Día Lunes, 15 de Diciembre de 2025
El Observatorio Económico de Andalucía, con la colaboración de la Fundación Cámara, ha presentado “Economía andaluza. Primer trimestre de 2016”, realizado con el apoyo técnico de la Universidad Pablo de Olavide.
El indicador
El Índice de Confianza Empresarial Armonizado de Andalucía, elaborado por el IECA en colaboración con las Cámaras de Comercio de Andalucía, muestra una ligera caída desde que se iniciara el año.
También lo hace el balance de situación (diferencias entre valoraciones positivas y negativas), aunque el balance de expectativas mejora para el segundo trimestre de 2016.
Estimación del crecimiento
En el primer trimestre de 2016 el crecimiento de la economía andaluza fue inferior en dos décimas al estimado para el trimestre anterior. El Indicador Sintético de Actividad para Andalucía del Observatorio Económico de Andalucía (IOEA) estima para dicho trimestre un crecimiento intertrimestral del Producto Interior Bruto (PIB) andaluz del 0,7 %. Esta estimación es una décima inferior al indicador adelantado por el INE para el conjunto de España.
Con este dato, el crecimiento interanual andaluz estimado para el primer trimestre fue del 3,6 %, dos décimas superior al crecimiento del PIB español. Un crecimiento relativamente elevado, gracias al buen comportamiento de los trimestres precedentes.
Al igual que en trimestres anteriores, destaca la demanda interna como principal factor del crecimiento, siendo significativa dentro de ella la aportación del consumo de las familias, mientras que la inversión creció con menor intensidad. Entre los factores externos destaca de nuevo el efecto favorable de los precios energéticos, pues, a pesar de haber alcanzado el mínimo varios meses atrás, la caída del precio de crudo eleva la renta disponible de las familias, y por ello favorece el aumento del consumo en términos reales. Por último, el turismo sigue marcando registros muy positivos, aunque reduciendo su intensidad en relación con trimestres anteriores.
Por el lado de la demanda
A pesar de que la confianza de los consumidores alcanzó máximos a principios de año, debilitándose desde entonces y adelantando un eventual cambio de fase cíclica, durante el primer trimestre de 2016 el crecimiento del consumo de las familias fue semejante al de los trimestres precedentes. No se puede afirmar lo mismo de la inversión, para la cual los indicadores muestran un cierto debilitamiento. Igualmente sucedió con la demanda externa, muy condicionada en todo caso por la evolución de las importaciones de crudo y las exportaciones de refino.
Por tanto, la demanda interna es la que contribuye más intensamente al crecimiento y, con particular importancia, el consumo. Algunos de sus indicadores lo ponen de manifiesto, como el consumo al por menor, que marca registros muy positivos en el primer trimestre del año en curso (4,5 %), siendo relevante el aumento del consumo de bienes duraderos, ejemplificado en las matriculaciones de turismos, que siguen creciendo a buen ritmo (13,6 %). Las razones para la buena dinámica del consumo privado son tanto la mejora del empleo como de la mencionada confianza de las familias. Sin embargo, se observa un menor crecimiento del crédito a largo plazo, tanto a familias como a empresas, a pesar de que el dato del último mes disponible (marzo) ha sido mejor de lo esperado. Esto lleva a suponer que probablemente se haya alcanzado un máximo en el crecimiento del consumo de bienes duraderos.
Por su parte, el consumo público reduce su aportación al crecimiento del PIB andaluz. Un año después de las últimas elecciones regionales y municipales, el ciclo político provoca menores crecimientos tanto en empleo público como en inversión. Indicadores como los afiliados del sector público, con un crecimiento interanual del -15, 5 % de media en el primer trimestre, así lo confirman.
