Panamá: claves económicas de un país entre dos continentes

El famoso Canal de Panamá, que une el Mar Caribe y el Océano Pacífico, en funcionamiento desde hace muchos años, ha llevado al país a convertirse en un hub internacional tanto para bienes, como para servicios y capitales. Además, desde 2019, el gobierno está llevando a cabo una política restrictiva para luchar contra la ralentización del crecimiento, la inflación y el desempleo, entre otros. Todos estos factores, junto a otros que analizamos en esta tribuna, pueden incrementar el atractivo del país para las empresas españolas de sectores diferentes a los que ya están presentes en el país.

La República de Panamá tiene una población de 4,2 millones, siendo uno de los países menos habitados de la América continental. Desde el punto de vista político e institucional, es un país democrático que goza de bastante estabilidad. Según CESCE, Panamá mantiene un riesgo global intermedio, debido a las perspectivas políticas y económicas a medio y largo plazo, y con un riesgo comercial bajo a corto plazo, al igual que Malasia, Francia o Taiwán.

Según el Banco Mundial, en 2020, el Producto Interior Bruto (PIB) de Panamá ascendió a 53.980 millones de dólares. Además, según el Fondo Monetario Internacional, ese mismo año, el PIB del país se redujo un 17,9% respecto al periodo anterior debido a la pandemia. No obstante, la economía atravesó una rápida recuperación en 2021, con un crecimiento del 15,3%, y se espera que continúe en 2022 (+7,5%) gracias a la reactivación del transporte y comercio mundial. En 2020, su deuda y déficit público se situaron en un 69% y 10% del PIB, respectivamente.

En cuanto a sus relaciones exteriores, históricamente Panamá ha adoptado una posición neutral y ha participado como mediador en varios conflictos regionales, como declaró en la 74º Asamblea General de Naciones Unidas en julio de 2019. Forma parte de numerosas organizaciones internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el Banco Centroamericano de Integración Económica o el Banco Mundial.

Su relación con la Unión Europea se articula, desde el 2012, en el marco de la Asociación UE-América Central, que surge de las negociaciones de los acuerdos de paz de Centroamérica en los años 80. No obstante, desde el año 2016 fue incluido por la UE en su lista “negra” de paraísos fiscales al considerar que es un país poco cooperador en materia fiscal. Esto supone un freno para el potencial desarrollo de las relaciones comerciales.

En las últimas décadas, las empresas españolas han adquirido un papel relevante en el desarrollo de proyectos de infraestructuras e ingeniería en el país, como la ampliación del Canal de Panamá (consorcio liderado por Sacyr con 11 empresas españolas), la construcción del Metro de Panamá (Typsa) o la rehabilitación y gestión del Astillero de Balboa (liderada por Servisur), entre otros.

En cuanto al comercio bilateral, en 2021, Panamá se situó en la 72ª posición, tanto en la lista de países de destino de exportación de bienes españoles como en el ranking de países de origen de importaciones de mercancías a España.

Para el mismo año, las exportaciones españolas al país ascendieron a 302,6 millones de euros, registrando un descenso del 34,5% respecto a 2019. Esta cifra representó el 0,1% del total de exportaciones españolas mundiales. Los principales productos españoles exportados ese año correspondieron a semimanufacturas (37,4% del total de las exportaciones), principalmente productos químicos (medicamentos y aceites esenciales); bienes de equipo, en concreto, máquinas y aparatos eléctricos y mecánicos (30,5%); y alimentación, bebidas y tabaco (15,2%), en especial, bebidas. España es el sexto proveedor de Panamá, solo por detrás de Estados Unidos, China, México, Costa Rica y Colombia.

En 2021 el valor de las importaciones españolas procedentes de Panamá alcanzó los 337,8 millones de euros, un 168,6% superior a las registradas en 2019 cuando se situaron en 125,8 millones de euros. Esta cifra representó el 0,11% de las importaciones totales españolas al mundo. Los principales productos canalizados desde Panamá a España en 2021 fueron materias primas– principalmente mineral de cobre, madera y hierro –, que representaron el 89,8% del total.

España, en 2021, obtuvo un saldo deficitario en sus relaciones comerciales con Panamá por valor de 35,3 millones de euros y una tasa de cobertura del 89,6%. Según el Registro español de inversiones, en 2020 (últimos datos disponibles), el stock de inversiones españolas en Panamá ascendió a 1.773,59 millones de euros, habiendo disminuido sensiblemente respecto a 2019 (2.026,9 M de euros) y 2018 (2.178,3 M de euros). La inversión se centra, por orden de importancia, en los siguientes sectores: servicios financieros (17,4% del total); suministro de energía (12%); extracción de petróleo (11,2%) y seguros (10,4%). Hay que decir que el país constituye el segundo destino de las inversiones españolas en Centroamérica y Caribe.

En 2020, el stock de inversiones panameñas en España alcanzó los 1.515,2 millones de euros (1.684,1 M de euros en 2019), siendo los principales sectores de destino el comercio al por mayor (33,7%), las actividades inmobiliarias (20,0%), la elaboración de bebidas (15,5% del total), las actividades de almacenamiento (8,5%) y la industria química (7,9%).

Desde el Club de Exportadores e Inversores creemos que las empresas españolas pueden encontrar oportunidades de negocio en Panamá más allá de los sectores tradicionales ligados a sus principales activos, como los servicios financieros, la logística, el sector marítimo (Canal de Suez) o la minería (Mina de Cobre de Panamá).

Su posición estratégica como centro económico e industrial de la región propicia oportunidades en otros sectores reactivos como telecomunicaciones, turismo, bienes raíces, energías renovables y transporte multimodal, entre muchos otros. Además, Panamá presenta grandes atractivos para el establecimiento de empresas, como son la estabilidad política, la protección a las inversiones extranjeras, la amplia oferta de servicios (legales, contables, financieros…) para empresas o las exenciones fiscales ligados a zonas económicas especiales (Zona Libre Comercio de Colón, Ciudad del Saber o Zona Económica Especial Panamá Pacífico). No obstante, las autoridades panameñas deben seguir trabajando para salir de la lista de “paraísos fiscales”, a través del refuerzo de mecanismos para garantizar la transparencia y mediante políticas que luchen contra el fraude fiscal, si desea convertirse en un destino prioritario para las empresas españolas.

Antonio Bonet,

presidente del Club de Exportadores e Inversores Españoles