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Viernes, 05 de Diciembre de 2025

Actualizada Viernes, 05 de Diciembre de 2025 a las 21:09:06 horas

Juan Carlos I ha sido el primer y único monarca español en pisar suelo americano desde 1492

Iberoamérica reconoce la gran labor del rey Juan Carlos I

Tomás Pablo

Hemos conocido el anuncio de su majestad el rey de España, Juan Carlos I, de abdicar en favor de su hijo, el príncipe de Asturias, que asumirá la jefatura del Estado como Felipe VI.

En Iberoamérica, Juan Carlos I ha sido el primer y único monarca español en pisar suelo americano desde 1492. Desde el momento en que lo hizo se prodigó intensamente en conseguir acercar España a países que por la coyuntura política de la época se encontraban distanciados, y colaboró junto a otros presidentes en fortalecer los lazos entre todos los integrantes de esta comunidad de naciones. El primero de los 102 Estados que visitó en sus 241 viajes oficiales fue República Dominicana, primera capital de España en el Nuevo Mundo; lo hizo en mayo de 1976. El continente al que más acudió fue a América -80- veces- y luego a Europa -76-, en los 39 años en que le ha tocado reinar.

[Img #6394]Entre los más visitados figuran Estados Unidos, Portugal, Alemania, Kuwait, Arabia Saudita, México, Argentina, Italia, Chile, Colombia y el Estado Vaticano.

A partir de la consolidación de la democracia en España, Portugal y América Latina, y más allá de los vínculos históricos que nos unen desde hace varios siglos, Juan Carlos I fue un gran impulsor de las Cumbres Iberoamericanas, que han servido por sobre todo para ir generando las confianzas perdidas en el pasado y han conseguido acercar orillas y derribar barreras entre los propios países de la región.

 

Catalizador de la inversión

Nadie puede ignorar que en los últimos treinta y cinco años el incremento de las relaciones entre los Estados de América Latina y de la península ibérica ha sido exponencial. Han tocado todo: materias políticas, económicas, sociales, culturales, científico-técnico o comunicacionales. La Corona española ha puesto el máximo apoyo e interés en que esto así aconteciera.

Si analizamos lo ocurrido en la vertiente económica, la inversión directa empresarial de España en América Latina ha sido espectacular: supera los 115.000 millones de euros (más de 150.000 millones de dólares), cantidad que está por encima del producto interno bruto (PIB) de más de algún país americano. Esto se fue extendiendo a las empresas latinas y hoy vemos a empresarios chilenos, brasileños, mexicanos, colombianos, peruanos, uruguayos o argentinos invirtiendo entre Canadá a la Patagonia como si nada. Algunos ya han dado el salto a España, Portugal o Andorra.

Fueron muchas las ocasiones en que el rey Juan Carlos presidió delegaciones multitudinarias de empresarios de todos los tamaños, que llegaban con la intención de invertir o impulsar el comercio de sus empresas, los animaba a que estrecharan relaciones, creando interdependencias de toda clase que nos han ido unido cada vez más. Y no solo fue la llegada de capital, hubo cambios en la gestión de las compañías, se trajeron nuevos conocimientos, se introdujeron nuevas tecnologías y mejoraron los servicios y sobre todo se introdujo una nueva forma de relacionarse con los clientes.

 

Amigo de Latinoamérica

En América Latina, el rey Juan Carlos I ha recibido un trato preferente por todos los presidentes no solo por ser quien es, sino, en nuestro parecer más valioso, por ser una persona cercana, afable y amigo de todos, ganándose el cariño y aprecio con quienes departió en aquellos sitios donde le tocó acudir.

Su sucesor, el futuro Felipe VI, conoce muy bien el entorno latinoamericano, ha estado representando a España en un sinnúmero de cambios de Gobierno; en ocasiones ha presidido delegaciones de empresarios siguiendo con la tarea iniciada por el rey, intentando abrir nuevos nichos al encuentro y la cooperación. 

Curiosamente el destino ha querido que el último país al que acudiera como rey fuese Chile -el más alejado en lo geográfico de España, pero muy cercano y próximo en lo afectivo- en junio de 2012. Estuvo en total cinco veces. España en Chile ostenta el liderazgo de ser el que mantiene un mayor stock de inversiones, existe un número muy alto de españoles que se han integrado perfectamente entre los chilenos. En los últimos años, profesionales y técnicos ibéricos han apostado por aportar sus conocimientos y experiencia al desarrollo local. A su vez, son numerosos los chilenos -autoridades, profesionales, estudiantes, turistas- que acuden de modo constante a España, con motivaciones varias, y somos unos cuantos los que hemos hecho de ella nuestra segunda casa. 

Simplemente nos resta felicitar a Juan Carlos I, agradecer su gran tarea por avanzar hacia una gran Iberoamérica, unida y cercana a todos los que en ella habitamos, y damos la bienvenida a Felipe VI, al que auguramos un buen reinado.

 

Tomás Pablo Roa, Presidente Ejecutivo de Wolf y Pablo Consultores, S.L.
 

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