Día Lunes, 20 de Octubre de 2025
Ajustes extraordinarios de las previsiones
Las políticas del presidente estadounidense nos obligan a revisar a la baja nuestras previsiones de crecimiento y de mercado. Independientemente de cómo evolucione la política arancelaria estadounidense, ya se ha destruido suficiente confianza como para que consumidores, inversores y empresas se muestren más cautos.
Esperamos que los mercados sigan siendo volátiles a corto plazo, pero en nuestro escenario principal prevemos una disminución de la incertidumbre y una rentabilidad positiva de la renta variable para los próximos 12 meses.
El estilo de gobierno de Trump aleja a los inversores
A la hora de tomar decisiones de inversión a largo plazo, tanto los inversores como los directivos de las empresas necesitan la máxima seguridad de planificación y un marco jurídico fiable. La repentina forma en que el Gobierno estadounidense ha dado un vuelco a su política arancelaria, en particular, significa que éste no es ciertamente el caso en la actualidad. También es extremadamente difícil cuando los anuncios parecen no basarse en ningún modelo comprensible, de modo que, los 180 países que sufren aranceles punitivos no saben cómo evitarlos.
Negociar acuerdos comerciales globales y sostenibles con tantos países, en un plazo de 90 días (la duración de la pausa arancelaria), es muy cuestionable. En cualquier caso, es probable que el arancel universal del 10%, con toda probabilidad, siga en vigor.
Desde la perspectiva del inversor, es importante distinguir entre evolución y sorpresas negativas. Nosotros creemos que, sobre todo después del «Día de la Liberación» del 2 de abril, el Gobierno estadounidense difícilmente podrá sorprender a los inversores tan negativamente de nuevo. Pero los efectos negativos de la política significan hasta ahora que esperamos que la economía estadounidense se debilite de manera notable este año, sufriendo al menos un trimestre de crecimiento negativo. Y nuestra previsión de crecimiento para 2026 se ha reducido a la mitad, del 2,2% al 1,1%, el recorte más pronunciado que hemos realizado en cualquier región.
Al mismo tiempo, hemos elevado nuestra previsión de inflación -lo que explica por qué no creemos que la Reserva Federal de EE.UU. vaya a contrarrestar la desaceleración económica con recortes de los tipos de interés más rápidos y drásticos.
Es muy posible que nuestro escenario principal resulte demasiado pesimista dentro de doce meses. Sin embargo, también es posible que suceda lo que pronosticamos. Nos encontramos en territorio desconocido.
Por primera vez en muchas décadas, el modelo de seguridad occidental está en juego, los inversores cuestionan a gran escala la seguridad de los activos estadounidenses y la globalización se enfrenta a un prolongado revés. Sin embargo, aún hay esperanzas de que las empresas vuelvan a demostrar una sorprendente capacidad de adaptación, como hicieron durante la pandemia del Covid y la guerra de Ucrania.
Nuestros principales cambios de previsión por clase de activos
Renta fija y divisas:
En comparación con nuestras previsiones a 12 meses de marzo, hemos rebajado ligeramente nuestras previsiones de rendimiento de la deuda pública estadounidense y alemana, y ahora se sitúan no muy lejos de los niveles actuales. El movimiento lateral es el resultado de fuerzas opuestas que afectan a los rendimientos: en Estados Unidos, la ralentización económica (y los tres recortes de los tipos de interés que esperamos) por un lado, y las enormes necesidades de refinanciación y la pérdida de confianza en los bonos del Tesoro estadounidense, por otro. En Alemania, el paquete de infraestructuras está ayudando a contrarrestar un crecimiento económico más débil de lo esperado. En cuanto a las divisas, no vemos ninguna recuperación y esperamos que siga debilitándose ligeramente.
Renta variable:
Dada la incertidumbre del entorno, hemos decidido reducir ligeramente tanto nuestras estimaciones de beneficios como los múltiplos precio-beneficios de valoración objetivo para la renta variable, lo que implícitamente significa que no estamos previendo aquí una recesión económica más profunda.
Consideramos posibles nuevos retrocesos en los próximos meses, pero también hay buenas razones para seguir con la renta variable:
No sólo son una cobertura potencial contra un nuevo repunte de la inflación, sino que también ofrecen un potencial alcista en caso de que la política estadounidense se muestre más conciliadora después de todo. Preferimos Europa a EE.UU., ya que la prima de valoración estadounidense sigue siendo muy elevada, y Europa debería beneficiarse de un desplazamiento de los fondos de los inversores fuera de EE.UU.
Activos alternativos
Petróleo: Debido a la reducción de la demanda y a la elevada oferta de los países de la OPEP+, hemos rebajado nuestra previsión del precio del petróleo (por barril de Brent) a 63 dólares a finales de marzo de 2026. En cambio, el precio del oro sigue subiendo debido a la elevada demanda sin cambios de los bancos centrales y los inversores privados; ahora, vemos posible alcanzar los 3.600 dólares/onza en marzo de 2026.
Vincenzo Vedda, Chief Investment Officer, DWS