España, el déficit comercial se amplía, sobre todo por el componente energético

A pesar del intenso vigor de las exportaciones, que crecieron un 8,9%, el mayor avance en seis años y superior a los ritmos de nuestros socios (+7,2% en la UEM), en 2017 el déficit comercial se amplió hasta el 2,1% del PIB (1,6% anterior). Ello fue consecuencia del mayor empuje las importaciones (+10,5%, el ritmo más alto desde 2010), derivado, sobre todo, del encarecimiento de la factura energética: a este respecto, el déficit energético quebró la senda de mejoría de los últimos cuatro años y explica tres cuartas partes del mayor déficit total. En todo caso, la balanza no energética también empeoró, ya que registró el mayor saldo negativo en seis años: en este caso, sobresale el deterioro del superávit del sector del automóvil, motivado por el estancamiento de las exportaciones.

Los sectores que más contribuyeron al dinamismo de las exportaciones el pasado año fueron productos energéticos, destinados a Holanda, Estados Unidos y Francia, y bienes de equipo, dirigidos a Alemania, Estados Unidos y Portugal. En cuanto a las importaciones, también son las energéticas las que explican en mayor medida el repunte, sobre todo las de Libia y Nigeria; le siguen a cierta distancia las de bienes de equipo, procedentes de Alemania y China.

El fuerte ritmo de las exportaciones, que registraron un nuevo récord histórico (277.126 millones de euros), está en línea con la creciente internalización de la economía y la ampliación de la base exportadora. En este sentido, asistimos a la continua incorporación de nuevas empresas al proceso exportador: en 2017 se registraron 161.454 exportadores, un 8,5% más que el año anterior.

En dic-17, por primera vez en tres meses, el déficit comercial se redujo un 16,2% interanual hasta 2.050 millones de euros. Esta mejoría se debió al mayor dinamismo de las exportaciones (+6% vs +3,6% las importaciones), si bien es cierto que en ambos casos se produce una ralentización respecto a los ritmos anteriores: se trata de los menores avances en cinco y ocho meses, respectivamente.

Como consecuencia del leve aumento de sus precios (+1,2%), las exportaciones en volumen crecieron algo menos que en términos nominales (+4,7%). En el caso de las importaciones, sus precios crecieron un 2%, lo que da un avance en volumen del 1,6%.  

En el conjunto del pasado ejercicio, el déficit comercial ascendió a 24.744 millones de euros, un 31,9% más que en 2016. En términos relativos, dicha cantidad representa el 2,1% del PIB (1,6% anterior).

En 2017 empeoraron los dos componentes de la balanza comercial. Por un lado, el déficit energético aumentó un 27,6% hasta 20.721 millones de euros. En cuanto a la balanza no energética, registró un déficit de 4.023 millones, un 59,9% superior al de un año antes: por sectores, mejoraron los saldos de alimentos, productos químicos y, sobre todo, bienes de consumo; en cambio, empeoraron los de materias primas y, en especial, automóvil.

Por áreas geográficas, el superávit con la UE ascendió a 16.336 millones de euros, el más alto en cuatro años, mientras que el déficit con el resto del mundo también se amplió hasta máximos desde 2012 (41.080 millones).

Por el lado de las exportaciones:

Por destinos, las exportaciones extracomunitarias fueron las más dinámicas (+10,6% vs +8% las destinadas a la UE). Los países con mayores contribuciones positivas a la tasa general fueron Francia (1,2 puntos), por las mayores ventas de productos energéticos, Alemania (0,9 puntos), por bienes de equipo, e Italia (0,8 puntos), por alimentos y energía. Por el contrario, restaron crecimiento Argelia (-0,1 puntos), por las menores exportaciones de semimanufacturas, Irlanda (-0,1 puntos), por manufacturas de consumo, y Reino Unido (-0,1 puntos), por automóvil.

Por productos, sólo restaron crecimiento otras mercancías (-0,3 puntos), mientras que, por el lado positivo, destacan, sobre todo, bienes de equipo (1,9 puntos) y productos energéticos (2,5 puntos). 

Por el lado de las importaciones:

Por áreas geográficas, las compras a los socios de la UE crecen un 6,4%, casi 10 puntos menos que las procedentes de resto de países (+15,8%).

Por lo que respecta a los países con una mayor aportación positiva a la tasa general, fueron Francia (1,1 puntos), impulsadas por las compras de energía, Italia (0,8 puntos), también por energía, y Alemania (0,8 puntos), por bienes de equipo y automóvil. Por su parte, restaron crecimiento Guinea Ecuatorial (-0,1 puntos), por las menores compras de productos energéticos, y Hungría (-0,1 puntos), por automóvil.

Por productos, restaron crecimiento las otras mercancías (-0,1 puntos), en contraste con las contribuciones positivas de bienes de equipo (1,7 puntos) y energía (3,9 puntos).