Día Jueves, 08 de Enero de 2026
las organizaciones empresariales instan al Gobierno a que, de manera rápida y eficaz,
proceda a suspender las obligaciones de pago de impuestos, como el IVA, IRPF o las
cotizaciones a la Seguridad Social en aquellos sectores y empresas más golpeadas por
el descenso de la actividad.
Después de conocer que el Gobierno ha decidido prorrogar dos semanas más, hasta el próximo 26 de abril, el actual estado de alarma, desde CEOE y CEPYME han reiterado su apoyo a las decisiones de las autoridades sanitarias en tanto que los empresarios españoles estén alineados con la necesidad de salvaguardar de forma prioritaria la salud y la seguridad de los ciudadanos.
Sin embargo, si bien confían en que este nuevo plazo sirva para acelerar la salida de la actual crisis sanitaria, opinan que al mismo tiempo podría hacer más profunda la recesión económica en la que ya están sumidos muchos sectores y empresas, especialmente pymes y autónomos, por causa de la caída drástica de la oferta y demanda de bienes y servicios, por imposición legal a causa de motivos sanitarios.
Por ello, CEOE y CEPYME instan al Gobierno a que, de manera rápida y eficaz, proceda a suspender las obligaciones de pago de impuestos, en línea con las demandas que ya expresaron en su comunicado del pasado 15 de marzo.
Lo que piden fundamentalmente es que se suspenda el pago de tributos como el IVA, IRPF o las cotizaciones a la Seguridad Social en aquellos sectores y empresas más golpeadas por el descenso de la actividad.
Las organizaciones empresariales ofrecen su esfuerzo para detectar en el marco del diálogo social, cuáles son esos sectores y empresas más vulnerables, para aplicar con urgencia dicha suspensión fiscal que ya han adoptado, por otra parte, 22 países europeos y hasta 15 Comunidades Autónomas.
Al menos en España esta demanda se sostiene en dos argumentos, uno técnico y otro puramente económico. De un lado, no está siendo posible disponer de la información contable y fiscal del gran espectro empresarial para poder cumplir con los deberes tributarios. Como ejemplo, un 80% de las pymes realizan sus declaraciones a través de profesionales externos que están emplazados en locales diferentes a la empresa, y en un 50% el tratamiento de facturas se realiza en papel, sin olvidar que el pago en ventanilla física de entidades financieras es aún muy frecuente.
Por tanto, no cabe ya solicitar aplazamientos, puesto que su tramitación sería en si mismo un nuevo obstáculo para muchas empresas que están ya al borde del cierre.
Ampliación del tramo de avales hasta 50.000 millones
Pero más evidente que esto es que muchas empresas y sus trabajadores viven en estos momentos una situación angustiosa tras semanas con pocos o nulos ingresos, a la espera de una financiación que no está fluyendo a la velocidad deseada y, en cambio, soportando puntualmente el pago de los tributos y seguros correspondientes.
En este sentido, el actual contexto requiere también seguir agilizando el crédito. Por ello, las organizaciones empresariales piden que se amplíen con carácter inmediato, de los 20.000 millones iniciales a los 50.000 millones de euros, las líneas de avales aprobadas por el Gobierno, para destinar este nuevo tramo especialmente para pymes autónomos.
Por último, para seguir salvaguardando el empleo y lograr, en la medida de lo posible, que la caída de la actividad no se traduzca en mayores niveles de desempleo, insisten en flexibilizar los procesos de regulación temporal de empleo (ERTEs) y, teniendo en cuenta que la recuperación no será inmediata, también que estas condiciones que se solicitan se mantengan temporalmente después de finalizar el estado de alarma.












































