Día Martes, 25 de Noviembre de 2025
Este viernes ha entrado en vigor el acuerdo comercial de la Unión Europea (UE) con Colombia, Perú y Ecuador, que había estado en aplicación provisional desde 2013.
La Comisión Europea anunció la ratificación del acuerdo, destacando que este convenio cubre 33.000 millones de euros en intercambios comerciales y brinda un apoyo significativo a las economías de ambas partes.
El vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea y responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis, subrayó en su cuenta de la red social X que "este acuerdo cubre 33.000 millones de euros en intercambios comerciales y apoya las economías de ambas partes". Además, la Dirección de Comercio Internacional de la Comisión Europea afirmó que "este acuerdo abre mercados en ambos lados y aumenta la estabilidad y previsibilidad del entorno comercial y de inversión".
El Consejo de la Unión Europea acordó el pasado 14 de octubre la formalización del acuerdo comercial con Colombia y Perú, así como el protocolo de adhesión de Ecuador. Este acuerdo no solo contempla la apertura de los mercados de bienes y servicios, sino que también establece un marco para la contratación pública y la inversión, además de implementar mejores condiciones comerciales a través de nuevas normas sobre barreras no arancelarias, competencia, transparencia y derechos de propiedad intelectual.
Entre los beneficios del acuerdo se encuentra la creación de un entorno empresarial más estable y predecible, que incluye un mecanismo bilateral para la solución de diferencias y un sistema de mediación para las barreras no arancelarias. También se incluye un compromiso con altos estándares de protección laboral y medioambiental, así como un capítulo sobre comercio y desarrollo sostenible.
Con la entrada en vigor de este acuerdo, la UE se posiciona como el tercer socio comercial de los países andinos, donde en 2023, el comercio total alcanzó aproximadamente los 33.000 millones de euros. Las principales exportaciones de la UE a Colombia, Perú y Ecuador comprenden productos manufacturados, mientras que las importaciones se centran en productos agrícolas, combustibles y minerales.
Este avance marca un paso significativo hacia una mayor integración económica y una cooperación más sólida entre la Unión Europea y sus socios andinos.










































