Día Viernes, 26 de Septiembre de 2025
La agencia de calificación Fitch ha cambiado el pasado 1 de noviembre de "estable" a "negativa" la perspectiva de la deuda soberana de México debido a los efectos potenciales de las políticas del presidente electo Andrés Manuel López Obrador.
El desencadenante última fue su decisión, apoyado en una controvertida consulta popular, de cancelar la construcción del principal proyecto de infraestructura de este sexenio, el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México que lleva, además, un avance de más del 20%. El referéndum, mal organizado, apenas contó con la participación de un 1% del padrón electoral del país. Además, el sector privado había dado un fuerte respaldo al aeropuerto. López Obrador lo ha calificado de dispendio y, en lugar de ello, afirma que planea mejorar aeropuertos ya existentes. Esta decisión ha despertado todos los fantasmas que surgieron tras su triunfo electoral el pasado 1 de julio. Además, ha dicho que revisará los contratos de concesiones para exploración petrolífera otorgados durante el gobierno del actual presidente Enrique Peña Nieto, pero no los cancelará si fueron otorgados de forma justa. Existe el temor de que futuros contratos de exploración sean demorados o cancelados. Hasta el momento, el presidente electo tan solo había estado haciendo declaraciones y repitiendo promesas de campaña con lo que los mercados se mantenían a la expectativa, y con relativa calma, de conocer en detalle su programa político y su aplicación una vez tomase posesión el próximo 1 de diciembre. La cancelación del proyecto del aeropuerto genera una gran incertidumbre. Habrá que esperar a la presentación de los Presupuestos Generales del Estado, el próximo 15 de diciembre, para conocer las líneas maestras de su mandato. De hecho, una de las razones de las calificadoras para poner en perspectiva negativa la deuda es que algunas de las promesas de campaña hechas por Morena, partido del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, como el aumento en las pensiones, ayudas a los jóvenes, eliminación IVA en frontera entre otros, podrían ser difíciles de incorporar dentro del presupuesto de 2019 sin generar presión sobre las finanzas públicas