Día Jueves, 09 de Octubre de 2025
En este espacio de entrevistas de Empresa Exterior, el digital económico del negocio exterior de España, tenemos como invitado a Bruno López, que desde julio pasado es director general de Asturex, la Sociedad de Promoción Exterior del Principado de Asturias.
¿Qué prioridades se marcó cuando aceptó el cargo de director general de Asturex y cómo están siendo estos primeros meses de trabajo al frente de este organismo?
Bruno López: “Llevo poquito tiempo a cargo de la Sociedad, tres meses, pero sí que es verdad que llevaba vinculado a Asturex por la parte de la empresa asturiana; yo era usuario de los servicios de Asturex con lo cual tenía claro qué quería. Para mi la prioridad número uno y que espero que sea una identidad de mi tiempo al frente de la dirección de Asturex es acercar Asturex y los servicios de Asturex un poco más a las empresas. Una distancia que ahora mismo, para mi opinión, igual es un poquito demasiado larga. Acortar esa distancia con la empresa; que la empresa nos vea mucho más, nos escuche mucho más, y nosotros escuchar a la empresa privada mucho más, que al final son nuestros clientes, nuestros usuarios y para los que diseñamos nuestros servicios, nuestros programas”.
Las exportaciones de empresas asturianas crecieron un 26,3% de enero a julio de 2022 en comparación con el mismo periodo de 2021; representan el 1,7% del total nacional de exportaciones. ¿Está satisfecho Asturex con estos datos? ¿Cuáles son los objetivos en este ámbito?
B.L.: “Yo siempre digo que satisfecho no estoy. Es verdad que los datos son muy positivos; este año es probable que sea un año de récord; queda por ver todavía los datos de exportación, estamos ahora recibiendo los de agosto, con lo cual queda parte del año todavía. Es verdad que mes a mes en 2022 hemos ido batiendo récords, pero esto no quiere decir que estemos plenamente satisfechos.
Obviamente felicitamos a las empresas que son ellas que llevan todo el peso de las exportaciones pero nos gustaría que fueran muchos más los que exportan y las empresas que empiezan a exportar. Con lo cual estamos relativamente contentos pero no satisfechos. Yo creo que siempre que podamos ayudar más no vamos a estar satisfechos. Nos gustaría ayudar mucho más de lo que estamos ayudando ahora”.
¿Hay algunos indicadores que sean metas a alcanzar, me refiero a ampliar el número de empresas exportadoras, países destino, etc.?
Bruno López: “En nuestro caso, el impacto directo que tenemos en las cifras de exportación, las cifras son un poco genéricas, es difícil extrapolarlas o llevarlas a la realidad... Yo me quedo siempre con los datos de empresas exportadoras regulares, que bajo la nomenclatura estadística quiere decir que hayan exportado en el año de referencia y en los tres anteriores, que haya una continuidad en la exportaciones; y en las empresas que empiezan a exportar. Estos dos indicadores me sirven para saber si el tejido empresarial asturiano se va sumando a esa exportación, si las que exportan dejan de hacerlo porque ha sido una cosa puntual, me fijo en esos números.
Al final en una comunidad como Asturias, que son cifras modestas, no somos una gran comunidad ni en número de habitantes ni en valor de las exportaciones, una gran empresa que exporta mucho puede desvirtuar las cifras de un mes a otro. En Asturias tenemos ciertas empresas que si un mes consiguen ventas muy elevadas nos desvirtuan la cifra de exportaciones. Entonces ese dato lo veo, lo valoro con mi equipo, pero el que realmente me interesa es el número de empresas exportadoras regulares y el número de empresas que comienzan a exportar”.
Continuamos hablando de las empresas asturianas internacionalizadas, ¿cuáles serían las fortalezas y cuáles serían las debilidades que habría que corregir?
B.L.: “Es una pregunta difícil de responder si no hablamos de sectores. Así, en general, no tenemos una identidad de la empresa asturiana, pero voy a intentar tomarte la pregunta y el reto de responderla y decir que en muchos sectores tenemos una ventaja que a la vez es nuestra desventaja. Es nuestra espada de Damocles.