Como se ha señalado, la aportación de la inversión a la demanda interna se debilita, motivada por el menor aumento del crédito de los hogares y por un empeoramiento de las expectativas empresariales, entre otros factores. En particular, las transmisiones de propiedades inmobiliarias encadenan dos trimestres consecutivos de caída interanual (-1,7 % y -0,7 % para el cuarto trimestre de 2015 y primero de 2016 respectivamente), mientras que la constitución de nuevas hipotecas ha reducido a la mitad su crecimiento en los dos primeros meses del año. A esta moderación de la aportación de las actividades inmobiliarias también contribuye la fuerte caída de la licitación oficial (-54,0 %). No obstante, debemos indicar que los visados de obra nueva, en especial edificación, han repuntado durante este trimestre, con tasas de crecimiento del 25,2 % respecto al cuarto trimestre de 2015.
Por último, y ya en la demanda externa, las importaciones muestran una intensa caída en términos interanuales (-12,7 %) mientras que las exportaciones apenas si crecen algunas décimas (0,5 %). No obstante, en estas cifras incide de manera importante la caída del precio del crudo, quizás el más relevante a la hora de valorar las importaciones andaluzas y uno de los más importantes de las exportaciones, donde el peso del refino de petróleo es cada vez mayor. Descontado el efecto precio en ambas partidas, el crecimiento en términos reales interanual es del 3,8 % para las importaciones y del 6,7 % para las exportaciones, lo que supone, a diferencia de los valores en términos corrientes, una aportación positiva del sector exterior al crecimiento regional.
Por último, y de nuevo un trimestre más, hay que destacar la aportación al crecimiento del sector turístico regional, con tasas de crecimiento elevadas para los primeros meses del año. Tanto las pernoctaciones como el número de viajeros o el transporte aéreo de pasajeros mantienen un crecimiento intenso, con cifras que oscilan en torno al 17 % interanual. La coyuntura económica en los principales países de origen de los turistas, la inestabilidad política de algunos de los destinos turísticos con los que Andalucía compite, la calidad y competitividad de la oferta turística, así como los esfuerzos por encontrar nuevos mercados y de reducir la estacionalidad del sector, explican la dinámica tan positiva del turismo en los últimos trimestres.
Por el lado de la oferta
Los servicios siguen explicando gran parte del crecimiento regional, tanto por su peso en la actividad económica como por su propia evolución. El índice de actividad de los servicios, sigue creciendo a tasas superiores al 3 %, aunque en este trimestre con una cierta moderación respecto al cuarto trimestre de 2015, y ya se ha comentado la positiva evolución el sector turístico.
Por el contrario, los datos de industria no han sido positivos, ya que el Índice de Producción Industrial de Andalucía ha crecido en el primer trimestre tan solo un 0,5 %, pues, aunque la producción de bienes de consumo muestra una dinámica positiva, su crecimiento ha sido el justo para compensar las caídas en el resto de la producción de otros tipos de bienes, con especial mención a los bienes energéticos, claramente influido por la evolución de sus precios. Esta moderación del crecimiento llega aún con un nivel de producción un 30 % inferior al previo a la crisis. Por último, la construcción frena claramente su recuperación, con una sensible contracción del consumo de cemento y con apenas un leve crecimiento del empleo (1,4 % sectorial frente al 4,9 % para el conjunto de la economía andaluza).
Para el II trimestre de 2016 se espera menor crecimiento...
Durante las últimas semanas, el conjunto de indicadores con los que se predice la coyuntura de la economía andaluza mostraron una tendencia a un menor crecimiento. Sin embargo, los datos de empleo, tanto los de la Encuesta de Población Activa (4,9 %) como los de afiliación (1,9 %) han mejorado ligeramente las estimaciones para el segundo trimestre de 2016.
Aunque no se esperan cambios significativos hasta finales del segundo trimestre, por las razones argumentadas anteriormente, sí parece confirmarse que la evolución hacia un escenario de menor crecimiento económico va a ser muy gradual. Así, para el segundo trimestre de 2016 se espera un crecimiento ligeramente inferior al del primer trimestre, aunque con el redondeo se calcula en un valor similar, 0,7 % intertrimestral.
