Pascual pone el acelerador, meta de 100 M€ en facturación internacional para 2027

La estrategia, enmarcada en su plan estratégico "Rumbo 24-27", implica un cambio de enfoque, pasando de un modelo de exportación tradicional a uno de internacionalización real, que se centra en producir y distribuir directamente en terceros países.

El grupo ha demostrado una trayectoria ascendente en su negocio exterior, proyectando cerrar el año 2025 con unas ventas internacionales de 70 millones de euros, lo que supone un salto significativo desde los 20 millones facturados en 2019. Las previsiones intermedias apuntan a una cifra de entre 82 y 84 millones de euros en 2026, antes de lograr el hito de los 100 millones en 2027.

Las principales áreas geográficas de esta expansión son Centroamérica, África y Asia, regiones que la compañía sitúa en torno al "paralelo 15" y donde la demanda de alimentos asequibles y nutritivos es creciente.

Asia: Pascual consolidará su presencia en el Sudeste Asiático con la apertura de una nueva fábrica en Filipinas, que se sumará a sus operaciones en la joint venture ABI Pascual Foods. La compañía ya posee una cuota de mercado del 40% en yogures de larga vida en Filipinas. Además, Indonesia está en el radar de la compañía como un mercado potencial.

América: El proyecto en Guatemala, con su joint venture Gracia Foods, es fundamental, con producción local ya activa de Bifrutas y, desde 2025, de yogures de larga vida y bebidas vegetales Vivesoy.

África: La apuesta por Marruecos y Angola —a pesar de las inestabilidades logísticas puntuales— sigue firme. Pascual está presente en 28 países africanos y es líder en cinco de ellos.

De 40 a 120 Empleados Internacionales

Este ambicioso plan de negocio irá acompañado de un notable crecimiento en su plantilla internacional, que se triplicará. La empresa prevé que su equipo en el extranjero pase de los 40 empleados actuales a un rango de 100 a 120 trabajadores para 2027.

La clave de su éxito en estos mercados, especialmente en aquellos con infraestructura logística más compleja, reside en su tecnología de larga vida, que permite conservar productos como el yogur durante hasta 11 meses sin necesidad de refrigeración, una ventaja competitiva decisiva.

Tomás Meléndez, Director de Internacional de Pascual, enfatizó la trascendencia del nuevo enfoque estratégico: “Queremos dar un salto cualitativo en nuestra estrategia internacional y eso implica pasar de un modelo clásico de exportación a la verdadera internacionalización; es decir, producir y distribuir localmente en otros países. Para ello contamos con partners con una trayectoria fiable y consolidada en países como Marruecos, Angola o Guatemala.”

Sobre las previsiones de facturación, Meléndez subrayó el sólido avance: “Tras facturar 20 millones de euros en 2019, la perspectiva para el cierre de 2025 es lograr 70 millones de euros. Para 2026 queremos estar en la horquilla de 82-84 millones de euros y en 2027 alcanzar los 100 millones de euros, lo que muestra que el negocio de internacionalización de Pascual funciona y no tiene límite.”

Por su parte, César Vargas, Director de Negocio de Pascual, ratificó el compromiso de la compañía: “Tenemos vocación de internacionalización, de llegar a los 100 millones en los próximos años y estamos apostando por eso.”