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Sábado, 13 de Diciembre de 2025

Actualizada Sábado, 13 de Diciembre de 2025 a las 13:31:52 horas

Filipinas: potencial económico para las empresas españolas en el Sudeste Asiático

Antonio Bonet

Si analizamos las relaciones comerciales de Filipinas con España, éstas siguen reforzándose a pesar de la caída del comercio internacional en 2020.

Filipinas es uno de los mercados más occidentalizados del sudeste asiático, que se enorgullece además de haber logrado en los últimos años una mayor apertura a las inversiones extranjeras, una menor participación pública en el sector empresarial y un sistema bancario más fuerte. Hay que hacer constar también que, en el tercer trimestre de 2021, el Producto Interior Bruto del país superó las estimaciones de los analistas al reflejar un aumento del 7,1%.

 

Hablamos de un archipiélago que comprende más de 7.100 islas e islotes situados en la costa sudeste del continente asiático, con casi 110 millones de habitantes y una población joven (el 65% está en edad de trabajar), y que representa el segundo mayor mercado de la región después de Indonesia.

 

Su estructura económica está basada en diversos subsectores, destacando como el de mayor peso el comercio. Le siguen manufacturas, finanzas y seguros, otros servicios, construcción, servicios profesionales y comerciales y bienes inmuebles. Asimismo, la agricultura tiene un gran peso en la composición de su PIB. Filipinas es el mayor productor de coco del mundo, y también resulta muy significativa su posición como productos de arroz y de azúcar. Dentro del sector primario destaca asimismo su minería, mientras que en el sector industrial despuntan construcción y reparación naval, montaje de automóviles, fabricación de piezas aeroespaciales, electrónica, y la minería.

 

Otro asunto clave para la economía del país es la externalización de procesos de negocio (BPO). Un gran número empresas han establecido centros de llamadas y servicios de BPO en áreas clave de todo el país debido a su alto dominio del inglés hablado. Según el informe anual de la corporación IBM: “Global Location Trends”, Filipinas ha superado a India (tradicional líder de este mercado global) como primer destino de localización de BPO a nivel mundial.

 

En el ámbito exterior, el comercio representa casi un 65% del PIB del país. Hay que decir que Filipinas exportó en 2019 un total de 63.356 millones de euros, siendo el exportador número 43 en el mundo. Sus exportaciones incluyen semiconductores y productos electrónicos, equipos de transporte, prendas de vestir, productos de cobre, productos derivados del petróleo, aceite de coco y frutas.

 

A pesar del rápido crecimiento económico (Filipinas ha sido nombrada como una de las Economías Tiger Cub junto con Indonesia y Tailandia), el país tiene por delante varios desafíos para lograr que este desarrollo sea más inclusivo. Uno de sus principales problemas está relacionado con el alivio de las amplias disparidades de ingresos y crecimiento entre las diferentes regiones y clases socioeconómicas del país, la reducción de la corrupción y la inversión en la infraestructura necesaria para garantizar el crecimiento futuro. Específicamente en este tema (infraestructuras de transporte, agua y saneamiento, energías renovables, …) pueden surgir oportunidades muy interesantes para las empresas españolas. El hecho de que la sede del Banco Asiático de Desarrollo esté ubicada en Manila hace que comercialmente sea interesante para nuestras empresas establecerse allí o, al menos, visitar el país con frecuencia.

 

Las relaciones comerciales entre la UE y Filipinas se basan en el Acuerdo Marco Bilateral de Colaboración y Cooperación, en vigor desde marzo de 2018, que contiene compromisos de cooperación y diálogo en el ámbito político, social y económico.

 

En el ámbito comercial también muy importante la pertenencia de Filipinas a la ASEAN, Organización de Naciones del Sudeste Asiático, formada por 10 países y establecida en agosto de 1967, cuyo objetivo es cooperar para lograr un mayor desarrollo económico de los países integrantes y promover la paz y estabilidad regional. Además, el país es sede del Banco Asiático de Desarrollo, una organización financiera para el desarrollo económico de Asia y el Pacífico, que vela por la erradicación de la pobreza y, con este fin, provee de préstamos y de colaboración técnica.

 

Si analizamos las relaciones comerciales de Filipinas con España, éstas siguen reforzándose a pesar de la caída del comercio internacional en 2020. De hecho, se han multiplicado por 3,7 las exportaciones españolas a Filipinas en la última década, y cada vez va calando más una imagen de España como un país con una tecnología competitiva. No hay que perder de vista que Filipinas fue durante más de trescientos años una colonia española y que, por esta razón, en nuestras relaciones bilaterales destacan tres componentes: las relaciones comerciales, la cooperación al desarrollo y la penetración cultural del español.

 

A este respecto, un campo fundamental en el vínculo entre los dos países es y ha sido el de la cooperación. España tiene un especial compromiso con Filipinas, hasta el punto de que ha sido el primer donante europeo de ayuda al país y el quinto del mundo a nivel bilateral.

 

Otro asunto muy interesante de las relaciones entre España y Filipinas es la existencia de un Convenio para evitar la Doble Imposición. Fue firmado en marzo de 1989 y ratificado en septiembre de 1994. Gracias a él los beneficios de las empresas con sucursales, filiales o trabajos realizados en ambos países no están sometidos a doble imposición, un aspecto muy interesante para hacer negocios en el país. Además, Filipinas firmó con España en 1994 un Acuerdo de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones.

 

Hay que señalar también que entre los sectores y productos de oportunidad para España destacan las bebidas y vinos, carne, máquinas y aparatos mecánicos, materiales plásticos y productos farmacéuticos, así como todo lo relacionado con infraestructuras.

 

En definitiva, las previsiones de crecimiento, como pone de manifiesto el FMI, son muy positivas como consecuencia del comportamiento expansivo de la población y una fuerza laboral amplia y joven. A este respecto, se prevé que la economía filipina sea la quinta más grande de Asia y la 16ª más grande del mundo para 2050.

 

En este punto, las políticas gubernamentales previstas se orientan hacia la consolidación de la expansión económica, la reforma del sistema impositivo, el aumento del gasto social y el fomento de la inversión extranjera y la competencia. A ello se deberá sumar una mejora de las infraestructuras y del entorno empresarial si Filipinas quiere alcanzar un mayor nivel de desarrollo económico.

 

Antonio Bonet,

presidente del Club de Exportadores e Inversores

 

 

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