Del Domingo, 28 de Septiembre de 2025 al Martes, 30 de Septiembre de 2025
La economía española ha logrado una notable recuperación en 2024, alcanzando los 7,03 puntos en el Índice de Solidez de la Internacionalización (ISI) de amec.
Este incremento del 12.6% con respecto al año anterior, el mayor desde que se elabora el índice, revierte la caída de 2023 y posiciona a España con una mayor resiliencia frente a la creciente "tormenta geopolítica" que se avecina en 2025.
El ISI, que evalúa 19 indicadores clave, refleja una internacionalización más robusta de la industria española, un factor crucial en el actual clima de incertidumbre global. Joan Tristany, director general de amec, la asociación para el impulso de la industria internacionalizada, destaca que este ascenso se debe, en gran parte, a la sustancial recuperación del Indicador de Exportaciones durante 2024.
"2024 fue el año en que muchas empresas recogieron los frutos de las decisiones tomadas en 2022 y 2023, como la reorganización de cadenas de suministro y la apuesta por mercados alternativos", explica Tristany. Aunque reconoce que el comercio mundial mostró signos de reactivación con un crecimiento del 2%, enfatiza la capacidad de las empresas españolas para "navegar con criterio", anticiparse y adaptarse. Esta destreza ha sido fundamental para contener el impacto de la actual guerra arancelaria.
España se consolida como destino preferente para la inversión internacional en un entorno de alta incertidumbre global, destacando frente a las fuertes caídas registradas en economías europeas como Alemania, Italia o Francia
Diversificación y Atracción de Inversiones
La solidez alcanzada también se sustenta en el comportamiento positivo de indicadores como la Diversificación Empresarial y la Diversificación Geográfica de las Exportaciones. Si bien los mercados tradicionales siguen siendo importantes, en 2024 se observó una notable expansión hacia Asia, África y América Latina. Esta estrategia ha permitido una estructura exportadora más equilibrada y menos dependiente, lo que, según Tristany, reduce la vulnerabilidad de las empresas ante cambios inesperados en las reglas del juego global.
Además, el ISI se ha visto impulsado por los valores más altos de la serie histórica en Inversión en el Exterior e Inversión Extranjera. "España se consolida como un destino preferente para el capital global frente a la volatilidad de otros mercados", afirma Tristany, a pesar de la caída en los flujos de inversión internacional en economías tradicionales como Alemania, Francia o Italia.
Competitividad y Desafíos Pendientes
La competitividad exterior de España se mantiene firme, como lo demuestra el indicador de Cuota Mundial, que señala que el país exporta por encima de lo que le correspondería en proporción a su PIB. Asimismo, el Peso de las Exportaciones en el PIB se sitúa en un 37%, acercándose al valor ideal del 40%.
Sin embargo, no todo son buenas noticias. Tristany advierte sobre la drástica caída en la cantidad de empresas exportadoras españolas en los últimos cuatro años, pasando de más de 235,000 en 2021 a 132,000 actualmente. "Estas cifras deben activar una señal de alerta", enfatiza el director general de amec, quien insta a la puesta en marcha de políticas que refuercen los instrumentos financieros públicos para la internacionalización y agilicen la simplificación burocrática.
También es motivo de preocupación el estancamiento del indicador de Exportadores Regulares, que ha disminuido en 2024 y en los últimos años. De igual forma, el indicador de Intensidad Tecnológica ha contribuido negativamente al ISI. Tristany subraya la importancia de promover la innovación y la inversión en sectores de alto valor añadido para garantizar que la industria internacionalizada española continúe siendo un pilar de estabilidad económica.
Finalmente, el informe destaca la necesidad de abordar el indicador de Barreras, ya que las previsiones apuntan a una posible disminución. "Es fundamental que desde España y desde Europa se refuercen las capacidades de negociación internacional, asegurando que nuestras empresas puedan competir en igualdad de condiciones en todos los mercados", concluye Joan Tristany, enfatizando que las barreras técnicas, regulatorias o arancelarias no deben seguir frenando el desarrollo del comercio internacional.