Del Lunes, 10 de Noviembre de 2025 al Jueves, 13 de Noviembre de 2025
Los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de China, Xi Jinping, han sellado una tregua comercial de un año, buscando poner un freno a la escalada de tensiones que ha dominado la relación entre ambas potencias. El acuerdo provisional, logrado en un encuentro en la ciudad de Busan, Corea del Sur, incluye una reducción de aranceles y una mayor cooperación en áreas clave como el comercio de tierras raras y la lucha contra el fentanilo.
![[Img #65277]](https://empresaexterior.com/upload/images/10_2025/5458_tregua-comercial-china-eeuu.jpg)
El acuerdo contempla una rebaja en los aranceles recíprocos, pasando del 57% al 47%. Además, se anunció la suspensión por un año de las medidas restrictivas en el comercio de tierras raras, minerales de alto valor estratégico cuyo suministro global controla principalmente China.
En un gesto de cooperación, Estados Unidos reducirá los aranceles sobre el tráfico de fentanilo del 20% al 10%, a cambio de la colaboración china en el control de los precursores químicos. Por su parte, el gigante asiático se ha comprometido a reanudar la compra de soja estadounidense, con el objetivo de adquirir 12 millones de toneladas antes de enero de 2026 y alcanzar los 25 millones anuales hasta 2028.
Donald Trump calificó el entendimiento como una "gran oportunidad para reactivar el comercio y reducir los aranceles, especialmente en temas como el fentanilo y las tierras raras".
Por su parte, Xi Jinping adoptó una postura más cautelosa, afirmando que "permaneceremos en calma durante un año para evaluar los resultados, pero estamos dispuestos a cooperar en temas clave como la compra de soja y la lucha contra el narcotráfico".
A pesar de que las autoridades han calificado el acuerdo como un "paso positivo", la reacción en los mercados mundiales ha sido de cautela. Analistas económicos advierten que este pacto es solo un "respiro temporal" y no una resolución definitiva del conflicto.
La rivalidad entre Washington y Pekín sigue latente y se extiende a otros ámbitos, como la innovación y la guerra tecnológica, con ambas potencias compitiendo por el liderazgo en la era de la inteligencia artificial y la seguridad global. Este acuerdo, si bien disminuye las hostilidades comerciales momentáneamente, no detiene la confrontación estratégica de fondo entre ambos gigantes.








































