Notable mejoría de las perspectivas de los ratings

Tres factores dan soporte a esta tendencia: la robustez del crecimiento global, la relativa estabilidad de los precios de las commodities y el mantenimiento de las políticas monetarias expansivas. Las previsiones llegan solo hasta finales de 2019. A partir de esa fecha, hay muchas incertidumbres en la política, en la política económica y, en particular, en el ajuste de la política monetaria.

Sobre este último aspecto la agencia destaca que muchos países no están preparados para lidiar con tipos de interés más elevados, sobre todo teniendo en cuenta que el nivel global de la deuda es muy alto. La nueva situación también es la consecuencia de una concatenación de varios años en la degradación de los ratings. Los Estados e instituciones financieras calificados con las mejores notas (desde A hasta AAA) representaban el 37% de los calificados a finales de 2017. Hace diez años este ratio era del 54%. La agencia ha previsto un crecimiento global del 3,3% para 2018.