Día Miércoles, 26 de Noviembre de 2025
En un cambio inesperado en su estrategia económica, China ha declarado su primera flexibilización monetaria desde 2010. El Politburó del Partido Comunista Chino ha anunciado que, a partir de 2025, se pondrán en marcha políticas fiscales “más proactivas” y una política monetaria “moderadamente laxa” con el objetivo de estimular el crecimiento económico y garantizar la estabilidad financiera interna.
Este ajuste ocurre en un contexto de inflación controlada, donde el Índice de Precios al Consumidor (IPC) refleja estabilidad en el mercado interno. Según los datos más recientes, el IPC de noviembre en China ha descendido a su nivel más bajo en cinco meses, registrando un aumento del 0,2% respecto al mismo mes del año anterior, cifra que está por debajo de lo anticipado, que era un incremento del 0,5%. La tasa anual de inflación se mantiene alrededor del 2%, considerada manejable por las autoridades económicas chinas.
A pesar de la disminución en el IPC, las autoridades han prometido implementar medidas fiscales “más proactivas” y una política monetaria “moderadamente flexible” durante el próximo año para fomentar el consumo interno. Este anuncio fue realizado tras la reunión del Politburó, órgano responsable de la toma de decisiones clave y previo a la Conferencia Central de Trabajo Económico que tendrá lugar esta semana. El presidente Xi Jinping presidió esta reunión que definirá las futuras estrategias económicas del país.
Según el comunicado oficial emitido por el Politburó, estas nuevas iniciativas están orientadas a fortalecer la economía doméstica frente a posibles fluctuaciones externas y promover el consumo interno, un aspecto crucial para China mientras aún enfrenta los efectos remanentes de la pandemia y las tensiones comerciales globales.
Expertos económicos han señalado que esta flexibilización podría tener repercusiones positivas en sectores fundamentales como tecnología e infraestructuras. Se anticipa que estas políticas fomenten tanto las inversiones nacionales como extranjeras y faciliten acceso al crédito para los consumidores chinos, mejorando así su capacidad adquisitiva.
“La decisión de flexibilizar la política monetaria y fiscal es una respuesta directa a las condiciones actuales de la economía global y un esfuerzo por asegurar un crecimiento sostenible a largo plazo,” afirmó Zhang Wei, economista radicado en Beijing. “Además, centrar esfuerzos hacia proyectos infraestructurales y desarrollo sostenible puede proporcionar un impulso esencial para nuestra economía interna.”
Por otro lado, la inflación mayorista o Índice de Precios al Productor (IPP) sigue mostrando una tendencia decreciente con una reducción interanual del 2,5% en noviembre; aunque menos acentuada que lo previsto inicialmente (una caída estimada del 2,8%). Las autoridades chinas también han indicado que continuarán monitoreando atentamente estos indicadores mientras ajustan sus políticas económicas ante los desafíos presentes en el entorno global.
Este anuncio se produce durante un periodo crítico para la economía china, que comienza a mostrar signos positivos tras haber enfrentado tensiones comerciales internacionales y los impactos derivados de la pandemia. Las decisiones adoptadas por el gobierno chino durante este tiempo serán determinantes para evaluar no solo su futuro económico sino también su posición dentro del mercado global.
La flexibilización monetaria de China abre nuevas oportunidades para las empresas españolas en el país y en el mercado de exportación
El anuncio de la primera flexibilización monetaria de China desde 2010 promete generar ventajas clave para las empresas españolas que operan en el país asiático, así como para aquellas que exportan productos hacia él. A partir de 2025, el gobierno chino implementará políticas fiscales "más proactivas" y una política monetaria "moderadamente laxa" con el objetivo de estimular la economía interna y asegurar su estabilidad financiera. Este giro estratégico presenta una serie de oportunidades para los negocios españoles en diversos sectores.
Mejor acceso al crédito y condiciones más favorables
La flexibilización monetaria de China implica una política de tasas de interés más bajas y una mayor disponibilidad de crédito. Esta medida facilitará a las empresas españolas que operan en China acceder a financiación más económica para expandir sus operaciones, realizar inversiones y aumentar su capacidad de producción. Este cambio también contribuirá a la estabilidad económica del país, lo que puede hacer más predecible el entorno de negocio para las empresas extranjeras.
Estímulo al consumo interno y demanda de productos extranjeros
Una de las principales medidas anunciadas por el gobierno chino es el fomento del consumo interno, que se espera que impulse la demanda de productos y servicios. Para las empresas españolas que comercializan bienes de consumo en China, esto podría traducirse en una mayor demanda, especialmente en sectores como la tecnología, la alimentación y bebidas, la moda y el lujo. El aumento del poder adquisitivo de la clase media china también podría beneficiar a las empresas españolas que buscan consolidar su presencia en este competitivo mercado.
Oportunidades en sectores de infraestructura y tecnología
Además de las políticas que favorecen el consumo, el gobierno chino tiene planes para impulsar proyectos de infraestructura a gran escala. Las empresas españolas con experiencia en la construcción, la ingeniería y la tecnología podrían encontrar nuevas oportunidades para colaborar en proyectos conjuntos o invertir en este sector en crecimiento. La flexibilidad monetaria también podría abrir las puertas a inversiones extranjeras, lo que fomentaría una mayor participación de empresas españolas en las iniciativas chinas.
Ventajas para las exportaciones españolas a China
Para las empresas españolas que exportan productos a China, la flexibilización monetaria también ofrece ventajas. Una política monetaria más flexible podría llevar a una depreciación moderada del yuan, lo que haría que los productos españoles sean más competitivos en términos de precio. Sectores como el automóvil, la maquinaria, la tecnología y los productos alimenticios podrían ver un aumento en la demanda debido a la mejora en las condiciones del mercado y una mayor estabilidad económica.
El entorno favorable para las exportaciones y la inversión extranjera
El ambiente económico estable y las políticas fiscales proactivas auguran un entorno favorable para las exportaciones españolas a China. El gobierno chino está comprometido en crear condiciones que favorezcan el consumo de productos internacionales, lo que podría abrir nuevas oportunidades para los negocios españoles. La combinación de un mercado más accesible y una mayor competitividad en precios permite a las empresas españolas expandir su presencia en el país y aprovechar el creciente interés de inversores chinos en productos extranjeros.








































