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Domingo, 02 de Noviembre de 2025

Actualizada Domingo, 02 de Noviembre de 2025 a las 10:25:05 horas

Entrevista a Xavier Arasanz, director general de Amiblu en España

“La necesidad de implementar indicadores que midan y garanticen la sostenibilidad de un producto y empresa será una de las tendencias más disruptivas a medio plazo”

Redacción Jueves, 20 de Abril de 2023 Tiempo de lectura:

Amiblu es una multinacional austríaca dedicada al diseño y suministro de tuberías y accesorios de poliéster reforzado con fibra de vidrio (PRFV) para redes de saneamiento, modernización de regadío y para el sector industrial.

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A nivel global, Amiblu está presente en 22 países y tiene siete fábricas repartidas en España, Alemania, Rumania, Polonia y Marruecos, con una plantilla que suma más de 1.500 empleados. En España, Amiblu cuenta con una planta de producción en Camarles (Tarragona), de 35.000 metros cuadrados de superficie, en la que trabajan 185 empleados. Anualmente, la planta produce más de 300 km de tuberías al año para abastecer proyectos en Europa, Canadá, Sudamérica y África.

 

Xavier Arasanz, director general de Amiblu en España, responde a esta entrevista para nuestro informe sobre disrupción en el negocio internacional. 

 

¿Qué espera Amiblu de este 2023, en lo que se refiere a su actividad vinculada al sector exterior? ¿Augura un año de cambios o de estabilidad?

 

Xavier Arasanz: “A pesar de la coyuntura global y el aumento del precio de la energía, así como de las materias primas, en 2022 hemos crecido en ventas, tanto en el mercado local como en el extranjero, principalmente gracias al aumento del negocio en Latinoamérica y África y la creciente demanda de tuberías no circulares para proyectos de rehabilitación de colectores urbanos. En este contexto, nuestro producto se convierte en uno de los más interesantes del mercado por los bajos costes de explotación que conlleva su uso, gracias al excelente comportamiento hidráulico, su alta durabilidad y la ausencia de corrosión. 

 

Todo ello, posiciona al poliéster reforzado con fibra de vidrio como un valor en alza en los futuros proyectos financiados por los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PPTR). 

 

Además, en Amiblu estamos haciendo un gran esfuerzo para reducir las emisiones de CO2 con nuestro plan estratégico de transición ecológica “Amiblu Green 2022-2024”, adoptando medidas concretas que ayuden a frenar la crisis climática y a minimizar el impacto medioambiental. Por todo ello, necesitamos que las administraciones locales valoren nuestro esfuerzo y apoyen nuestra producción en las obras públicas españolas”.

 

[Img #52145]¿Cuál cree que son las tendencias más disruptivas en su sector de actividad en la actualidad? ¿Cómo de preparada está Amiblu para afrontarlas?


X.A.:La necesidad de implementar indicadores que midan y garanticen la sostenibilidad de un producto y empresa; creemos que esta será una de las tendencias más disruptivas a corto plazo. Nuestra empresa es pionera en este sentido y creemos que la administración todavía no es capaz de valorar convenientemente estos criterios de sostenibilidad. Por ejemplo, no tiene lógica requerir ciertas exigencias a empresas industriales europeas en pro de la Agenda 2030 y que tienen un impacto económico en el precio del producto, y no valorarlo técnicamente en las actuales licitaciones impulsadas por los fondos Next Generation. Podría darse el caso de que se optara por materiales de fuera de la UE por valorar únicamente el precio, sin pensar de nuevo en la sustentabilidad y la huella de CO2 de esos productos.

 

España debe invertir y apostar en una economía de industria, la pasada pandemia fue un claro ejemplo que dependemos demasiado de las industrias externas”.

 

¿Qué peso tiene la innovación en su actividad? ¿Qué importancia le da a la sostenibilidad? ¿Cuál es su grado de digitalización?


X.A.: “Amiblu es embajador de la EU Climate Pact, somos patrocinadores del Energy Globe Foundation Award y colaboradores de las Naciones Unidas en la iniciativa de sostenibilidad más grande del planeta. 

