La hegemonía del dólar, el fin del gas ruso en la UE y la nueva estrategia de seguridad de EE.UU. marcan la agenda económica global

El panorama financiero internacional reafirma, una vez más, la supremacía de la divisa norteamericana. Según los últimos datos de la UNCTAD, el dólar participa en el 90% de las transacciones de divisas a nivel global. Su influencia se ha disparado en el sistema SWIFT, donde su cuota de mercado ha crecido diez puntos en el último lustro, alcanzando el 50% de los pagos procesados. Aunque su peso en las reservas de los bancos centrales ha caído levemente hasta el 55%, esta reducción no ha beneficiado a una única moneda rival, sino que se ha dispersado entre divisas como el euro, el renminbi y el oro. Esta hegemonía otorga a Washington una ventaja geopolítica clave, pero expone a los países en desarrollo a una alta vulnerabilidad cambiaria por su deuda emitida en "billetes verdes".

Giro energético en Europa y estancamiento en el frente ucraniano En una decisión de calado estratégico, los Veintisiete han acordado detener de forma permanente la importación de gas ruso y eliminar gradualmente el petróleo de este origen. El calendario pactado fija el fin de las compras de Gas Natural Licuado (GNL) para finales de 2026 y del gas por tubería para septiembre de 2027. Pese a la oposición de Hungría, que impugnará la medida, Bruselas busca cerrar el grifo de financiación al Kremlin.

Paralelamente, el conflicto en Ucrania sigue sin visos de solución. Pese al apoyo reafirmado por Alemania, Francia y Reino Unido a Kiev, la presión de EE.UU. para forzar un acuerdo de paz es evidente. Rusia, que ha logrado avances territoriales recientes en Jarkov y Donetsk, exige la renuncia ucraniana al 20% del Donbás, un punto de fricción insalvable por el momento.

Latinoamérica: Freno brasileño y cambios en el Caribe La economía de Brasil ha encendido las alarmas tras registrar un crecimiento de apenas un 0,1% intertrimestral. Las altas tasas de interés (15%) y el endeudamiento de los hogares lastran el consumo, presionando al Banco Central para acelerar la flexibilización monetaria antes de las elecciones de 2026.

En el Caribe, el panorama electoral es mixto. En San Vicente y las Granadinas, el conservador NDP ha puesto fin a 24 años de gobierno laborista, prometiendo un giro pro-inversión y un alejamiento del ALBA. Por el contrario, en Santa Lucía, el oficialismo ha consolidado su poder gracias a su gestión económica prudente. Mientras tanto, Haití intenta avanzar hacia las urnas con un decreto clave, aunque la violencia de las pandillas hace poco realista la fecha propuesta de agosto de 2026.

Asia: El "milagro" indio y la tensión en Taiwán India se desmarca de la incertidumbre global con un escenario económico que los analistas califican de "idílico". Con una inflación en mínimos históricos (2,2%), el Banco de la Reserva de la India ha recortado tipos al 5,25% y elevado su previsión de crecimiento al 7,3%. El país parece inmune, por ahora, a los aranceles estadounidenses.

La tensión se reactiva en el Pacífico tras la firma por parte de Trump de la Taiwan Assurance Implementation Act. Esta legislación, que profundiza los lazos oficiales entre Washington y Taipéi, ha provocado la ira de China, que la califica como una línea roja. En el sudeste asiático, la violencia ha resurgido en la frontera entre Tailandia y Camboya, con enfrentamientos armados que han dejado víctimas y desplazados.

La nueva doctrina "America First" y la inestabilidad en África y Oriente Medio La Casa Blanca ha desvelado su nueva Estrategia de Seguridad Nacional, cimentada en el principio America First. El documento plantea un "Corolario Trump" para revivir la Doctrina Monroe en el hemisferio occidental y prioriza la competición tecnológica con China, aunque sorprende al no calificar a Pekín como la principal amenaza existencial. Respecto a Europa, la estrategia es crítica, sugiriendo que el vínculo transatlántico está roto y apoyando a formaciones de corte nacionalista.

En África, la inestabilidad marca la pauta. Benín ha sufrido un intento de golpe de Estado frustrado por la lealtad de las Fuerzas Armadas y el apoyo aéreo de Nigeria. En la República Democrática del Congo, pese a la firma de un acuerdo de paz en Washington con Ruanda auspiciado por EE.UU., la realidad sobre el terreno muestra una expansión de los rebeldes del M23.

Finalmente, en Oriente Medio, Siria ve el retorno lento de refugiados tras la caída del régimen de al-Asad, aunque la falta de servicios básicos amenaza el proceso. En Yemen, el país se fractura de facto con una ofensiva de los separatistas del sur apoyados por Emiratos Árabes, que han tomado el control de infraestructuras críticas frente al gobierno reconocido internacionalmente.

Fuente: CESCE