Del Martes, 14 de Octubre de 2025 al Miércoles, 15 de Octubre de 2025
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha puesto sobre la mesa una propuesta para detener el conflicto en Ucrania que pasa por la entrega total de las regiones de Donetsk y Luhansk. La condición, revelada tras una cumbre con el presidente estadounidense Donald Trump, ha generado una respuesta contundente y unánime por parte de Kiev y sus socios europeos, quienes califican de inaceptable cualquier acuerdo que implique una cesión territorial forzosa, reafirmando que la soberanía de Ucrania es innegociable.
Una nueva vía diplomática, con epicentro en una cumbre celebrada en Alaska, ha abierto un intenso debate sobre el futuro de la guerra en Ucrania. El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha presentado a su homólogo estadounidense, Donald Trump, un plan concreto para poner fin a las hostilidades. La condición principal es inequívoca: la retirada completa de las fuerzas ucranianas de las regiones de Donetsk y Luhansk y su posterior entrega a la soberanía rusa.
Según ha trascendido del encuentro, a cambio de este control territorial, Moscú se comprometería a congelar los frentes de batalla en Jersón y Zaporiyia, e incluso a devolver zonas limitadas en Sumy y Járkov. Además, la propuesta rusa busca el reconocimiento formal de la anexión de Crimea. "Estoy sinceramente interesado en poner fin a la guerra, pero el arreglo al conflicto debe tener un carácter sólido y duradero, de forma que se eliminen las causas que lo originaron", declaró Putin, quien calificó la cumbre como "oportuna y muy útil".
Desde el Kremlin, el portavoz Dmitry Peskov se refirió al encuentro como "un diálogo muy importante y sustancial que podría acercar un acuerdo", aunque mantuvo la confidencialidad sobre los detalles.
Por su parte, el presidente Donald Trump se mostró partidario de una resolución negociada, afirmando que "todos coincidieron en que la mejor manera de poner fin a la horrenda guerra entre Rusia y Ucrania es llegar directamente a un Acuerdo de Paz". En un mensaje dirigido a los líderes europeos y ucranianos, les instó a "abandonar los esfuerzos para asegurar un alto el fuego de Moscú", sugiriendo que la vía del diálogo directo es la más efectiva.
Rechazo frontal de Ucrania y Europa
La reacción desde Kiev y las principales capitales europeas no se ha hecho esperar y ha sido de un rechazo rotundo. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha reiterado la postura inamovible de su país: "Putin lleva siendo incapaz de conquistar [Donetsk] desde hace doce años. Y la Constitución de Ucrania declara imposible tanto la cesión de territorios como su intercambio". Para el gobierno ucraniano, renunciar a estas regiones es "inviable", ya que Moscú podría utilizarlas como base para futuras agresiones contra el resto del país.
Esta posición ha sido respaldada sin fisuras por la Unión Europea. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, fue tajante al afirmar que "las fronteras internacionales no pueden cambiar mediante el uso de la fuerza". En la misma línea, líderes como Emmanuel Macron de Francia y Friedrich Merz de Alemania han insistido en el principio de que "ninguna decisión sobre Ucrania se tome sin Kiev". La UE ha reafirmado su compromiso de continuar proveyendo armamento a Ucrania y de endurecer las sanciones contra Rusia.
Ante la posibilidad de un acuerdo bilateral entre Washington y Moscú que ignore sus intereses, los líderes europeos y el presidente Zelenski han anunciado una acción diplomática coordinada. Planean una visita conjunta a la Casa Blanca para presentarle a Donald Trump una postura unificada y dejar claro que la integridad territorial de Ucrania constituye una línea roja que no están dispuestos a cruzar.