Del Miércoles, 24 de Septiembre de 2025 al Jueves, 25 de Septiembre de 2025
El estudio, que compara los costes de construcción, operación y mantenimiento de las redes de alta velocidad de 15 países, concluye que España construye líneas de alta velocidad a un coste medio de 17,7 millones de euros por kilómetro, frente a los 45,5 millones de euros del resto de países.
España ha desarrollado la segunda red de alta velocidad más extensa del mundo con el coste medio de construcción más bajo. Y lo ha hecho con parámetros de diseño y calidad muy elevados, a la vanguardia del sector, en tiempos relativamente rápidos y sin grandes desviaciones de presupuesto.
Un informe de la ingeniería y consultoría Ineco, que analiza la eficiencia del modelo español de alta velocidad, concluye que el país ha construido alta velocidad a un coste medio por kilómetro de 17,7 millones de euros, frente a los 45,5 millones de euros del resto de países con alta velocidad.
El coste de mantenimiento y operación de la red española también es inferior al promedio europeo.
El informe, además, amplía la perspectiva tradicional de la construcción para abarcar todo el ciclo de vida de la infraestructura e incluir los costes de operación y mantenimiento. En este sentido, España está en línea o por debajo de la media europea.
El consenso social y político, la creación de tecnología propia y la gestión integral del desarrollo de la red son algunos de los factores que contribuyen a la eficiencia del modelo español
El consenso social y político, la creación de tecnología propia y la gestión integral del desarrollo de la red son algunos de los factores que contribuyen a la eficiencia del modelo español.
El informe analiza tanto los costes como las ventajas técnicas del modelo, el aprovechamiento de economías de escala, el contexto tecnológico, institucional, cultural y/o político.
El consenso social y político en torno a la alta velocidad, la creación de tecnología propia, la explotación de la curva de aprendizaje, una gestión integral del desarrollo de toda la red a través de múltiples contratos y la gestión y estandarización de algunos parámetros de diseño son solo algunos de los aspectos que han hecho posible el éxito del modelo español.
Reino Unido, con un coste por kilómetro de 9 veces superior al español, es el caso contrario.
El informe también compara el caso español con el británico, que ha experimentado una gran desviación en coste y plazo. En este caso, los factores económicos, como los costes laborales y de suelo, son menos importantes que los tecnológicos e institucionales.
En España, el consenso social y político ha facilitado el impulso del sector público, mientras que en Reino Unido la complejidad del contexto legal y la gobernanza ha elevado los costes de la fase conceptual y de planificación.
España es un ejemplo de cómo una planificación eficiente y una gestión integral pueden reducir los costes de la alta velocidad.