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El Despegue Internacional de la Empresa Española en el Siglo XXI

Pablo de Ramón-Laca (Cesce): "España se ha convertido en un exportador neto, multiplicando sus exportaciones por tres en los últimos 25 años"

Redacción Jueves, 25 de Septiembre de 2025 Tiempo de lectura:

En un contexto global de creciente complejidad y volatilidad, el comercio exterior español ha experimentado una transformación fundamental. Pablo de Ramón-Laca Clausen, Presidente Ejecutivo de Cesce, analiza en profundidad los hitos, desafíos y el papel crucial de Cesce en el impulso de la internacionalización de las empresas españolas durante el último cuarto de siglo.

 

 

Cesce, Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación, es un actor clave en el apoyo a la internacionalización de las empresas españolas. Como Agencia de Crédito a la Exportación (ECA) de España, gestiona por cuenta del Estado los instrumentos de apoyo oficial al crédito a la exportación, ofreciendo seguros de crédito y de caución. Su misión es fomentar el comercio exterior, protegiendo a las empresas de los riesgos asociados a sus operaciones internacionales y facilitando su acceso a nuevos mercados. Además, a través de su filial Informa D&B, Cesce proporciona inteligencia de negocio vital para la toma de decisiones.

 

Pablo de Ramón-Laca Clausen es una figura prominente en el ámbito económico y financiero, actualmente Presidente Ejecutivo de Cesce y Presidente de Informa D&B. Técnico Comercial y Economista del Estado, licenciado en Filosofía, Política y Economía por la Universidad de Oxford y con un máster en Economía por The London School of Economics and Political Science, su trayectoria profesional es extensa y de gran relevancia. Inició su carrera en la unidad de gestión de crisis financieras del Banco de Inglaterra y ocupó distintas responsabilidades en la Secretaría General del Tesoro, incluyendo la Dirección General del Tesoro y Política Financiera entre 2020 y 2022. Durante este periodo, presidió el EFC Subcomittee on European Sovereign Debt Markets (ESDM) del CEF y fue miembro del Comité Técnico de Estabilidad Financiera de la Autoridad Macroprudencial del Consejo de Estabilidad Financiera (AMCESFI), entre otros cargos. Posteriormente, en 2022, se unió al Fondo Monetario Internacional (FMI) como director ejecutivo alterno, antes de asumir su actual rol en Cesce en septiembre de 2024. Su profunda comprensión de los mercados financieros y la política económica lo posiciona como una voz autorizada en el impulso del negocio exterior español.

 

¿Cómo valora los primeros 25 años del siglo XXI para la internacionalización de la empresa española, destacando los principales hitos y desafíos?

 

Pablo de Ramón-Laca: Los primeros 25 años de este siglo han sido verdaderamente claves para las empresas españolas, no solo desde una perspectiva macroeconómica, donde España ha logrado una notable internacionalización, sino también a nivel geopolítico, ya que España se muestra ahora más asertiva en el escenario global. Las empresas han conseguido desapalancarse tras la crisis financiera, reduciendo su carga de deuda, lo que las ha hecho más competitivas y les ha permitido salir a conquistar nuevos mercados. El resultado es contundente: hemos triplicado nuestras exportaciones en estos 25 años en términos nominales. En términos reales, la contribución al PIB ha pasado de algo más del 28% al 37%. Es destacable que hemos multiplicado por cinco nuestras exportaciones a África, por cuatro a Asia y por tres a Latinoamérica, regiones donde ya contábamos con una fuerte presencia. En definitiva, nuestras empresas se han convertido estructuralmente en exportadores netos, lo que representa el logro más significativo para el tejido empresarial español en este último cuarto de siglo.

 

Tras este proceso de desapalancamiento y expansión, ¿cuál es el papel actual de Cesce como termómetro y motor en la evolución de las empresas que buscan vender en un mercado incierto?

 

P.R-L. Como mencionaba, después de la crisis de deuda soberana, nuestras empresas se desapalancaron y tuvieron que volcarse en la exportación para superar la situación. Ahora, el objetivo fundamental es consolidar esta posición de exportador estructural y, a la vez, diversificar, explorando y encontrando mercados adicionales. Y es precisamente para esto que Cesce juega un papel crucial. La compañía tiene una relevancia muy destacada en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que el gobierno ha anunciado recientemente. Los 2.000 millones de euros destinados a asegurar proyectos de empresas especialmente afectadas están siendo muy bien recibidos; de hecho, ya se han asignado 1.324 millones de euros a diversos proyectos. Además, estamos invirtiendo un gran esfuerzo en inteligencia económica. Nuestro departamento de riesgo país se está consolidando como un Think Tank geopolítico, ofreciendo una perspectiva económica y empresarial. Y, por supuesto, el seguro de crédito que proporcionamos, especialmente por cuenta del Estado, es una herramienta fundamental para apoyar a las empresas en su proceso de internacionalización y crecimiento.

 

En el contexto actual de alta volatilidad (geopolítica, cadenas de suministro, etc.), ¿cuáles considera que son los principales riesgos y oportunidades para el exportador español a corto y medio plazo?

