Día Jueves, 08 de Enero de 2026
En un informe interno destinado a la mejora del crecimiento de las empresas y realizado a más de 150 compañías por esta plataforma especializada en el servicio integral corporativo revela que más del 50% no crecen fuera de España por la complicación del idioma mientras que un 25% si se lo plantean pero en la Unión Europea y el resto han apostado por países de habla hispana en su expansión.
Los idiomas siguen siendo la asignatura pendiente de los empresarios españoles según un informe de Caralin Group, plataforma especializada en el servicio integral a empresas e intermediación comercial.
En un informe realizado sobre una base estadística de 150 compañías y presentado en Madrid ante más de 50 empresarios revela que más del 50% no crecen fuera de España por la complicación del idioma. De este porcentaje, un 40% entienden y pueden participar en conversaciones de negocio, pero no cuentan con las habilidades necesarias para participar en negociaciones o presentar estrategias de empresa. El 10% restante contrataría a alguien para representar a la empresa pero las experiencias que han tenidos no han sido todo lo positivas que deberían ya que sólo un 20% de la población adulta en España habla inglés.
La negociación, los contratos, las diferencias en la legislación son algunas de las trabas que los empresarios ven a la hora de expandir su negocio en otros países. España es el cuarto país de la UE en el que menos adultos hablan un idioma extranjero por detrás de Rumania, Hungría y Portugal. “Sea cual sea el puesto de trabajo o la formación, ser capaz de comunicarte en otra lengua eleva hasta un 44% las posibilidades de cerrar un contrato en un mundo laboral cada vez más globalizado e interactivo en el que el conocimientos de idiomas se ha vuelto indispensable”, explica Juan Carlos Maté, director general de Caralin Group.
La negociación, los contratos, las diferencias en la legislación son algunas de las trabas que los empresarios ven a la hora de expandir su negocio en otros países
Caralin Group es una compañía especializada en la externalización de servicios de otras empresas y en la intermediación comercial. Desde financiación para empresas, a un helicóptero, jet privado, detectives, un catering hasta la presentación de grandes compañías para conseguir hacer negocio ha tenido una evolución muy positiva de crecimiento en facturación como en servicios y clientes en estos años de vigencia de la empresa. Si al finalizar 2007, año de su inicio, Caralin había alcanzado los 59.000 euros, en 2009 la compañía rozó los 624.000 euros y finalizado el año 2014 alcanzó una cifra de negocio de algo más de 1 millón de euros.
Caralin Group se preocupa de la calidad de su servicio y de que el cliente en todo momento este cómodo externalizando sus servicios. “La empresa trata directamente con la cúpula directiva de las empresas con las que trabajan, eliminando intermediarios y siendo la comunicación mucho más fluida. Aporta transparencia al sector ya que el pago de los servicios lo hace el proveedor no el cliente. Si se consigue un servicio más barato para un cliente, se negocia con el proveedor para cobrar del margen aplicado y no de la subida al cliente y cuida a los trabajadores en cada una de las áreas para evitar la rotación de personal y la perdida de calidad del servicio por ello”, explica Juan Carlos Maté, presidente del grupo.

