Tenemos un producto que es de mucha calidad; en ciertos sectores, como puede ser el agroalimentario, es un producto muy artesanal, lo que le concede una segmentación de producto de alta calidad de producto, una alta especialización; y eso a la vez es también la dificultad; esa artesanía hace que los negocios no sean muy escalables y para exportar a veces nos causa problemas.
Sin embargo, en otros sectores, como el metal, la industria pesada, que es un sector tradicional e histórico de Asturias, nuestro producto se dirige a un segmento alto, es un producto muy especializado, valoran ese expertise que nosotros brindamos y no entramos en guerras de precios que pueden hacer otro tipo de regiones o países.
Por resumir: esa alta especialización de nuestro producto puede ser una ventaja o una desventaja”.
De los servicios y programas de Asturex, cuáles son los más demandados por las empresas asturianas y por qué?
B.L.: “Bueno, yo creo que el producto insignia de Asturex han sido siempre las misiones comerciales. Es un formato archiconocido por todas las organizaciones que hacemos este trabajo de ayudar a internacionalizar. Llevamos empresas de sectores diferentes a países dónde les cerramos reuniones de interés. Ese servicio es el más conocido, lo ha sido siempre, lo seguirá siendo, aunque sufra modificaciones de cómo se ejecutan esas misiones en el exterior.
Pero hay otro otro tipo de programas que sí que me gustaría destacar. Yo creo que estamos poniendo mucho interés en las empresas que no tienen todavía ni siquiera un departamento de exportación o no han empezado a exportar. Para ellos tenemos programas, tanto en digital como en físico, son programas de inicio a la exportación. Ayudan mucho a las empresas porque una de las grandes barreras de las empresas asturianas y españolas es que muchas veces cuando se enfrentan al reto de internacionalizarse no saben por dónde empezar. y es algo natural. Nos encontramos con gente que en toda su carrera ha trabajado una red comercial nacional, muy volcados en el negocio en sí y cuando afrontan este reto no saben ni siquiera qué países objetivos son, o si su producto tiene cabida en otros mercados, y ahí es donde Asturex puede ayudar.
Es un paraguas de servicios y programas que están orientados a que la empresa pueda tener una estrategia, una hoja de ruta, que es lo más importante; no internacionalizar como se hacía hace décadas al azar, que puede llevar a malas experiencias y a experiencias costosas, si no trabajar con una estrategia. Fijar primero la estrategia y luego ejecutarla y para ejecutar esa estrategia tenemos otros servicios, con lo cual el acompañamiento es completo.
Ese primer paso son los servicios que a mi me gustaría potenciar porque las empresas que los reciben están muy contentas. Tenemos muchos casos de éxito de empresas que han empezado a exportar con nosotros y que ahora son referentes, ya van solos, y nos necesitan más puntualmente. Es una buena noticia porque quiere decir que ya tienen su internacionalización sobre ruedas”.
En ese sentido, ¿hay alguna previsión o planificación para que haya algún nuevo servicios o programas de Asturex de cara a 2023?
B.L.: “De cara a 2023 tampoco se trata por mi parte de reinventar Asturex dando un golpe de timón brusco, sino más bien, y a esto me ayuda mucho la experiencia que tuve en estos últimos años al frente de departamentos de exportación, de reevaluar esos servicios.
Sabemos que los dos últimos años hemos tenido dos o tres cambios de paradigma: hemos tenido la pandemia, que nos ayudó a digitalizarnos; hemos tenido la crisis de suministro, que nos hizo pensar en de dónde vienen nuestros componentes clave para hacer nuestro producto; hemos tenido la crisis energética, que nos obligó a pensar cómo afecta a mi empresa la energía… Más que inventar servicios nuevos o programas es adaptar los servicios que ya tenemos a la nueva realidad y para ello la hoja que tengo es clara: sentarme con las empresas, entender la realidad que viven ellos hoy, no hace tres o cuatro años, cuáles son sus principales retos y problemas y adaptar lo que ya tenemos a la coyuntura actual. Es la clave. Es una ambición realista, más que hacer un nuevo portfolio de servicios; adaptar lo que ya tenemos a la realidad y al día a día de los departamentos internacionales de las empresas asturianas”.