Del Martes, 14 de Octubre de 2025 al Miércoles, 15 de Octubre de 2025
Durante la crisis de 2008, las exportaciones se convirtieron en un salvavidas para el sector cementero
España continua siendo uno de los principales exportadores de cemento del mundo, pero nuestro reto actual es recuperar el liderazgo exportador en Europa.
Resulta casi imposible condensar en pocas líneas la intensa cronología histórica a la que nos hemos enfrentado en estas dos primeras décadas del siglo XXI. La llegada del euro, la eclosión de internet,el auge de la construcción, la crisis de 2008, la pandemia mundial del Covid 19…
El sector cementero español ha vivido, en estos últimos 20 años, sus momentos más dorados pero también la peor de sus crisis. El hecho de que en 2007 se consumieran en España 20 Mt de cemento más que en el año 2000 -57 Mt frente a 38Mt- refleja claramente el gran dinamismo del sector en el arranque del siglo, de la misma forma que el consumo actual, de unos 15 Mt, refleja lo profundo de la crisis posterior.
En ese contexto, y entrando en el ámbito del comercio exterior, es importante destacar que las exportaciones se convirtieron entonces en un salvavidas imprescindible para que las fábricas de cemento españolas pudieran continuar produciendo y generando valor. En 2016, con el consumo interno estancado en los 11 Mt, las exportaciones casi dieron el “sorpasso”, rozando los 10Mt, su cifra más alta en este siglo.
No obstante, a partir de 2017, los sobrecostes energéticos comenzaron a hacer mella en la balanza comercial del cemento. Como industria electrointensiva, la electricidad es la partida con mayor impacto sobre nuestro coste de producción y en la última década hemos sufrido unos fortísimos sobrecostes energéticos respecto a otros países competidores, algo que solo puede paliarse con un cambio estructural en el diseño de nuestro mercado eléctrico.
No olvidemos que, a pesar de esta situación, España continua siendo uno de los principales exportadores de cemento del mundo, pero nuestro reto actual es recuperar el liderazgo exportador en Europa, que ostenta Alemania desde hace dos años. Estamos realizando un verdadero esfuerzo, pero para lograrlo, resulta imprescindible poder acceder a unos precios eléctricos razonables y previsibles.
Por Aniceto Zaragoza,
Director general de Oficemen