Día Jueves, 08 de Enero de 2026
La Cámara de Comercio de España ha actualizado al alza sus estimaciones de crecimiento económico para el año 2025, proyectando un aumento del Producto Interior Bruto (PIB) del 2,9%, lo que supone un incremento de cinco décimas porcentuales respecto a su pronóstico anterior. Esta revisión optimista se fundamenta principalmente en la fortaleza y el vigor de la demanda nacional, siendo el consumo privado el gran motor de esta mejora.
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La demanda nacional se consolida como el principal impulsor de la actividad económica española, según el reciente informe de la Cámara de España. El consumo de los hogares es el factor que más explica esta corrección al alza, esperándose ahora que crezca un 3,3% en 2025, medio punto por encima de lo estimado previamente.
Este impulso está directamente relacionado con la solidez del mercado laboral. Las previsiones indican que la creación de empleo podría cerrar el año con un notable avance del 2,6%, con una tasa de paro que se reduciría hasta el 10,5%. De hecho, las proyecciones de la Cámara estiman que entre 2025 y 2026 se podrían generar más de 900.000 nuevos puestos de trabajo.
Otro elemento clave es la inversión empresarial. Especialmente la destinada a bienes de equipo, cuya previsión de crecimiento se dispara hasta el 7,9% para 2025. Este fuerte dinamismo inversor se ve favorecido por la ejecución de los fondos europeos Next Generation EU, aunque se espera una moderación en 2026 a medida que se acerque el fin del plazo de ejecución de estos proyectos.
A pesar del buen comportamiento de las exportaciones, el empuje de las importaciones implicará que el sector exterior reste al crecimiento
Comercio Exterior y Balanza
En el ámbito del negocio internacional, a pesar de que la Cámara ha revisado al alza el incremento de las exportaciones hasta un 3,6% en 2025, el sector exterior tendrá un efecto negativo en el PIB. La razón es el fuerte crecimiento de las importaciones (5,5%), un comportamiento que está en línea con el buen pulso del consumo y la inversión internas. Como resultado, la contribución de la demanda externa al crecimiento será negativa en cuatro décimas.
Inflación y Contexto Internacional
Respecto a los precios, las expectativas de inflación (IPC) también se han revisado al alza para 2025, situándose en el 2,6% (tres décimas más que la previsión anterior), debido al comportamiento reciente del índice. La inflación subyacente se estima en el 2,4%.
La actualización de estas previsiones se da en un entorno internacional de menor incertidumbre, marcado por la disipación de riesgos arancelarios y la suavización de tensiones geopolíticas, aunque la recuperación en la Zona Euro sigue siendo "débil y heterogénea".
España, en este contexto, se posiciona a la cabeza de las grandes economías de la Zona Euro, encadenando trimestres con crecimientos superiores a lo previsto, destacando frente a países como Francia o Alemania.
Retos Estructurales Pendientes
Finalmente, la Cámara de España ha querido hacer hincapié en la necesidad de aprovechar esta fase de dinamismo para abordar las cuestiones estructurales que lastran la economía. Entre ellas, la institución subraya la importancia de: Plantear una senda clara para la reducción de la elevada deuda pública. Implementar medidas que impulsen la productividad. Reducir la dependencia exterior de materias primas críticas. Mitigar las dificultades que las empresas encuentran para cubrir vacantes en el mercado laboral.










































