Día Domingo, 26 de Octubre de 2025
Estados Unidos ha notificado oficialmente a Japón y Corea del Sur la imposición de un arancel del 25% sobre todas sus importaciones, a partir del 1 de agosto. Esta decisión, justificada por el presidente Donald Trump debido a "desequilibrios comerciales persistentes", llega mientras la Unión Europea busca afanosamente un acuerdo con Washington para esquivar una inminente guerra arancelaria.
El gobierno estadounidense ha formalizado la aplicación de un gravamen del 25% sobre la totalidad de los productos importados de Japón y Corea del Sur. La medida, que entrará en vigor el próximo 1 de agosto, fue comunicada directamente por el presidente Donald Trump a los líderes de ambos países, el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, y el presidente surcoreano, Lee Jae-myung, a través de misivas difundidas en su red social.
Trump fundamentó esta acción en los "desequilibrios comerciales persistentes" y los déficits históricos que, según él, mantiene Washington con sus aliados asiáticos. En sus cartas, el mandatario destacó que la relación comercial "no ha sido, desafortunadamente, recíproca", enfatizando que el arancel del 25% establecido es "mucho menor de lo necesario para eliminar la disparidad del déficit comercial".
La advertencia de Trump fue clara: cualquier represalia por parte de Japón o Corea del Sur, que implicara un aumento de sus propios aranceles a productos estadounidenses, resultaría en una adición de esa cifra al 25% ya impuesto por EE. UU. Además, el presidente advirtió que los productos que intenten eludir estos gravámenes a través de terceros países también serán sujetos a la tarifa más alta.
Según Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca, el plazo para negociar acuerdos arancelarios, inicialmente fijado para el 9 de julio, ha sido extendido hasta el 1 de agosto. Leavitt explicó que "el presidente quiere garantizar que sean los mejores acuerdos posibles. Literalmente, está observando el mapa y cada país del planeta, y viendo dónde están estafando al pueblo estadounidense, dónde han vaciado nuestra base industrial, dónde nuestros empleos se han ido a otros países debido a sus políticas arancelarias".
A pesar de la imposición, Trump dejó abierta la posibilidad de futuras negociaciones, indicando que "estos aranceles podrían modificarse, al alza o a la baja, dependiendo de nuestra relación con su país. Estados Unidos de América nunca les decepcionará". Por su parte, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, anticipó una intensa actividad diplomática, con la previsión de "varios acuerdos comerciales en las próximas 48 horas", mencionando que su "buzón estaba repleto de ofertas y propuestas nuevas". Hasta el momento, no ha habido declaraciones oficiales por parte de los gobiernos japonés o surcoreano.
LA UNIÓN EUROPEA BUSCA EVITAR LA ESCALADA ARANCELARIA
Mientras tanto, la Unión Europea y Estados Unidos están en conversaciones avanzadas para alcanzar un acuerdo de principio que evite una escalada arancelaria entre ambos bloques antes de la fecha límite del 9 de julio. La Comisión Europea confirmó avances significativos, buscando frenar la imposición de nuevos aranceles.
Olof Gill, portavoz comunitario, detalló que "se ha avanzado hacia un principio de acuerdo, consultamos a nuestros Estados miembros el viernes. Nuestra presidenta habló ayer con el presidente estadounidense. Y estamos trabajando duro en todos los frentes para conseguir algo antes del 9 de julio". Gill enfatizó el deseo de la UE de evitar los aranceles, argumentando que "causan dolor" y que buscan "ganar resultados, no perder resultados".
La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, mantuvo una conversación telefónica con el presidente Trump, en la que intercambiaron impresiones sobre la situación. Stefan de Keersmaecker, otro portavoz, señaló que la llamada fue un "buen intercambio" y que Von der Leyen "se mantiene en contacto con los Estados miembros" en relación con estas negociaciones cruciales.







































