Día Lunes, 06 de Octubre de 2025
Nueva Delhi ha decidido oficialmente no participar, por el momento, en el componente comercial del Marco Económico del Indopacífico (IPEF), la iniciativa liderada por Estados Unidos. La decisión se fundamenta en la falta de consenso sobre condiciones vinculantes en áreas sensibles como el medioambiente, los derechos laborales y el comercio digital, aunque el país asiático seguirá activo en los otros tres pilares del acuerdo: cadenas de suministro, economía limpia y justa.
El Gobierno de la India ha optado por una postura de cautela estratégica al abstenerse de formar parte del pilar comercial del Marco Económico del Indopacífico (IPEF). Esta medida, que ha captado la atención de la comunidad internacional, responde a serias preocupaciones sobre la imposición de compromisos que podrían afectar a su economía en desarrollo, especialmente en lo relativo a normativas medioambientales, laborales y a la soberanía sobre el comercio digital.
El ministro de Comercio e Industria de India, Piyush Goyal, ha sido claro al respecto, señalando que la decisión se tomó debido a que "todavía no existe un consenso amplio entre las naciones sobre temas sensibles como la gobernanza digital, el medioambiente, la contratación pública y el empleo". Para Nueva Delhi, las reglas propuestas en materia ambiental y laboral podrían suponer un freno para el flujo de inversiones y limitar los beneficios para las economías emergentes, además de entrar en conflicto con su política exterior en acuerdos comerciales.
Otro de los puntos de fricción clave es la postura de la India sobre la localización de datos, una política que choca directamente con los intereses de mercado de las potencias desarrolladas que abogan por un flujo de datos transfronterizo más libre.
A pesar de su retirada de este pilar, India no cierra la puerta por completo. El país se mantendrá como observador en las negociaciones comerciales, a la espera de que se definan los términos finales del acuerdo. Mientras tanto, continuará participando activamente en los otros tres ejes del IPEF, colaborando en el fortalecimiento de la resiliencia de las cadenas de suministro regionales y en la implementación de medidas contra la corrupción.
Es importante recordar que el IPEF no es un tratado de libre comercio tradicional que contemple reducciones arancelarias, sino una alianza estratégica impulsada por Washington para reforzar su presencia en Asia-Pacífico y contrarrestar la creciente influencia de China, especialmente tras la salida estadounidense del TPP. Su diseño flexible permite a los países miembros elegir en qué pilares desean participar.
La reacción desde Estados Unidos no se ha hecho esperar. La representante comercial Katherine Tai ha subrayado que "la puerta para India sigue abierta", anticipando futuras conversaciones bilaterales. En la misma línea, la Secretaria de Comercio norteamericana, Gina Raimondo, ha insistido en que existe una hoja de ruta clara y consensuada entre los socios.
No obstante, los analistas internacionales interpretan la postura india como un reflejo de la tensión existente entre los intereses de los países desarrollados y los de las naciones en vías de desarrollo en los nuevos pactos económicos. Esta decisión evoca la retirada de India del acuerdo RCEP en el pasado, consolidando su imagen de actor cauto que exige una negociación más inclusiva y adaptada a las realidades de los mercados emergentes.
En definitiva, la posición de India pone de manifiesto la necesidad de establecer reglas de juego claras y beneficios equitativos en la nueva arquitectura comercial que se está configurando en la región de Asia-Pacífico, dejando la puerta abierta a una futura adhesión si se garantizan sus intereses nacionales y empresariales
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