Día Viernes, 05 de Septiembre de 2025
La actividad de servicios en China se ha visto impulsada por un notable aumento en la demanda interna, alcanzando su mayor crecimiento en siete meses durante diciembre.
Este crecimiento, reflejado en el índice de gerentes de compras (PMI) de Caixin/S&P Global que subió a 52.2, indica una expansión del sector, superando la línea divisoria de 50 que distingue entre crecimiento y contracción. Sin embargo, este optimismo se ve empañado por el temor a las tensiones comerciales con Estados Unidos, lo que añade un nivel significativo de incertidumbre a las perspectivas económicas del país.
Los datos revelan que mientras los nuevos negocios dentro del mercado interno han mostrado una tendencia positiva, con un incremento en el subíndice correspondiente que pasó de 51.8 a 52.7, las órdenes provenientes del extranjero han disminuido. Esta caída es particularmente preocupante ya que representa la primera reducción desde agosto de 2023 y sugiere que las empresas chinas están enfrentando desafíos adicionales en sus exportaciones debido a la posibilidad de nuevas tarifas arancelarias impuestas por EE.UU., especialmente bajo una potencial segunda administración del expresidente Donald Trump.
El contexto económico más amplio para China es complejo; el país ha estado lidiando con problemas como un consumo débil y una crisis inmobiliaria significativa. Estas dificultades han llevado al gobierno chino a implementar diversas medidas fiscales y monetarias para intentar revitalizar su economía estancada. Según Wang Zhe, economista senior de Caixin Insight Group, “desde finales de septiembre, la sinergia de las políticas existentes y las medidas adicionales de estímulo han continuado actuando sobre el mercado”, lo cual ha contribuido a generar factores más positivos.
A pesar del repunte observado en algunos indicadores económicos, persisten importantes presiones negativas derivadas tanto del entorno interno como externo. El índice de confianza empresarial ha permanecido positivo pero ha caído al segundo nivel más bajo desde marzo de 2020; esto refleja preocupaciones sobre la creciente competencia y posibles disrupciones comerciales internacionales. La perspectiva económica se complica aún más ante la amenaza inminente que representan los aranceles superiores al 60% prometidos por Trump para los productos chinos.
Finalmente, el PMI compuesto Caixin/S&P Global también muestra signos preocupantes: cayó a 51.4 desde 52.3 en noviembre, lo cual puede ser indicativo no solo del enfriamiento en el sector servicios sino también una señal clara sobre los retos persistentes que enfrenta la economía china frente a un panorama global cada vez más incierto y competitivo.
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