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¿Puede Washington compensar su déficit comercial?

La guerra comercial entre EE.UU. y China: Un conflicto que sacude el comercio global y las economías internacionales

Redacción Empresa Exterior Sábado, 22 de Marzo de 2025 Tiempo de lectura:

La guerra comercial entre EE.UU. y China profundiza su impacto en el comercio global, con Estados Unidos intentando compensar su déficit comercial a través de aranceles, pero enfrentando un desafío estructural que beneficia poco a ambas partes.

La tensión comercial entre Estados Unidos y China, que comenzó en 2018, ha escalado a niveles sin precedentes en 2025, afectando significativamente el comercio global y las economías internacionales. El presidente estadounidense Donald Trump ha implementado nuevas medidas arancelarias que han provocado una reacción en cadena en todo el mundo.

 

La guerra comercial iniciada por la administración Trump está resultando costosa para el PIB mundial, con una proyección de reducción del 0,5% para 2030, y para el comercio mundial, con una disminución prevista del 3,4% en el mismo período. Estados Unidos y China son los países más afectados, con pérdidas estimadas del PIB del 1,3% para ambas naciones.

 

El gobierno de Trump ha impuesto aranceles del 20% sobre los productos chinos, además de los aranceles del 10% ya existentes de su primer mandato. En respuesta, China ha aplicado aranceles de hasta el 15% sobre productos agrícolas estadounidenses como el pollo y el cerdo.

 

La guerra comercial entre EE.UU. y China: ¿Puede Washington compensar su déficit comercial?

 

El intento de Estados Unidos por equilibrar su déficit comercial con China mediante aranceles enfrenta un doble desafío estructural: mientras las medidas proteccionistas han elevado los ingresos fiscales y temporalmente fortalecido sectores industriales locales, el déficit bilateral se mantiene en niveles históricos. En enero de 2025, el déficit comercial de EE.UU. con China alcanzó -31.700 millones de dólares (+27,1% mensual), y el déficit global estadounidense marcó un récord de -131.400 millones.

 

La paradoja de la balanza de pagos:


Aunque el déficit comercial persiste, EE.UU. podría registrar mejoras en su balanza de pagos gracias a la entrada de capitales extranjeros. La divergencia monetaria entre ambos países —con tasas de interés más altas en EE.UU. tras la "recalibración" de la Fed— atrae inversiones que compensan parcialmente el desequilibrio comercial. No obstante, economistas advierten que este flujo financiero no resuelve el problema de base: la dependencia de productos chinos en cadenas de suministro críticas y el consumo interno estadounidense, que sigue demandando bienes asiáticos a pesar de los aranceles.

 

¿Ganancia efímera o victoria pírrica?

 

  • Para EE.UU.: Los aranceles han generado 34.000 millones en recaudación adicional en 2025, pero el costo se traslada a consumidores y empresas. Sectores como la agricultura —con pérdidas de 20.000 millones anuales por represalias chinas— y la manufactura enfrentan presiones inflacionarias.

  • Para China: Aunque su superávit comercial se mantiene (170.520 millones en 2025), la caída del -8,4% en importaciones refleja una demanda interna debilitada, lo que limita su capacidad para cumplir con acuerdos de compra de productos estadounidenses.

 

En palabras de analistas económicos: "La guerra comercial no corrige desequilibrios, sino que redistribuye pérdidas". Mientras China resiste mediante subsidios estatales y diversificación de mercados, EE.UU. enfrenta un dilema: sostener aranceles afecta su crecimiento (-2,4% PIB en 1T 2025), pero eliminarlos implicaría reconocer límites en su estrategia geoeconómica.

 

Como resume la portavoz de Exteriores china, Mao Ning: "Quienes lanzan una guerra comercial acaban haciéndose daño a sí mismos". La compensación del déficit parece, hoy por hoy, un espejismo en medio de una batalla donde ambos bandos acumulan costos, pero ninguno declara victoria.

 

Consecuencias globales

 

La guerra comercial está provocando una importante reorientación de los flujos comerciales. Se espera un colapso en el comercio entre China y Estados Unidos, y un aumento significativo de los déficits comerciales de muchos países con respecto a China.

 

El presidente Trump ha sugerido cierta "flexibilidad" en la implementación de los aranceles. En una reunión en el Despacho Oval, Trump declaró: 

 

 

"Habrá cierto margen de ajuste al imponer estos aranceles, que yo llamo 'el grande'".

 

 

Perspectivas económicas

 

Según expertos económicos, estas medidas arancelarias conducirán a un crecimiento del PIB más débil, mayor desempleo, tasas de interés más altas e inflación más elevada este año en Canadá, México y Estados Unidos.

 

La Fundación Fiscal estima que los aranceles reducirán el PIB de EE.UU. en un 0,4% y las horas trabajadas en 309.000 empleos equivalentes a tiempo completo, sin contar con las represalias extranjeras.

 

Esta guerra comercial no solo está redefiniendo las relaciones comerciales globales, sino que también está desafiando el orden económico mundial establecido desde hace décadas.

 

 

 

 

 

 

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