Previsiones del panel de expertos para 2016
La evolución del primer trimestre de 2016 y los datos adelantados para el segundo, tanto para la economía andaluza como para su entorno, ponen de manifiesto que la desaceleración que se anunciaba se está produciendo, pero con una intensidad menor de la prevista a comienzos del año. No obstante, la incertidumbre sigue siendo elevada, por lo que el futuro próximo vendrá determinado por la resultante de dos vectores de fuerzas con tendencias opuestas: por un lado, los efectos positivos sobre la economía andaluza de la inercia del crecimiento, protagonizado fundamentalmente por el consumo interno y externo y, en sentido opuesto, por la limitada inversión empresarial y por la indecisión de los gobiernos en poner en marcha políticas de oferta que mejoren la capacidad competitiva.
En el ámbito externo el crecimiento mundial se ha estabilizado, pero los riesgos son múltiples, desde los más profundos y de efectos desconocidos, como el elevado endeudamiento y la limitación de la política monetaria para relanzar la economía, hasta los efectos de la desaceleración estructural de la economía china, el limitado crecimiento de las economías desarrolladas y la recesión en algunos de los países emergentes más destacados.
En este marco internacional las previsiones siguen apuntando a que España mantendrá un crecimiento diferencial respecto a la Zona Euro, aunque el incumplimiento de los objetivos de déficit obligará a ajustes fiscales y la situación de interinidad política y de inseguridad de los resultados electorales provocan el aplazamiento de decisiones económicas públicas y privadas que incidirán en los resultados económicos del año.
La economía andaluza se verá afectada por los condicionantes externos anteriormente referidos, pero la dinámica empleo/consumo privado seguirá ejerciendo el papel tractor en los próximos meses, y se intensificará el efecto positivo del turismo en los trimestres centrales del año con mayor intensidad que en años anteriores. Frente a ello, la debilidad de la inversión privada y las restricciones para el crecimiento del gasto público marcarán la tendencia a la desaceleración de la economía andaluza, de forma más significativa después del verano.
Por todo ello, el panel de expertos del Observatorio Económico de Andalucía prevé un crecimiento para el año 2016 en una horquilla entre el 2,3 y el 3% del PIB, con un valor medio del 2,5%.
El informe incluye un indicador sintético que estima el crecimiento de la economía andaluza en el primer trimestre de 2016 y una estimación adelantada (“en tiempo real”) del segundo trimestre 2016, así como las previsiones para el conjunto del año
Evolución del PIB Per Cápita Comparado
La crisis iniciada en 2008 puso fin a un patrón de crecimiento basado en el uso del crédito y en una burbuja que alimentaba especialmente a sectores poco productivos, como los vinculados con la construcción. Además, la crisis de deuda, derivada de la primera crisis, y cuyos efectos más intensos llegaron dos años después, obligó a los países de la Zona Euro a ajustes fiscales, lo que llevó a una segunda recesión. Ambas recesiones generaron una caída del PIB per cápita, con máximos de divergencia respecto a los niveles previos a la crisis en España y Andalucía para el segundo trimestre de 2013. Desde entonces ni España ni Andalucía, ni tampoco la UE, han sido capaces de recuperar los niveles previos a la crisis.
En el gráfico se observan ambas recesiones y su efecto en las diferentes economías representadas. Mientras EE.UU. alcanza de nuevo los niveles de PIB per cápita de 2008 a mediados de 2012, la Zona Euro lo hará probablemente a finales de este año, más de cuatro años después que en EE.UU. Sin embargo, España, cuya divergencia con Europa se produce a partir del control del gasto público, no alcanzará dicho nivel antes de mediados de 2018. Andalucía, donde el peso de las AAPP es mayor, lo que podría explicar la divergencia de 3-4 puntos porcentuales con España, tardará al menos un año más en recuperar los niveles de PIB per cápita previos a la crisis, en el supuesto de que se mantenga un nivel de crecimiento del 2,4 % par 2016 y 1,7 % para 2017 y 2018.
Resumen de Indicadores de Coyuntura
![[Img #18602]](upload/img/periodico/img_18602.jpg)































