El sector hortofrutícola español, un modelo de éxito que se consolida en el pódium mundial de exportadores

El estudio elaborado por Roland Berger para el Círculo de Empresarios subraya que la posición de España en el pódium mundial se debe a una combinación virtuosa de dotaciones naturales, know-how empresarial y la adopción de nuevas tecnologías. Este desempeño no solo es un motivo de orgullo empresarial, sino que consolida al sector como un pilar de productividad para el conjunto de la economía española.

España posee ventajas significativas para erigirse como una plataforma comercial hortofrutícola europea gracias a su proximidad a grandes mercados de consumo, sus infraestructuras de calidad y una vasta experiencia en la logística de productos perecederos.

Potencial de Crecimiento y Sinergias con Latinoamérica

La organización empresarial ve un potencial estratégico en el desarrollo de vínculos comerciales con Latinoamérica. La experiencia española en comercialización podría complementarse con las capacidades productivas de la región, permitiendo articular cadenas de valor transatlánticas. Para materializar estas sinergias, se requiere un apoyo público enfocado en facilitar las joint ventures, la transferencia tecnológica y el desarrollo de infraestructuras logísticas adecuadas.

Ricardo Menoyo, coordinador del Laboratorio de Agricultura del sector hortofrutícola del Círculo de Empresarios y presidente de Agroatlas Europa, enfatiza la oportunidad: "El sector hortofrutícola español tiene un potencial de crecimiento considerable, y es el momento de actualizar la narrativa para reflejar las ventajas competitivas y oportunidades de crecimiento existentes”.

Desafíos Urgentes y Ejes Estratégicos

A pesar de su liderazgo, el sector enfrenta desafíos crecientes que amenazan su posición, incluyendo la intensificación de fenómenos meteorológicos adversos, una gestión hídrica cada vez más compleja y la irrupción de nuevos competidores (como el Norte de África o Turquía) con estructuras de costes más ventajosas. A nivel interno, persisten problemas como la fragmentación excesiva, la escasez estructural de mano de obra y la falta de relevo generacional.

Para contrarrestar estos retos y complementar la Estrategia Nacional de Alimentación (ENA), el Círculo propone una reflexión estratégica en torno a dos ejes:

Posicionar a España como plataforma comercial europea, evolucionando de ser un líder productor a un articulador de cadenas de valor dentro de la Unión Europea.

Incrementar la productividad y competitividad de las empresas, lo que pasa por eliminar restricciones normativas innecesarias que lastran la optimización de la productividad.

Medidas para Reforzar la Productividad y el Liderazgo

Fernando López de los Mozos, socio de Roland Berger, señala que el liderazgo no puede depender únicamente de la calidad del producto: “España cuenta con una ventaja competitiva única en el sector hortofrutícola, pero para reforzar este liderazgo no basta con tener el mejor producto. La consolidación del sector, el desarrollo del aprovisionamiento para tener producto durante los 12 meses del año, la adaptación de la política laboral que facilite el acceso a mano de obra y la simplificación regulatoria son factores estratégicos si queremos convertir a España en el hub de referencia en Europa”.

El Círculo de Empresarios detalla diversas actuaciones prioritarias para impulsar la productividad:

Marco Laboral: Crear instrumentos de contratación temporal flexible que reflejen la estacionalidad agrícola sin comprometer la protección social, además de agilizar los procedimientos para la contratación de trabajadores foráneos. Se suma la necesidad de profesionalizar funciones directivas y técnicas para ganar eficiencia.

Marco Fiscal: Implementar incentivos fiscales que fomenten la inversión y el crecimiento empresarial.

Financiación: Ampliar las líneas de crédito para facilitar inversiones en sistemas de riego eficiente, energías renovables y la modernización tecnológica de explotaciones y plataformas.

Gestión Hídrica: Desarrollar un plan de riego eficiente a escala nacional, con inversiones en tecnologías de reutilización y desalación, sensorización en tiempo real y la modernización de infraestructuras obsoletas. La tarificación del agua debe reflejar su coste para promover el uso responsable.

Racionalización Normativa: Eliminar la redundancia normativa en fertilizantes, fitosanitarios y otros insumos para reducir costes de cumplimiento. También se deben eliminar las barreras que desincentivan la incorporación de jóvenes al sector agrícola.