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Miércoles, 15 de Octubre de 2025

Actualizada Miércoles, 15 de Octubre de 2025 a las 08:13:24 horas

Optimizando la Internacionalización: La importancia de Lean Six Sigma en el ámbito de los Negocios Internacionales

Miguel Puga

En el dinámico escenario global de hoy, el éxito de la internacionalización empresarial depende en gran medida de la capacidad de las organizaciones para operar con eficiencia y excelencia.

Las empresas que buscan ingresar al mercado del Tratado de Libre Comercio de América del Norte deben entender que la excelencia operativa es un pilar fundamental para su competitividad y sostenibilidad a largo plazo, ya que el mercado de Estados Unidos es un mercado altamente exigente y altamente competitivo. Por su poder económico, todo el mundo quiere vender sus productos ahí, por lo tanto, la competencia es muy agresiva.


La excelencia operativa se refiere a la capacidad de una organización para optimizar sus procesos, reducir costos, aumentar la productividad y eliminar desperdicios a través de prácticas de mejora continua. Este enfoque se basa en metodologías como Lean Six Sigma, que se centran en identificar y eliminar actividades que no agregan valor, así como en mejorar la eficiencia y la calidad en todas las áreas de la empresa. Su base es el concepto de Kaizen, palabra japonesa que se compone de dos sinogramas de escritura japonesa que significan “bueno” y “cambio”, y actualmente, Kaizen se refiere a un sistema de mejora continua en el que las pequeñas, pero constantes mejoras, acumulan tras de sí grandes beneficios a largo plazo. En mi opinión, un sistema de mejora continua bien implementado es el que logra que todas las personas que trabajan en una organización están constantemente pensando cómo van a hacer mejor su trabajo y cómo van a eliminar y reducir actividades que no agregan valor (desperdicios) en su día a día.

Cuando las empresas no priorizan la excelencia operativa, se enfrentan a una serie de desafíos que pueden obstaculizar su capacidad para competir en el mercado internacional. Estos incluyen procesos lentos, costosos y poco flexibles, así como una mayor propensión a generar desperdicios y errores. El principal impacto de estas ineficiencias se refleja en el tiempo de ciclo del negocio, que mientras más largo, más caro e ineficiente. El tiempo es dinero después de todo. En mi experiencia, son más las oportunidades de negocios que existen en el mercado internacional que las organizaciones que tienen la capacidad de aprovecharlas, creo que en mis casi 30 años de vida profesional, son más las oportunidades que he visto desaprovechadas a los negocios que se han cerrado con éxito, desgraciadamente. A continuación, analizaremos cómo estos obstáculos afectan la competitividad de las empresas que buscan expandirse más allá de su mercado nacional:

 

1. Procesos ineficientes: Los procesos ineficientes pueden ralentizar la producción, aumentar los costos y afectar la calidad de los productos o servicios. Esto puede llevar a tiempos de entrega más largos y a una menor capacidad para satisfacer las demandas del mercado internacional de manera oportuna. En una ocasión, presente a un proveedor de piel a un fabricante importante, que interesado, le solicito un desarrollo de muestras para que pudieran ser considerados como proveedores en su próxima colección de artículos de piel. Este proveedor tardó 8 meses en desarrollar y enviar esas muestras. Sobra decir que cuando el cliente las recibió, no quiso saber nada mas de un proveedor que se tarda tanto tiempo en cumplir con un compromiso de este tipo, lo cual muy posiblemente refleja los problemas que va a tener cuando se trate de fabricar un pedido formal de material. La oportunidad de negocios se perdió.

 

2. Altos Costos: La falta de eficiencia operativa puede resultar en costos elevados en todas las etapas de la cadena de valor, desde la adquisición de materias primas hasta la distribución de productos. Estos costos adicionales pueden hacer que los productos sean menos competitivos en el mercado internacional, donde los consumidores buscan opciones de alta calidad a precios competitivos. Me toco ver como un fabricante de calzado que quería entrar en el mercado canadiense, al cual le encontramos una oportunidad interesante para introducir una línea de calzado con una importante cadena de tiendas departamentales. Entre varios problemas que tuvo, todos relacionados con su ineficiencia, no pudo llegar a presentar un precio competitivo debido a que sus procesos tenían muchos costos ocultos, principalmente derivados de desperdicios y actividades que no agregaban valor en sus procesos. La diferencia en precio era mínima, sin embargo, el fabricante ya no pudo hacer más y la oportunidad de negocios se perdió, cosa que no hubiera pasado si hubiera tenido procesos eficientes y altamente productivos.