 

A nivel local siempre hemos apostado por soluciones de agua inteligentes e innovadoras y la energía renovable, para cuidar este recurso tan preciado y para que todos los habitantes del planeta puedan acceder a él. 

 

En los últimos años, estamos haciendo un gran esfuerzo para reducir las emisiones de CO2 y frenar la crisis climática con nuestro plan estratégico de transición ecológica “Amiblu Green 2022-2024”, adoptando medidas concretas que ayuden a minimizar el impacto medioambiental. Por un lado, hemos obtenido la máxima certificación de energía verde procedente de fuentes limpias, “Energía sostenible 100%”, que otorga la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC), y el triple sello energético “Calculo, Reduzco, Compenso”, del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. 

 

[Img #52146]También hemos instalado más de un millar de placas fotovoltaicas en nuestra planta de Camarles y hemos implementado la circularidad en nuestro sistema de producción, al utilizar resinas recicladas en el proceso de fabricación y reutilizar los residuos excedentes. En Amiblu, también disponemos de EPDs (Declaración Ambiental del Producto) para todos los productos que fabricamos, de acuerdo con los estándares europeos de certificación ambiental, y, recientemente, hemos incorporado una ECOTasa en nuestra oferta comercial. 

 

Por todo ello, necesitamos que las administraciones locales valoren nuestro esfuerzo y apoyen nuestra producción en las obras públicas españolas”.

 

¿En qué punto cree que está la empresa española en adquirir capacidades en este nuevo escenario mundial de los negocios?

 

X.A.: “De forma genérica, las empresas españolas lideran los proyectos industriales y los grandes proyectos de construcción a nivel global ya que obtuvieron una gran experiencia previamente en la ejecución de proyectos similares a nivel local. De este modo, siguiendo su estela, el resto de empresas han aprendido de ese modelo para implantarse en los distintos países emergentes.

 

Amiblu es líder en el mercado de la obra hidráulica y exportamos a más de 120 países. Una de las claves del éxito es que los clientes te valoren como un colaborador en cualquier parte del mundo. La seguridad que puede ofrecer una multinacional como Amiblu en la ejecución de cualquier proyecto hidráulico de gran envergadura, como plantas desalinizadoras, centrales de energía o abastecimientos de agua potable, bajo la modalidad llaves en mano, garantiza que los clientes tengan la tranquilidad de que el proyecto se va a ejecutar con los máximos estandartes de calidad, enfrentando y superando cualquier tipo de imprevisto”.

 

¿Y más concretamente, desde su propia área de actividad, qué recomienda a las empresas que es obligatorio implantar, si aún no lo han hecho, en sus modelos de negocios?


X.A.: “Las empresas deben diferenciarse de sus competidores y aportar valor añadido a sus clientes. Para ello, deben ser imaginativas y buscar soluciones personalizadas basadas en la experiencia y valentía en la toma de decisiones de sus trabajadores. Es primordial que las empresas inculquen los valores de colaboración, accesibilidad, responsabilidad y creatividad, para que sus trabajadores mantengan la mente abierta. Si la empresa se rige por esos principios y los instauran en sus modelos de negocio, les resultará mucho más sencillo afrontar los problemas que pueden surgir, por ejemplo, en los mercados de exportación”. 

 

Según su experiencia, ¿el nivel de competitividad de las empresas de otros países frente a las españolas, en general supone una amenaza en estos momentos?

 

X.A.: “Encontramos una alta competitividad con las empresas que se encuentran fuera de la Unión Europea. A ellas no les aplican las mismas reglas del juego que a las empresas locales en temas medioambientales, de seguridad y salud o de paridad laboral. Tienen costes de mano de obra mucho más económicos debido a la falta de control de todas las medidas anteriormente mencionadas, lo que las hace ‘competitivas’ aún sabiendo el coste humano y medioambiental que lo provoca. Para que la empresa española pueda competir en este entorno, necesitamos que nuestras administraciones cambien las normas para que se les exija lo mismo que a nosotros en las licitaciones públicas”.

 

 

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