Día Viernes, 10 de Octubre de 2025
El triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos ha generado una ola de incertidumbre en los mercados internacionales.
A medida que el magnate se prepara para asumir su segundo mandato, las implicaciones para el comercio exterior, especialmente para países como España, comienzan a ser objeto de análisis y debate.
El inesperado regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha reavivado preocupaciones sobre un posible retorno a políticas proteccionistas que marcaron su anterior administración. Durante su primer mandato, Trump implementó medidas arancelarias que afectaron a numerosos socios comerciales, y ahora, con un nuevo mandato por delante, se especula sobre cómo estas políticas podrían evolucionar.
En lo que respecta a España, uno de los sectores más vulnerables podría ser el agroalimentario. En años anteriores, productos como el aceite de oliva y el vino sufrieron incrementos arancelarios significativos bajo la administración Trump. De repetirse esta tendencia, los exportadores españoles podrían enfrentar dificultades adicionales para mantener su competitividad en el mercado estadounidense.
Por otro lado, la industria automotriz también podría verse afectada. Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y Europa durante el primer mandato del presidente republicano incluyeron amenazas de imponer aranceles a los automóviles europeos. Aunque estos no llegaron a materializarse completamente, cualquier movimiento en esa dirección podría perjudicar gravemente las exportaciones españolas del sector.
Sin embargo, no todos los sectores enfrentan un panorama sombrío. La industria tecnológica española podría encontrar oportunidades si se mantienen o amplían acuerdos bilaterales específicos que faciliten la colaboración e inversión mutua en innovación y desarrollo tecnológico.
Ampliación sobre las relaciones comerciales entre España y Estados Unidos
Las relaciones comerciales entre España y Estados Unidos han sido históricamente sólidas pero complejas. En 2023, las exportaciones españolas hacia Estados Unidos alcanzaron aproximadamente los 15 mil millones de euros, siendo este país uno de los principales destinos fuera de la Unión Europea para productos españoles. Los sectores más destacados incluyen no solo agroalimentarios como el aceite y vino mencionados anteriormente sino también productos farmacéuticos y bienes industriales.
El sector farmacéutico, por ejemplo, ha experimentado un crecimiento sostenido gracias al intercambio científico-tecnológico entre ambos países. Las empresas españolas han encontrado en Estados Unidos un mercado receptivo para medicamentos innovadores y genéricos.
En cuanto al sector industrial, especialmente maquinaria e ingeniería avanzada, también ha visto oportunidades crecientes debido al interés estadounidense por tecnología europea puntera. No obstante, cualquier política proteccionista renovada podría poner freno a esta expansión si se introducen barreras adicionales o revisiones contractuales desfavorables.
A nivel inversor, empresas estadounidenses han mostrado interés constante en áreas estratégicas dentro del territorio español como energía renovable e infraestructuras tecnológicas avanzadas; inversiones que podrían verse influenciadas dependiendo del clima político-económico promovido por la nueva administración estadounidense.
Mientras algunos sectores españoles podrían prepararse para enfrentar desafíos renovados bajo la administración Trump, otros podrían encontrar vías para fortalecer sus vínculos comerciales con Estados Unidos si se aprovechan adecuadamente las oportunidades emergentes. El tiempo dirá cómo este cambio político influirá finalmente en el entramado económico global y específicamente en las relaciones comerciales hispano-estadounidenses.
La reelección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos podría tener implicaciones significativas para las empresas españolas, dependiendo de su modelo de negocio en el país norteamericano.
Empresas españolas con implantación en Estados Unidos:
Durante su primer mandato, la Administración Trump implementó una reforma fiscal que redujo el impuesto de sociedades del 35% al 21%, beneficiando a las empresas extranjeras con presencia en EE. UU.
Si en su nuevo mandato se mantienen o amplían estas políticas fiscales favorables, las filiales de empresas españolas en Estados Unidos podrían continuar beneficiándose de un entorno fiscal más favorable.
Algunos ejemplos de empresas españolas implantadas directamemte en el mercado de Estados Unidos:
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Banco Santander: A través de su filial Santander Consumer USA, este banco tiene una sólida presencia en Estados Unidos y se beneficia de la reforma fiscal que reduce el impuesto de sociedades, lo que puede seguir siendo una ventaja en un contexto favorable para inversiones extranjeras.
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Iberdrola: Con su filial estadounidense Avangrid, Iberdrola es una de las principales empresas de energías renovables en EE. UU. Este tipo de presencia local la protege en parte de las barreras arancelarias y le permite aprovechar políticas locales que promuevan inversiones y empleos dentro del país.
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Ferrovial: Especializada en infraestructuras, Ferrovial tiene contratos significativos en EE. UU. y ha construido autopistas y otros proyectos. La compañía se beneficia de su presencia física en el país y no está sujeta a aranceles, pues opera directamente en el mercado estadounidense.
Entre otras
Empresas que exportan desde España a Estados Unidos:
Trump ha manifestado su intención de imponer aranceles del 10% a todas las importaciones, con excepciones como China, que enfrentaría aranceles del 60%.
De implementarse estas medidas, las exportaciones españolas podrían verse afectadas, incrementando los costos y reduciendo la competitividad de los productos españoles en el mercado estadounidense. Sectores como el agroalimentario, que ya enfrentaron aranceles en el pasado, podrían ser especialmente vulnerables.
Alguna de las empresas españolas que exportan desde España a Estados Unidos (potencialmente afectadas por aranceles):
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Bodegas Torres: Como uno de los principales exportadores de vino español, Bodegas Torres se enfrenta al riesgo de aranceles más altos que podrían encarecer sus productos en el mercado estadounidense. Esto afectaría la competitividad del vino español frente a opciones locales y de otros países sin aranceles elevados.
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Campofrío: Esta empresa de productos cárnicos y embutidos exporta a Estados Unidos. Si se incrementan los aranceles, Campofrío podría ver reducida la demanda de sus productos debido al aumento de precios para los consumidores.
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Grupo Cosentino: Especializado en superficies para cocina y baños, Cosentino exporta productos de alta gama, como Silestone, a Estados Unidos. Cualquier incremento en los aranceles podría impactar en los precios y reducir su competitividad en el mercado estadounidense frente a materiales locales o de otros países.
Repercusión global
A nivel global, la economía mundial observa con cautela este cambio político. La política exterior estadounidense bajo Trump fue marcada por una aproximación unilateralista que alteró alianzas tradicionales y generó tensiones con potencias emergentes como China. Un regreso a estas políticas podría desencadenar nuevas dinámicas económicas globales con repercusiones impredecibles para países interconectados como España.
Como siempre, dejemos pasar los 100 días de rigor para evaluar con más profundidad el cambio que hoy parece que se confirma a estas horas como definitivo.