Del Jueves, 20 de Noviembre de 2025 al Viernes, 21 de Noviembre de 2025
La industria metalúrgica alemana se enfrenta a una serie de desafíos económicos, como la competencia estatal de China, la desaceleración del sector automovilístico y el aumento de los precios de la energía. Sin embargo, el comportamiento de pago del sector ha mejorado a lo largo de los años.
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La situación del sector metalúrgico alemán nunca ha sido fácil, pero se ha vuelto más difícil con la
aparición de la competencia de los productos metalúrgicos chinos apoyados por el Estado, así como la
desaceleración del sector automovilístico alemán desde 2018. A pesar de los retos, el comportamiento
de pago ha mejorado a lo largo de los años en el sector metalúrgico, según los resultados de nuestras
encuestas anuales sobre pagos en Alemania.
El sector metalúrgico alemán se enfrenta a una serie de obstáculos económicos
Varios factores económicos han frenado la industria metalúrgica alemana. La competencia estatal de China
ha conseguido superar a las empresas europeas ofreciendo productos más baratos. A lo largo de los años, estas
subvenciones han provocado un importante exceso de capacidad y una sobreoferta en el mercado mundial,
lastrando los precios de los metales industriales, sobre todo del acero y el aluminio.
La transformación industrial de Alemania hacia tecnologías verdes, sobre todo en la industria automovilística, ha desencadenado una recesión industrial que ha afectado también al sector metalúrgico.
Desde mediados de 2018, la producción del sector metalúrgico alemán sigue una tendencia a la baja. A estos
retos se suma el repunte de los precios de la energía en medio de la recuperación pospandémica y tras la
invasión rusa de Ucrania, que ha elevado los costes de producción. Según la patronal de la industria
metalúrgica y electrónica, el margen de beneficio bruto del sector disminuyó del 4,4% en 2017 al 3,5% en 20211.
En mayo de 2023, el 34% de las empresas del sector metalúrgico y electrónico indicaron que tenían, en
2022, márgenes de beneficio muy bajos (entre el 0% y el 2%) o incluso negativos (14% de los encuestados). En
septiembre de 2023, el 15% se prepara para registrar pérdidas de beneficios este año.
Los plazos de pago se acortan cada año
Gracias a la fuerte participación de las empresas del sector metalúrgico en la encuesta anual de pagos de la
Coface para Alemania, es posible comparar no sólo el comportamiento de pago de varios sectores en un año,
sino también comparar los resultados del sector metalúrgico a lo largo del tiempo.
En 2019, el 82% de las empresas metalúrgicas solicitaron plazos de pago a corto plazo de hasta dos meses,
y todavía el 16% tuvo la oportunidad de pagar después de dos meses. La situación ha cambiado notablemente.
En 2023, el 53% pide que se le pague en los primeros 30 días tras la entrega y solo el 5% dio plazos de pago
superiores a dos meses.
El plazo medio de pago en el sector metalúrgico ha descendido de 44 días en 2019 a 31 en 2023. En el
mismo periodo, el plazo de pago de todas las empresas de Alemania disminuyó solo marginalmente, de 34 a
32 días.
Retrasos en los pagos: una práctica habitual, pero corta
Aunque la proporción de empresas del sector metalúrgico alemán que declaran retrasos en los pagos
aumentó del 62 % en 2022 al 77 % en 2023, el tiempo de retraso es breve. Una de las principales razones del
elevado número de retrasos es que el 32 % de las empresas encuestadas consideraba que esta práctica era
una norma del mercado en 2023. La industria metalúrgica sigue figurando entre los sectores alemanes en los
que la mayoría de las empresas reciben sus pagos en los primeros 30 días tras el vencimiento del pago. En
2023, ni siquiera se registraron retrasos superiores a 90 días. En general, excepto en 2020, los retrasos
medios en los pagos del sector metalúrgico se han mantenido siempre por debajo del tiempo medio de
retraso en los pagos de toda la economía.
Riesgos y perspectivas
A pesar del pesimismo, lo que destaca en comparación con otros sectores es que, si bien el sector metalúrgico
siguió siendo más pesimista que la media general, ya no pertenece a los más pesimistas, sino que se sitúa
directamente por debajo de la media del total de la economía.
Entre los principales riesgos identificados por las empresas se encuentran en 2023: las difíciles condiciones de
negocio y producción en Alemania (para el 21,4% de los encuestados), el aumento de los precios de las
materias primas (17,9%), así como la falta de mano de obra cualificada (12,5%) y los riesgos políticos (11,6%).
Como reacción, sobre todo, a los riesgos políticos, el sector metalúrgico parece haberse adaptado antes que
otras industrias al cambiante entorno económico: El 13,6% de las empresas ya había aplicado estrategias de
reducción de riesgos para 2023.










































