Día Viernes, 03 de Octubre de 2025
La economía chilena ha registrado un crecimiento del 2,8% interanual en el tercer trimestre, lo que representa la primera desaceleración desde principios de 2007.
Tras crecer un 5,4% en el trimestre anterior, este menor dinamismo obedece, en parte, a la caída del precio del cobre. La minería, una de las principales actividades económicas del país, disminuyó considerablemente su producción (cayó 2,7% con respecto al trimestre anterior), lo que afectó notablemente las cifras económicas.
Destaca el retroceso de la actividad cuprífera, que bajó un 2,6%. No sorprende que la desaceleración de la economía latinoamericana coincida con las crecientes tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, el último de los cuales es el mayor socio comercial y comprador de cobre de Chile. No obstante, también incidieron factores internos: el desempleo alcanzó un máximo de siete años en julio y agosto, lo que afectó la demanda de los consumidores.
El consenso de analistas es que la desaceleración no debería durar gracias a que la inversión continúa aumentando y el mercado laboral muestra algunas señales de recuperación. El motor de crecimiento fue la inversión, que creció a una tasa de 7,1%, su mayor nivel desde el segundo cuarto de 2013, y que contrastó en parte el freno de las exportaciones. Las previsiones del FMI para el conjunto del año son del 3,9%, lo que supondría su mejor desempeño desde 2013