Día Jueves, 08 de Enero de 2026
El pasado 17 de mayo el presidente estadounidense Donald Trump anunció que reduciría al 25% los aranceles al acero turco, frente al 50% en el que se encuentran desde el pasado mes de agosto.
La escalada de tensión que se produjo entonces entre Turquía y EE.UU ante la negativa del presidente Erdogan de liberar al pastor anglicano Andrew Brunson, que se encontraba en prisión acusado de cargos de espionaje, llevó al mandatario estadounidense a penalizar las importaciones procedentes de Turquía.
El recrudecimiento de las relaciones con EE.UU supuso un punto de inflexión para el país euroasiático, que se encontraba en el punto de mira de los inversores internacionales. La medida estadounidense desembocó en una enorme salida de capitales, hundió la lira y disparó la morosidad, ya que gran parte del sector empresarial estaba endeudado a corto plazo y en moneda extranjera. Esta situación ha terminado por contagiar al sistema bancario que ha tenido que ser apoyado por el Estado mediante inyecciones de liquidez. Es seguro, pues, que Erdogán agradecerá la anulación de esta medida proteccionista, causante de un auténtico terremoto económico que ha llevado al país a la recesión.
Fuente: CESCE










































