Día Miércoles, 19 de Noviembre de 2025
Un reciente estudio elaborado por la Cámara de España y el Consejo General de Economistas revela el papel crucial de las empresas españolas en la superación de desafíos económicos y sociales durante la última década, marcada por crisis globales y transformaciones profundas.
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En un contexto global marcado por la incertidumbre y la complejidad, las empresas españolas han demostrado ser un pilar fundamental para la resiliencia de la economía del país. Así lo revela el estudio "Evolución económica, social, empresarial e institucional de España en el período 2014-2024", presentado por el presidente de la Cámara de España, José Luis Bonet, y el presidente del Consejo General de Economistas, Valentín Pich.
El informe, fruto de la colaboración entre ambas instituciones, analiza la década transcurrida entre 2014 y 2024, un período marcado por desafíos de gran envergadura, como la crisis del COVID-19, las tensiones territoriales, la aceleración de las transiciones tecnológicas y energéticas, y los conflictos bélicos en Ucrania y Oriente Medio.
"Las empresas de España han sido parte indispensable de la transformación y el progreso del país en los últimos 10 años, siendo la auténtica columna vertebral de nuestra sociedad" declaró José Luis Bonet. El presidente de la Camara de comercio tambien recalco "Además, ha quedado patente la importancia de la colaboración público-privada, y la necesidad de contar con un sector industrial fuerte sobre el que descanse una cierta autonomía estrategia en ámbitos clave, como el sanitario o el de componentes tecnológicos”.
Valentín Pich, presidente del Consejo general de Economistas manifestó "los próximos años serán clave para consolidar los avances logrados en la última década y abordar los importantes desafíos que como país tenemos pendientes. Reformas estructurales en el mercado laboral, incentivos a la innovación y mejoras en la eficiencia del gasto público serán esenciales para garantizar una economía más competitiva y resiliente. Sin ninguna duda soy de la opinión de que la estabilidad institucional seguirá siendo un pilar fundamental en la construcción de una España más fuerte y sostenible”.
Además agrego que “el esfuerzo conjunto entre instituciones, la sociedad civil y el sector privado ha permitido avances significativos. Por ejemplo, el tejido empresarial español ha avanzado en aspectos como la internacionalización o la sostenibilidad, pero necesita un entorno fiscal y regulador más favorable para seguir creciendo, ya que persisten barreras regulatorias que dificultan la escalabilidad”.
El estudio, dirigido por los economistas Salvador Marín y Raúl Mínguez, destaca la capacidad de adaptación y recuperación de la economía española, impulsada principalmente por el sector privado. Sin embargo, también subraya la necesidad de abordar retos estructurales, como la baja productividad, la insuficiente inversión en I+D+i y las altas tasas de desempleo, especialmente entre los jóvenes y los mayores de 45 años.
El informe resalta la internacionalización como uno de los principales logros de las empresas españolas en la última década
"España ha demostrado una gran capacidad de adaptación y recuperación, pero la productividad y la inversión en I+D+i, así como en inversiones de capital fijo que eviten nuestra descapitalización como país, siguen siendo retos fundamentales para consolidar un crecimiento sostenible”, apunto Salvador Marin.
Tambien concluyo "La estabilidad institucional ha sido clave en estos diez años, pero sin reformas estructurales en empleo, fiscalidad e innovación, el crecimiento a futuro estará limitado en términos de competitividad y de cierre de las brechas con las principales economías europeas, aunque realmente siguiendo esta senda hay capacidad de hacerlo si se siguen manteniendo los equilibrios básicos que una sociedad avanzada y una economía global requieren”.
Raúl Mínguez, explicó que “en la última década, las empresas españolas han desempeñado un papel clave en el desarrollo económico, social e institucional del país. Desde el ámbito económico, el sector privado ha liderado la expansión internacional de la economía española y ha impulsado la digitalización. En el plano social, han reforzado su compromiso con la sostenibilidad, aumentando su inversión en proyectos medioambientales y sociales, y desde una perspectiva institucional, el sector empresarial ha demostrado una gran capacidad de adaptación ante eventos disruptivos. Su resiliencia ha sido clave para mantener la estabilidad económica y social del país. A pesar de estos logros, persisten desafíos estructurales, como la baja productividad y la insuficiente inversión en I+D+i, que limitan el potencial de crecimiento del país”.
El informe resalta la internacionalización como uno de los principales logros de las empresas españolas en la última década, con un aumento significativo de las exportaciones de bienes y servicios. Asimismo, destaca el creciente compromiso del sector privado con la responsabilidad social corporativa y la sostenibilidad.
No obstante, el estudio también pone de manifiesto las carencias estructurales de la economía española, como la baja productividad y la excesiva dependencia de las microempresas, que dificultan el crecimiento y la competitividad.
En cuanto al panorama macroeconómico, el informe señala que la recuperación tras la pandemia ha sido impulsada en gran medida por el estímulo público, lo que genera cierta preocupación sobre la sostenibilidad del crecimiento a largo plazo.
El sector turístico es otro de los pilares fundamentales de la economía española. El estudio destaca su notable capacidad de recuperación tras la pandemia, así como su contribución al PIB y al empleo. Sin embargo, también subraya la necesidad de invertir en infraestructuras y servicios para garantizar un crecimiento sostenible y equilibrado.









































