Día Martes, 09 de Diciembre de 2025
En un mundo ecléctico, donde se suceden y atropellan las manifestaciones artísticas, sus soportes y las nuevas tendencias; donde el poso de un artista viene a suplirlo la vanguardia emergente que con descaro muchas veces pasa y atropella el arte de los que no con poco esfuerzo siguen fieles a su buen hacer, surge Daniel Merino. Uno de esos artistas que hacen, viven y gozan con el arte y del arte. Es pintor de vocación, deformación y de oficio.
Su pintura tiene una lógica evolución pues son ya varias las décadas que lleva pintando. Pero es fácil de reconocer. Es un artista que no pinta lo que ve, sino lo que piensa y sus pensamientos son bellas ensoñaciones donde lo real y lo fantástico se entremezclan produciendo un efecto de curiosa semiinconsciencia. Sus figuras anónimas, ataviadas con suntuosos trajes o máscaras carnavalescas, sus bodegones ingrávidos parecen flotar en la atmósfera que se respira en todos sus cuadros.
Su pintura está llena de dina-mismo, pero éste es un movimiento congelado donde parece que se ha paralizado la imagen por una instantánea realizada. Su paleta de colores es muy rica y sus tonalidades muestran una amplia escalera donde los azules toman su importancia.
En la pintura de Daniel Merino se aprecia música y lirismo. No en vano es un gran melómano
Es una pintura bella. Parece poco moderno hablar de belleza en la pintura porque ahora lo bello no se estila, no es ni un fin ni un medio para mostrar lo que los artistas llevan dentro, el diálogo que nos ofrecen es muy distinto. Pero Daniel Merino sigue fiel a esa elegancia en el trazo y crea esas mágicas escenas donde magos, brujos, niños, caballeros y damas se suceden en un estallido de magia y de color.
En su pintura se aprecia música y lirismo. No en vano es un gran melómano y también ha probado suerte como tenor, llegando a cantar en el Liceo de Barcelona. Es un personaje sencillo, pausado, reflexivo. Y ese pensamiento es el de un pintor.
Daniel Merino busca inquieto. Lo es en su pintura, pero también en su exposición. Actualmente, tiene dos exposiciones paralelas: en Lorca y en Zaragoza. Su pintura viaja por la geografía española y también ha conocido varios países extranjeros donde han podido apreciar la estética de este autor.




























