Del Lunes, 10 de Noviembre de 2025 al Jueves, 13 de Noviembre de 2025
Esprinet es un facilitador del ecosistema tecnológico que ofrece servicios de consultoría, seguridad informática, y productos en venta o alquiler a través de una amplia red de revendedores profesionales.
Con más de 1.800 empleados y una facturación de 4.700 millones de euros en 2022 (1.749 de ellos generados en su negocio en España) el grupo italiano es líder en el sur de Europa y se encuentra entre los diez primeros a nivel mundial de su sector.
Alessandro Cattani, licenciado en Ingeniería Electrónica en el Politécnico de Milán y Master CEGA de la Universidad Bocconi de Milán, es consejero delegado del Grupo Esprinet desde el año 2000. En esta entrevista aborda el peso que tiene la innovación en el sector de los proveedores tecnológicos y los retos a los que se enfrentan las empresas españolas para ser competitivas en el contexto actual.
¿Qué espera Grupo Esprinet de este 2023, en lo que se refiere a su actividad internacional? ¿Augura un año de cambios o de estabilidad?
Alessandro Cattani: “En 2022 nuestro Grupo generó el 40% de sus ingresos y el 45% de su EBITDA fuera de Italia, en particular en España, por lo que ya somos a todos los efectos un grupo internacional. En nuestro plan estratégico, presentado a la comunidad financiera en 2021, la expansión internacional tanto en los países en los que ya estamos presentes (España, Portugal y el norte de África) como en Europa Occidental es una piedra angular. Sin embargo, si nos fijamos más específicamente en las actividades en las geografías que ya cubrimos, pensamos que existen grandes oportunidades de desarrollo, especialmente en España, debido tanto al proceso de consolidación que está experimentando el sector de la distribución informática como a los efectos expansivos sobre la demanda de soluciones digitales relacionadas con los fondos NextGenEU”.
¿Cuáles son los principales desafíos a los que se enfrentan las empresas internacionales a la hora de implementar la innovación?
A.C.: “A menudo se imagina la innovación como un proceso abstracto que tiene lugar en un laboratorio, pero en realidad, en la mayoría de los casos, surge de la propia relación con los propios clientes y proveedores en el contexto de la actividad productiva y comercial normal. Para una empresa internacional, es esencial no sólo crear un equipo de gestión local que conozca bien su país, sino también crear vínculos sólidos y credibilidad con la sede central para que las ideas nacidas sobre el terreno como respuesta a las necesidades de un mercado específico puedan aplicarse en un plazo aceptable. En nuestro caso, al ser distribuidores y no tener por tanto responsabilidad en la innovación de la producción, nuestros equipos locales tienen la tarea de identificar las tendencias del mercado típicas del país, por ejemplo España, y activar los contratos de distribución con los fabricantes de los mejores productos que respondan a estas necesidades. A continuación, deben tener la capacidad de comprender qué tipos de servicios comerciales se adaptan mejor a las necesidades de los clientes locales. En el ejemplo español, tuvimos que desarrollar formas ad hoc de servir al mercado canario, que presenta retos logísticos y fiscales que no están presentes en el mercado italiano”.
¿Cuál cree que son las tendencias más disruptivas en su sector de actividad en la actualidad? ¿Cómo de preparada está Esprinet para afrontarlas?
A.C.: “En los dos últimos años, el uso de las tecnologías digitales se ha acelerado y nuestra industria se ha beneficiado, sin duda de ello, pero en el mismo periodo hemos tenido que afrontar retos sin precedentes en el frente logístico debido a los conocidos retrasos en los suministros procedentes del Sudeste Asiático y China. Estos retos, en gran medida, ya están resueltos, pero la innovación tecnológica se enfrenta ahora sobre todo al desafío de la sostenibilidad. Los gobiernos exigen cada vez más productos de bajo impacto ambiental, lo que implica buscar proveedores que utilicen productos reciclados, con fábricas certificadas de bajo consumo energético y contaminación, con transportes bajos en carbono: una auténtica revolución tanto en la búsqueda de proveedores y productos, como en las certificaciones necesarias.
Un segundo gran reto, en cierto modo relacionado con el primero, es el paso de la propiedad de activos al alquiler y uso compartido de activos "como servicio". Una forma de reducir los activos fijos financieros, pero también implícitamente una forma de aumentar la tasa de utilización global de las instalaciones informáticas del país. De nuevo, se trata de cambios que implican la búsqueda de soluciones financieras innovadoras y también cambios profundos en los modelos de venta. Nuestro Grupo reaccionó con fuertes inversiones en sostenibilidad, pero también y sobre todo con el lanzamiento de Esprirent, nuestra solución propia de alquiler operativo de soluciones informáticas para empresas”.
¿Qué peso tiene la innovación en su actividad? ¿Qué importancia le da a la sostenibilidad? ¿Cuál es su grado de digitalización?
A.C.: “Hay que distinguir entre la innovación de producto, que es responsabilidad de los fabricantes de tecnología que en nuestra jerga se llaman vendors (es decir, HP, Microsoft, Apple, Samsung, Lenovo, Dell, Cisco, etc.) y la innovación en el servicio comercial. La innovación en productos ha sido y es el motor de esta industria, que en los últimos 40 años ha pasado, por ejemplo, de ofrecer ordenadores personales con 3.500 bytes de memoria a teléfonos con 128.000 millones de bytes con costes prácticamente idénticos.
