Del Domingo, 28 de Septiembre de 2025 al Sábado, 04 de Octubre de 2025
A nivel internacional, el director del Servicio de Estudios de Cámara de España, Raúl Mínguez, destaca la preocupación sobre el impacto de las políticas de Estados Unidos tras la elección del republicano Donald Trump.
La Cámara de España ha ajustado al alza sus previsiones económicas, situando el crecimiento del PIB en un 3,1% para 2024 y en un 2,1% para 2025, cifras que superan la media europea. Este avance se debe, principalmente, al impulso de la demanda interna, especialmente en el consumo de las familias, que ha aumentado debido a la reducción de los tipos de interés, la creación de empleo y una inflación más moderada.
La Cámara prevé la creación de 655,000 empleos entre 2024 y 2025, junto con un incremento de la productividad. Se estima un crecimiento de la ocupación del 2,2% para 2024, lo cual supondrá 430,000 nuevos empleos, y del 1,5% en 2025, con 225,000 puestos de trabajo adicionales, lo que llevaría la tasa de paro al 10,9% en 2025.
La economía española mantiene su crecimiento por encima de la media europea apoyada en el tirón de la demanda interna
En el ámbito de la inversión, los menores tipos de interés impulsan el crecimiento en bienes de equipo y construcción. En 2024, la inversión en bienes de equipo crecería un 1,2%, acelerándose hasta un 3,4% en 2025, mientras que el sector de la construcción avanzaría un 2,8% en 2024 y un 3% en 2025.
A nivel internacional, el director del Servicio de Estudios de Cámara de España, Raúl Mínguez, destaca la preocupación sobre el impacto de las políticas de Estados Unidos tras la elección del republicano Donald Trump: “Habrá que esperar a ver qué medidas adopta Donald Trump en relación con los aranceles, y el efecto que pudiera tener en las empresas españolas”. Sin embargo, subraya que el grueso de las exportaciones españolas se concentra en Europa, lo cual podría mitigar el impacto directo de estas políticas.
A pesar de las cifras favorables, la Cámara alerta sobre desafíos estructurales, como el elevado déficit público, la dependencia de materias primas externas, y el desajuste entre la formación profesional y las demandas del mercado laboral. Estos factores, junto con la fragmentación regulatoria y las sequías, son retos que el país deberá abordar para mantener un crecimiento sostenible.