Día Viernes, 10 de Octubre de 2025
La economía española creció un 1,8% interanual durante el tercer trimestre de 2023, según los datos publicados hoy por el INE. Se trata de un avance 2 décimas porcentuales inferior al registrado en el trimestre precedente. En términos trimestrales, el PIB creció un 0,3%, 1 décima menos que en el segundo trimestre.
La economía española modera su crecimiento, pero mantiene el pulso en un contexto complicado. Así lo demuestran los datos de la Contabilidad Nacional Trimestral publicados por el INE, que reflejan un avance del PIB del 1,8% interanual durante el tercer trimestre de 2023. Se trata de un avance 2 décimas porcentuales inferior al registrado en el trimestre precedente, pero que aún así supone un crecimiento positivo.
En términos trimestrales, el PIB creció un 0,3%, 1 décima menos que en el segundo trimestre. La demanda nacional aportó 1,7 puntos porcentuales al crecimiento, cifra 5 décimas inferior a la del trimestre precedente, mientras que la demanda externa contribuyó con 2 décimas, 4 décimas más que en el trimestre anterior.
El mercado de trabajo se mantiene sólido, con la creación de 678.000 empleos en un año. La productividad del factor trabajo encadena 2 trimestres consecutivos a la baja.
La economía española mantiene el pulso en un contexto complicado, marcado por la guerra en Ucrania, la inflación y el endurecimiento de la política monetaria. El crecimiento se modera, pero aún así es positivo. El mercado de trabajo se mantiene sólido, pero la productividad del factor trabajo sigue siendo una asignatura pendiente.
Perspectivas y recomendaciones de la Cámara de España
El contexto internacional en el que se desenvuelve la actividad económica vuelve a complicarse tras el estallido del conflicto bélico en Oriente Próximo. La posibilidad de que la contienda entre Israel y Palestina se extienda a otros países de la zona, muchos de ellos actores importantes en el mercado del petróleo, ha empujado al alza los precios de esta materia prima, lo que previsiblemente se trasladará a la inflación en los próximos meses. La situación podría influir en el mantenimiento de los tipos de interés en niveles elevados durante más tiempo de lo esperado, lo que repercutiría negativamente en la actividad económica.
En ese sentido, es de destacar cómo la ralentización en el crecimiento del consumo de los hogares durante este tercer trimestre del año ya refleja de alguna forma la combinación de unos precios persistentemente elevados y unos tipos de interés en máximos.
El endurecimiento de la política monetaria también tiene un impacto negativo en la inversión productiva, que ya encadena 4 trimestres consecutivos de creciendo a tasas interanuales negativas.
En un contexto de incertidumbre como el descrito, la Cámara de España prevé que el crecimiento continúe desacelerándose en los próximos trimestres, aunque es posible que se produzca una revisión al alza del incremento del PIB para este año debido a la última actualización realizada por el INE, la cual añadía algunas décimas al crecimiento estimado para el primer y segundo trimestre del año, así como a ejercicios precedentes.
En este contexto, el crecimiento de 2023 será superior al 2,0%, y el de 2024 podría situarse en el entorno del 1,7%, aunque la incertidumbre asociada a esta previsión es elevada.
La evolución esperada del PIB se trasladará al mercado de trabajo en forma de un crecimiento del empleo que será menor en 2023 al experimentado en 2022 y que en 2024 podría ser inferior al que se registre este año.
Un elemento para destacar de la economía española es la modesta evolución de la productividad, cuya mejora sostenida es la única forma de generar riqueza. Y en ese proceso, la empresa sigue siendo un agente esencial. En un contexto tan complicado como el descrito, sería necesario que el nuevo gobierno afronte las reformas estructurales que requiere la economía, llevando a cabo una política económica que sitúe a la empresa como pieza clave de nuestro sistema de economía social de mercado.