 

3. Baja Flexibilidad: Las empresas con procesos rígidos y poco flexibles pueden tener dificultades para adaptarse a los cambios en el mercado o responder rápidamente a las necesidades de los clientes. En un entorno internacional en constante evolución, la capacidad de adaptación y flexibilidad es esencial para mantener la competitividad. Ejemplos de esto se pudieron ver muy bien durante la pandemia. Me toco ver a muchas empresas que no se pudieron adaptar a todos los cambios que este suceso histórico trajo y por lo tanto desaparecieron. Me toco ver a muchos otros, que con agilidad identificaron oportunidades y al poder adaptarse, lograron crecimientos exponenciales. Eso solo lo puede hacer una organización cuando tiene procesos agiles y flexibles, sin burocracias, sin actividades innecesarias, sin desperdicios. Hoy en día no son los grandes los que se comen a los chicos, son los rápidos los que se comen a los lentos. En un entorno tan dinámico y cambiante como el que vivimos hoy en día, el tiempo es dinero y la agilidad para adaptarse a los cambios es indispensable para tener éxito.

 

4. Desperdicios y Actividades que no Agregan Valor: Los desperdicios y las actividades que no agregan valor son comunes en empresas que carecen de un enfoque sistemático de mejora continua. Estos incluyen tiempo malgastado, esperas, movimientos innecesarios de personas y materiales, inventario excesivo, defectos de calidad y procesos redundantes, todos los cuales pueden afectar negativamente la rentabilidad y la competitividad de la empresa. Muchos de estos desperdicios no se ven, y como no se ven, no se miden, y como no se ven y no se miden, los directivos piensan que no existen, pero si, si existen y hacen los procesos más caros e ineficientes y es el cliente final, el que termina pagando por esas ineficiencias. O si el cliente final tiene otras opciones, esto tiene como resultado que le termine comprando a la competencia. Un ejemplo son las inspecciones de calidad, que son actividades que no agregan valor, pero que son necesarias. Me ha tocado ver operaciones donde hay 5 inspecciones de calidad durante el proceso de manufactura y al final de este, igual se rechaza el 10% de la producción, la cual se tiene que arreglar, generando costos de retrabajo que impactan directamente el precio final. El impacto en costos de esta ineficiencia es muy negativo en el nivel de competitividad de la empresa y esto se refleja en la perdida de oportunidades de negocios.

 

Para las empresas que buscan internacionalizarse, la excelencia operativa es un factor clave que puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso. Aquellas que implementan programas de eficiencia operativa y mejora continua están mejor posicionadas para aprovechar las oportunidades comerciales que ofrece el mercado internacional. Al optimizar sus procesos, reducir costos y aumentar la productividad, estas empresas pueden mejorar su competitividad, ofrecer productos y servicios de alta calidad a precios competitivos y satisfacer las demandas de los clientes en cualquier parte del mundo. No solo pueden dominar su mercado doméstico, sino que pueden acceder a una gran variedad de nichos de mercado, lo que les puede permitir tener un crecimiento más agresivo, diversificado y a la vez sostenible.

 

En resumen, la excelencia operativa es un imperativo para las empresas que buscan internacionalizarse. Aquellas que invierten en la optimización de sus procesos están mejor equipadas para competir en un entorno global cada vez más competitivo y aprovechar las oportunidades comerciales que se presentan en el escenario internacional. En última instancia, la excelencia operativa no solo mejora la competitividad de las empresas, sino que también impulsa su crecimiento y éxito a largo plazo en el mercado global.

 

Miguel Puga 

Experto en internacionalización y lean six sigma con más de 25 añosde experiencia. 

Area Director de Gedeth para Norteamérica y CEO Intercambi

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