Día Viernes, 03 de Octubre de 2025
El think tank dedicado a la investigación económica y social, Funcas, ha presentado sus Previsiones Económicas para España 2025-2026, en las que rebaja significativamente las estimaciones de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) hasta el 2,3% para este año y el 1,6% para el próximo.
Este ajuste a la baja, que contrasta con el buen desempeño de la economía a finales de 2024 y en el primer trimestre de 2025, se atribuye directamente al impacto negativo de la guerra comercial desatada por la política arancelaria de Estados Unidos. Según Funcas, este conflicto comercial podría restar entre siete décimas y 1,2 puntos porcentuales al crecimiento español en el bienio, dependiendo de su intensidad y duración. La institución advierte de un cambio drástico en el motor del crecimiento, con el sector exterior pasando de ser un impulsor clave a restar dinamismo a la economía. A pesar de este panorama menos optimista, Funcas prevé una moderación de la inflación y la creación de un importante número de empleos, aunque a un ritmo inferior al de los últimos años.
La presentación de las Previsiones Económicas de Funcas ha generado una notable atención, dada la incertidumbre que rodea al comercio internacional. Inicialmente, el buen cierre de 2024 y la fortaleza mostrada por la economía española en los primeros meses de este año apuntaban a una revisión al alza de las proyecciones para 2025. Sin embargo, la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos ha truncado esta inercia positiva.
En su análisis, Funcas dibuja un escenario central relativamente optimista, en el que la presión de los mercados internacionales obligaría a una cierta relajación de las medidas proteccionistas. Aun así, bajo este supuesto, la guerra comercial restaría tres décimas al crecimiento del PIB en 2025 y otras cuatro décimas en 2026. De este impacto total, se estima que 2,5 décimas corresponderían al efecto directo de los aranceles sobre las exportaciones españolas, mientras que las 4,5 décimas restantes se derivarían de la desaceleración de la economía norteamericana y sus consecuencias en el comercio global, afectando especialmente a los mercados europeos.
El director general de Funcas, Carlos Ocaña, ha sido contundente al señalar la dependencia de la economía española de factores externos: "En un escenario menos benévolo, en el que la guerra comercial y la incertidumbre se prolongan en el tiempo, el impacto para la economía española podría ser de hasta 1,2 puntos porcentuales en el bienio, lo que dejaría tasas de crecimiento del 2% este año y del 1,4% el próximo". Ocaña añadió con preocupación: "La evolución de la economía europea y española depende en este momento más que nunca de una variable política externa a la economía".
A pesar de la cautela, el escenario central de Funcas no contempla la imposición de aranceles recíprocos a Europa, y en el caso de China, se asume una suavización de las tensiones comerciales. No obstante, Raymond Torres, director de Coyuntura de Funcas, advierte que los primeros efectos de la guerra comercial ya se están empezando a sentir. "Este escenario tiene un efecto negativo pero relativamente moderado sobre la economía europea y sobre la española. Como la economía europea ya estaba estancada, este impacto la acerca más a la recesión. En el caso español, en cambio, ese impacto negativo no impediría seguir creciendo a tasas por encima del 2% este año", explicó Torres.
El sector exterior restará tres décimas al crecimiento del PIB español tanto en 2025 como en 2026, situación muy diferente a la de los tres últimos años, en los que más del 30% del crecimiento provino de este componente
Un cambio significativo en la composición del crecimiento es otro de los puntos clave del informe de Funcas. Se prevé que la demanda interna se convierta en el único motor de la economía, aportando 2,6 puntos al PIB en 2025 y 1,9 puntos en 2026. En contraste, el sector exterior restará tres décimas al crecimiento en ambos años, una situación diametralmente opuesta a la de los tres años precedentes, en los que más del 30% del crecimiento provino de las exportaciones.
Dentro de la demanda interna, el consumo privado se erige como el componente más dinámico, impulsado por el aumento de la renta disponible de los hogares y el desembolso de una parte del ahorro acumulado durante los últimos dos años. La tasa de ahorro de los hogares se mantuvo en un elevado 13,6% de la renta disponible bruta en 2024. El consumo público también experimentará un crecimiento, aunque a un ritmo más moderado debido a la prórroga presupuestaria y el sistema de entregas a cuenta a las administraciones territoriales.
En el lado negativo, la escalada proteccionista impactará negativamente en las exportaciones, especialmente las de bienes. Las exportaciones de servicios no turísticos también se debilitarán, en consonancia con la desaceleración de los mercados internacionales. Asimismo, se espera que el turismo crezca a un ritmo menor que en años anteriores, influido por la saturación observada durante la temporada estival.
En cuanto a la inflación, Funcas prevé una tendencia a la moderación, situándose la media anual de la tasa general en el 2,3% este año y el 1,9% en 2026. Esta disminución se explica por la moderación de los precios de los productos importados gracias a la apreciación del euro, el abaratamiento de los hidrocarburos y una mayor entrada de productos importados en un contexto de creciente competencia ante el cierre del mercado estadounidense a las exportaciones asiáticas. Sin embargo, la institución advierte que posibles represalias por parte de la Unión Europea podrían alterar esta trayectoria. En el escenario actual, esta previsión de inflación es coherente con una posible reducción de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE), lo que llevaría al Euribor a un año a descender hasta el 2% a finales de este año y al 1,75% en 2026.
El mercado laboral también se verá afectado por la desaceleración económica, aunque seguirá mostrando dinamismo. Funcas estima la creación de 360.000 empleos netos anuales tanto en 2025 como en 2026, una cifra inferior al promedio de 550.000 empleos generados en los dos años anteriores (según datos de la Encuesta de Población Activa - EPA). A pesar de esta moderación, la tasa de paro continuaría su tendencia descendente, situándose en el 10% en 2026, seis décimas por debajo de la previsión anterior.
Finalmente, en lo referente a las finanzas públicas, Funcas pronostica una reducción del déficit público hasta el 2,9% del PIB en 2025, y hasta el 2,6% si se excluyen los efectos de la DANA. Para 2026, la previsión se sitúa en el 2,8%. Sin embargo, la persistencia del desequilibrio y la ralentización de la economía mantendrán la deuda pública en niveles cercanos al 100% del PIB, lo que limita el margen de maniobra del gobierno ante futuros shocks económicos.