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Miércoles, 03 de Diciembre de 2025

Actualizada Miércoles, 03 de Diciembre de 2025 a las 09:19:30 horas

Perspectivas Macroeconómicas Globales y Estrategia de Inversión 2026

Deutsche Bank sitúa a España como líder de crecimiento del PIB en la Eurozona hasta 2026

Redacción Martes, 02 de Diciembre de 2025 Tiempo de lectura:

La entidad financiera proyecta que la economía española superará significativamente la media de la Eurozona en los próximos dos años, con un crecimiento del 2,9% en 2025 y del 2,2% en 2026, impulsado principalmente por el consumo y la inversión. A nivel global, Deutsche Bank anticipa que la Reserva Federal recortará tipos, mientras que el Banco Central Europeo los mantendrá estables hasta finales de 2026.

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El crecimiento económico de España continuará destacando por encima de sus pares europeos y de grandes economías mundiales durante 2026, según las perspectivas presentadas por Deutsche Bank. Las previsiones sitúan el Producto Interior Bruto (PIB) español en un aumento del 2,9% al cierre de 2025, una cifra muy superior al 1,4% proyectado para el conjunto de la Eurozona y el 1,9% para Estados Unidos. Para 2026, la entidad anticipa un crecimiento continuado del 2,2%, frente al 1,1% de la Eurozona.

 

Motores de Crecimiento y Factores de Riesgo en España

 

Según la Chief Investment Officer de Deutsche Bank en España, Rosa Duce, los principales impulsores del dinamismo español han cambiado: “El consumo y la inversión han pasado a ser los principales motores de este crecimiento en España, y lo seguirán siendo en 2026”.

 

No obstante, la experta advirtió sobre factores que podrían moderar el ritmo, llevando a una estabilización del crecimiento, aunque en niveles aún altos. Entre estos factores se encuentran el agotamiento del sector turístico, un menor dinamismo en las exportaciones de bienes —a causa de los aranceles— y el aumento de las importaciones, lo que resultaría en una aportación negativa del sector exterior el próximo año.

 

Duce también destacó la persistencia de problemas estructurales en el país, tales como la “baja productividad, cualificación de los trabajadores no acordes con las necesidades de empleo y una corrección del déficit estructural escasa”.

 

Política Monetaria y Perspectivas Globales

 

En el plano internacional, la economía mundial se mantendrá sólida, pese a los persistentes riesgos como los conflictos geopolíticos, el crecimiento de la inflación, la deuda soberana y las disputas comerciales.

 

En Europa, se espera que las medidas fiscales y monetarias soporten el crecimiento. Deutsche Bank prevé que el Banco Central Europeo (BCE) mantenga los tipos de interés en el 2% hasta finales de 2026. Se subraya que Alemania se beneficiará de las grandes inversiones planificadas en infraestructura y defensa, lo que impulsará al sector manufacturero y, por extensión, ayudará a otros países europeos.

 

Respecto a Estados Unidos, la entidad pronostica una recuperación gradual impulsada por la fortaleza de los consumidores, los sólidos balances corporativos, el continuo crecimiento de las inversiones en Inteligencia Artificial (IA) y el gasto público. En este contexto, la Reserva Federal (Fed) realizaría tres recortes de tipos de 25 puntos básicos cada uno para finales de 2026, situando el tipo de interés oficial en un rango del 3% al 3,25%.

 

En Asia, la economía china podría perder impulso en 2026, lastrada por la actual crisis inmobiliaria que frena el consumo de los hogares, a pesar de la tregua comercial con EE. UU. y su industria de IA. Por otro lado, Japón planea aumentar el gasto, las exenciones fiscales y las inversiones para estimular su mercado interno.

 

Oportunidades de Inversión: Renta Variable y Renta Fija

Renta Variable:

La tecnología, con el auge de la IA, seguirá siendo el motor principal en los mercados de renta variable, especialmente en Estados Unidos. Este crecimiento también beneficiará indirectamente a industrias como la construcción (por los nuevos centros de datos), los servicios públicos (mayor demanda de electricidad) y las empresas de materiales. Otros sectores de interés para los inversores en 2026 serán la banca, el farmacéutico, los bienes de lujo, el sector sanitario y las acciones industriales. Las acciones de pequeña y mediana capitalización también ampliarán el universo de inversión, con Asia perfilándose como un motor de crecimiento en los mercados emergentes.

 

Dirk Steffen, Chief Investment Officer EMEA & Global Chief Investment Strategist, advierte sobre la necesidad de disciplina: “Si bien esperamos un universo de atractivas oportunidades de inversión en los mercados, es posible que se produzcan correcciones a lo largo de 2026, ya sea por la toma de beneficios, una decepcionante evolución de los resultados empresariales o la preocupación por una supuesta burbuja de la IA. En un entorno de persistente incertidumbre en el mercado y posibles reveses a corto plazo, los inversores deberían actuar con disciplina y practicar una gestión activa del riesgo”.

 

Renta Fija y Materias Primas:

 

En renta fija, los bonos seguirán siendo atractivos, y se anticipa que se premiará la duración. Deutsche Bank espera rentabilidades reales positivas de la deuda pública tanto en Europa como en EEUU. Se proyecta que la rentabilidad del bono del Tesoro estadounidense a 10 años alcance el 4,15% y el Bund alemán a 10 años se sitúe en el 2,70% para finales de 2026.

 

Los bonos con grado de inversión (IG) en dólares y euros mantendrán diferenciales cercanos a mínimos históricos. En bonos de mercados emergentes, la calidad debería ser la prioridad.

 

Finalmente, en materias primas, se prevé un mayor potencial alcista del oro en 2026, impulsado por una fuerte demanda de los bancos centrales. Respecto al petróleo, se espera que los precios se estabilicen en niveles bajos debido a un elevado superávit de producción, el mayor en la historia del sector.

 

 

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