La innovación en el servicio comercial ha tenido una dinámica similar. Pensemos en la llegada de las ventas online, posibles gracias a la tecnología, o en las experiencias de compra en el punto de venta mejoradas por pantallas interactivas o aplicaciones móviles que permiten acceder a información adicional sobre los productos. Obviamente, nuestro sector está muy avanzado en el frente de la digitalización, no sólo porque vendemos soluciones digitales, sino también, y sobre todo, porque el alto nivel de innovación y competencia sólo permite la supervivencia y el éxito de aquellas organizaciones que aprovechan al máximo las oportunidades que ofrece el mundo de las TI.
Las cuestiones de sostenibilidad medioambiental ya no se están convirtiendo simplemente en una restricción adicional al proceso empresarial normal, sino que se están convirtiendo en oportunidades de negocio adicionales. La introducción de la normativa de la Unión Europea relativa a la ‘Taxonomía ESG’ prevista para todas las empresas con más de 250 empleados es un ejemplo de estas oportunidades: las empresas tendrán que dotarse de sistemas de información capaces de gestionar estas nuevas solicitudes de información y deberán disponer de herramientas, a menudo informáticas, para recopilar los datos no financieros necesarios para la correcta compilación de estos documentos”.
Dentro de su sector de oferta de servicios de negocio internacional, ¿en qué punto cree que está la empresa española en adquirir capacidades en este nuevo escenario mundial de los negocios?
A.C.: “El escenario que mejor conocemos es el de los integradores de sistemas informáticos. En este sentido, si comparamos los grandes integradores de sistemas españoles con los italianos, vemos que España presenta un panorama de empresas más grandes y sofisticadas que las italianas, que sólo ahora están alcanzando el tamaño que existe en España desde hace tiempo, debido también a las actividades de M&A llevadas a cabo por algunos grandes fondos de Private Equity. La disponibilidad de profesionales altamente sofisticados en el segmento de las soluciones digitales, pensamos, puede ser un motor importante para el éxito de las empresas españolas que quieran competir en el mercado global. Como se ha mencionado anteriormente, creemos que un alto grado de utilización de las modernas soluciones informáticas es un requisito previo para el éxito, y la utilización también está en función de la disponibilidad de profesionales sofisticados que puedan ayudar a las empresas a dotarse de las mejores tecnologías y de la mejor formación para su personal”.
¿Y más concretamente, desde su propia área de actividad, qué recomienda a las empresas que es obligatorio implantar, si aún no lo han hecho, en sus modelos de negocios?
A.C.: “Volviendo al tema de las soluciones digitales, se recomienda en primer lugar una cuidadosa implementación de soluciones de ciberseguridad. Para las empresas manufactureras, cada vez es más evidente que las nuevas tecnologías del llamado IoT industrial (Internet de las cosas) o más bien la tecnología de sensores que permite la recopilación de datos de producción en tiempo real combinada con sofisticadas herramientas de análisis de datos pueden marcar la diferencia en términos de coste de producción. Para el entorno oficina, vemos como herramientas fundamentales para el desarrollo de la innovación y la agilización de los procesos administrativos y empresariales, las herramientas de ‘colaboración’, empezando en primer lugar por las soluciones de videoconferencia para gestionar eficazmente el trabajo inteligente”.
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Según su experiencia, ¿el nivel de competitividad de las empresas de otros países frente a las españolas, en general supone una amenaza en estos momentos? ¿En qué sectores están viendo con más fuerza este fenómeno de pérdida de competitividad de la empresa española? ¿Puede ponernos un ejemplo real para que entendamos la situación de manera más gráfica?
A.C.: “Nuestra experiencia está muy ligada a la comparación con Italia, pero en general diría que la gran limitación para el crecimiento de la competitividad del país está relacionada con el capital humano o el talento. Las empresas españolas, como las italianas, tienen una falta de talento en el entorno tecnológico que sumado a la barrera del lenguaje hace que se acentúen esas limitaciones. Por supuesto, también hay que tener en cuenta la disponibilidad de capital, el atractivo fiscal, la disponibilidad de infraestructuras y la complejidad de la burocracia, pero nuestra convicción es que la verdadera diferencia es la disponibilidad del talento.
El mundo está poblado por una proporción cada vez mayor de jóvenes formados y muy motivados procedentes de naciones que antes estaban en vías de desarrollo: nuestro reto, creo, reside en nuestra capacidad para formar y motivar a nuestros jóvenes, en reciclar a los que son menos jóvenes y en atraer e integrar a las mejores mentes del extranjero.
Si pensamos en el sector de la moda, España ha creado un gran polo trabajando en la gama baja del mercado con Zara, mientras que Italia y Francia han seguido compitiendo en el segmento premium. La pregunta que hay que hacerse, pensando en un mundo que exige más sensibilidad medioambiental, es qué modelo de negocio prevalecerá con el tiempo: ¿la moda desechable de bajo coste o menos prendas, de más calidad y más caras, que duren? No tengo la respuesta, pero creo que la pregunta es común a muchos sectores y al final se reduce a la cuestión de si será sostenible en el tiempo un modelo basado en productos de bajo precio y calidad procedentes de Extremo Oriente o si se volverá a productos premium localizados que, sin embargo, requieren personal con conocimientos mucho más sofisticados”.









































