responsables de Estados Unidos y la UE insisten en que los proyectos son necesarios para impulsar el desarrollo económico y la cooperación regional.