 

P.R-L. Sin duda, el mayor reto que afrontan nuestras empresas en este momento es la volatilidad y la incertidumbre, especialmente a nivel arancelario. Las medidas como las de Trump, si bien tienen su propia lógica, su justificación económica parece limitada. Además, estos vaivenes frenan las inversiones y generan una sensación generalizada de desconcierto. Aunque el acuerdo entre la Unión Europea y Estados Unidos ha reducido parte de esa incertidumbre, aún quedan algunos flecos por resolver. También me preocupa el desvío de exportaciones e importaciones, y cómo esto podría alterar las relaciones contractuales entre compañías de distintos países. Ante esta situación, las empresas deben estar extremadamente atentas para aprovechar las oportunidades que surgen, porque, a pesar de los desafíos, estas oportunidades existen. Las políticas públicas no solo deben enfocarse en mitigar riesgos y proteger a las empresas, sino también en ayudarlas a capitalizar estas nuevas posibilidades, ya que se abren huecos y vías para conquistar nuevos mercados.

 

¿Qué tipo de soluciones y novedades estratégicas está implementando Cesce para navegar este entorno y satisfacer la demanda actual de coberturas y servicios específicos?

 

P.R-L. Nuestros clientes nos transmiten claramente que el modelo de aseguramiento y la inteligencia económica de Cesce funcionan, pero que necesitan más de Cesce. Más apoyo público, más seguro público, porque la incertidumbre ha aumentado. Por ello, nuestros esfuerzos se centran, especialmente ahora con la presentación de nuestro plan estratégico 2026-2029, en aumentar la propuesta de valor que ofrecemos a nuestras empresas clientes, tanto por cuenta del Estado como por cuenta propia. Vamos a ofrecer un paquete más coherente en sí mismo, con ofertas añadidas de inteligencia económica y más pólizas, asumiendo mayor riesgo por cuenta del Estado, algo que ya se está implementando en el último paquete de medidas anunciado. Los datos ya empiezan a reflejar un aumento en la demanda, lo que indica que estamos respondiendo a una necesidad real del mercado. A finales de agosto, ya habíamos cerrado 3.300 millones de euros en operaciones, lo que representa un récord absoluto para la compañía. Y en términos de cartera viva, es decir, todos los riesgos que asumimos para liberar a nuestros clientes, ya supera los 20.000 millones de euros, un máximo histórico para Cesce. La demanda es clara: nuestros clientes necesitan más recursos y que asumamos más riesgo, y estamos convencidos de que podemos cumplir con esa expectativa.

 

Desde la experiencia de Cesce, ¿cuáles serían las claves y recomendaciones fundamentales para una PYME que se plantea dar el salto internacional en el momento actual?

 

P.R-L. Para una PYME o una empresa mediana que busca exportar, hay dos aspectos fundamentales a considerar. Internamente, la empresa necesita tener claro que su tamaño y modelo de negocio son coherentes con los objetivos de internacionalización que se ha marcado. Es vital que tenga expectativas realistas sobre lo que se puede conseguir y en qué plazos. En segundo lugar, debe contar con información comercial actualizada y precisa sobre los países destino. Exportar basándose en datos de hace una década no beneficia ni a sus accionistas ni a sus clientes habituales. Y, por supuesto, necesita financiación y aseguramiento adecuados, ya sea por cuenta del Estado o con recursos propios. Externamente, la empresa debe asegurarse de exportar a un país que ofrezca suficiente seguridad jurídica, un crecimiento económico que garantice demanda para sus productos, y una capacidad de inversión, tanto privada como pública, para complementar su entrada en el mercado si fuera necesario.

 

Mirando hacia el futuro, ¿cuál es el próximo gran reto para la internacionalización española y cómo se prepara Cesce para seguir siendo un socio clave en esta nueva etapa?

 

P.R-L. Yo diría que los dos grandes objetivos son la consolidación de la posición actual y la diversificación hacia nuevos mercados. Nuestras empresas, tras estos 25 años, ya son consideradas socios fiables en cualquier parte del mundo. Son competitivas, producen de manera muy eficiente y se han adaptado plenamente a la exportación. Hoy en día, la mayoría de las empresas, especialmente las de cierto tamaño, cuentan con departamentos de internacionalización. Hace 10 o 15 años, la exportación se veía como una forma de colocar el excedente que no se vendía a nivel nacional; ahora, de manera estructural, se han convertido en exportadores netos. Es crucial consolidar esta entrada y transformar esta posición privilegiada, de superávit por cuenta corriente, en algo estructural y no solo coyuntural. El segundo punto es la diversificación, y no me refiero a buscar mercados alternativos, sino a abrir nuevos mercados. La incertidumbre actual genera oportunidades, y si bien mercados como Estados Unidos pueden cerrarse, es fundamental, sin desatender la importante relación con EE. UU., ser capaces de abrir otras vías. España tiene grandes oportunidades en este sentido. Por ejemplo, acabamos de cerrar un tratado comercial con Mercosur, un grupo de países con los que compartimos mucho y que abre un sinfín de posibilidades para exportar de forma estructural, no solo coyuntural. En definitiva, existen muchísimas oportunidades abiertas para nuestras empresas.

 

 

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