Día Miércoles, 22 de Octubre de 2025
La Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas Vivas (FEPEX) ha manifestado su preocupación, señalando que el acuerdo no cumple con el equilibrio prometido.
La Unión Europea y Estados Unidos han hecho público un comunicado conjunto sobre el "Acuerdo Marco para Comercio Recíproco, Justo y Equilibrado", un pacto que elimina aranceles para ciertos productos agrícolas estadounidenses que se importan a la UE. A pesar del nombre, este acuerdo ha generado preocupación en el sector agrícola europeo, especialmente en España, debido a una aparente falta de reciprocidad.
Este nuevo acuerdo contempla la eliminación de aranceles para productos agrícolas como frutos secos, frutas, hortalizas y semillas que se importan de Estados Unidos. Las importaciones de frutos secos desde EE. UU. a la UE han crecido significativamente, alcanzando las 478 mil toneladas. En este panorama, España se destaca como uno de los principales destinos, recibiendo un 23% del total de las importaciones de la UE, lo que la posiciona solo detrás de Alemania. Los productos más afectados por esta medida son las almendras, nueces sin cáscara y pistachos.
La falta de reciprocidad en las condiciones comerciales, sumada al estatus de España como destino prioritario de las importaciones de frutos secos estadounidenses, pone en una situación de vulnerabilidad a los productores nacionales, en opinión de Fepex
Mientras tanto, Estados Unidos mantiene un arancel del 15% a los productos hortofrutícolas europeos. Esta situación pone en desventaja a los exportadores españoles de ajo y cebolla, que representan el 72.7% de las exportaciones españolas de frutas, hortalizas y frutos secos a EE. UU.
La Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas Vivas (FEPEX) ha manifestado su preocupación, señalando que el acuerdo no cumple con el equilibrio prometido. Según la organización, la falta de reciprocidad en las condiciones comerciales perjudica a los productores europeos, especialmente a los españoles de ajo, cebolla y frutos secos, que se enfrentan a una mayor competencia sin un acceso equivalente al mercado estadounidense.